METODOLOGÍA DEL COACHING POR VALORES
Simon Dolan propone una metodología que se puede utilizar a nivel
personal como veremos en primer lugar, para posteriormente presentar un modelo de
coaching en pareja(formada por el coach y su coachee), que es la adaptación del
modelo genérico y finalmente su utilización en grupos más amplios.
I.- METODOLOGÍA GENÉRICA
El autor sugiere los siguientes pasos:
1.- CONOCER LOS VALORES PREFERIDOS:
Para ello podemos empezar por utilizar la técnica de tormenta de ideas para
identificarlos y después debemos responder a la pregunta de qué es lo
verdaderamente importante en nuestra vida
.
A).- Enumerar nuestros propios valores. No existe ninguna norma sobre el número de valores que debe incluir, pero es recomendable
que no supere los diez valores.
B).- Asignar un significado y diseñar el
modelo triaxial inicial de nuestros valores. Hay que comenzar incluyendo los valores de nuestra lista
en las tres dimensiones del modelo triaxial que hemos visto en la entrada anterior:
a).- Económico-pragmáticos: como ejemplo podemos tener valores como
riqueza, seguridad,...
b).- Ético-sociales: generosidad o integridad por ejemplo.
c).- Emocionales-evolutivos: optimismo, empatía serían ejemplos.
C).- Calcular el porcentaje de cada eje
respecto al total a partir del número de valores que hayamos colocado en cada
uno. Mediante la estructura triaxial conectamos
los puntos de cada eje formando un triángulo y ya tenemos el modelo triaxial
inicial de lo que es importante en nuestra vida.
2.- VALIDAR EL MODELO TRIAXIAL:
Este paso, como el anterior, se puede realizar con coach o sin coach. Consiste
en observar el modelo que hemos definido y preguntarse cuáles son los valores
dominantes y sin responden realmente a lo que sentimos. En caso de duda se
pueden modificar hasta que estén en sintonía con lo que realmente consideramos
importante en nuestra vida.
3.- DEFINIR Y PERFILAR NUESTROS OBJETIVOS:
En esta fase es posible que sea necesario contar con la ayuda de un
coach profesional, aunque también se puede abordar en solitario. Los objetivos
vitales deben ser las cosas que realmente queremos conseguir y nos harían
sentirnos orgullosos al alcanzarlas.
A).- Definir nuestros objetivos: se trata de mirar a nuestro interior y
descubrir cuáles son nuestros objetivos de verdad. Estos pueden ser de distinto
tipo: profesionales y de desarrollo de carrera, económicos, sociales,
afectivos, espirituales,...
b).- Perfilar nuestros objetivos: en esta fase revisamos nuestros objetivos
hasta estar plenamente satisfechos con ellos. Se trata de desarrollar un nivel
óptimo sin plantearnos objetivos
irreales. Una de las funciones del coach personal consiste en implicar a su
coachee en un debate sobre lo que es real, alcanzable y sobre qué objetivos
debe abandonar.
4.- REDISEÑAR UN MODELO TRIAXIAL MEJOR
ALINEADO:
Una vez nos hemos hecho una idea global debemos pasar a un análisis más
concreto y comparar nuestros valores con nuestros objetivos.
A).- Comparar nuestros objetivos con nuestros
valores. Supone replantear
nuestros valores a la luz de los objetivos que hemos identificado antes y
escoger los valores que pensamos nos van a ser más útiles para conseguir esos
objetivos y viceversa, siempre adoptando una actitud flexible.
B).- Recalcular el modelo triaxial de acuerdo
con nuestros objetivos. Aunque
siempre habrá problemas y pueden surgir dudas, se trata de llegar a un punto en el análisis
donde nos sintamos cómodos con la sintonía entre nuestro modelo y nuestros
objetivos. En determinados momentos de nuestra vida habrá que trabajar más de
acuerdo con unos valores para alcanzar un objetivo determinado y luego
centrarnos más en otros. La tarea del coach consiste en ayudarnos a conseguirlo.
5.- PERFILAR NUESTROS VALORES FUNDAMENTALES:
En este paso debemos establecer las prioridades en nuestra lista de
valores fundamentales y crear nuestra propia jerarquía. es una tarea complicada
porque exige mucha reflexión. Contar con un coach puede resultar útil porque va
a ayudar a analizar las decisiones que vamos a tomar. Los valores fundamentales
no deben ser más de siete y podemos escogerlos de nuestra lista inicial u otros
siempre que estén en proporción con el modelo triaxial corregido en el paso
anterior.
Posteriormente podemos empezar a construir nuestra jerarquía de valores
preguntándonos lo siguiente: ¿Cuál de esos valores es realmente el más
importante en mi vida? Si sólo pudiese cumplir uno, ¿cuál sería? La respuesta a
esa pregunta es nuestro valor fundamental. Cuando lo hayamos identificado
debemos pasar al segundo , y así continuaremos hasta que hayamos clasificado
nuestros valores en una jerarquía de mayor a menor.
A veces el valor de máxima prioridad parecerá obvio, pero si no ocurre
esto hay que intentar ser creativo e inventar un escenario para cada valor para
poder compararlos.
Conocer la jerarquía de valores nos da muchas probabilidades de predecir
nuestra conducta. La cuestión por supuesto es analizar si de verdad vivimos con
honestidad nuestros valores. Si nuestros valores principales no están alineados
con nuestra vida cotidiana, al no hacerse realidad en nuestra conducta
estaremos viviendo una situación de desalineación o incoherencia que necesitará
de un proceso meditado y exhaustivo de realineación.
6.- ACTUAR. VALORES EN ACCIÓN:
Al llegar a este punto y si la coherencia es patente hemos llegado al
final del proceso, ya que los valores parecen estar alineados con los
objetivos. Es conveniente repetirlo con cierta periodicidad para garantizar el
mantenimiento de la alineación. Si, por
el contrario nuestros valores no están alineados con nuestra vida habrá que
tomar medidas conductuales concretas(acciones) para aportar coherencia y ser
consecuentes con nuestros valores. Puede ser útil:
a).- Elaborar planes concretos.
b).- Fijar un calendario para la realización de dichas acciones.
c).- Identificar los principales obstáculos a superar.
7.- DEFINIR LOS CRITERIOS DEL ÉXITO Y DISEÑAR
UNA ESTRATEGIA DE SEGUIMIENTO.
El último paso consiste en:
a).- Establecer un calendario para evaluar los progresos y modificar el
plan de acción en caso de ser necesario.
b).- Marcar los hitos que se deberán cumplir por el camino.
c).- Decidir los criterios generales del éxito.
En esta fase es interesante contar con la ayuda de un coach.
II.- PROCESO DIADA DE COACHING POR VALORES
En este proceso el objetivo es aumentar la coherencia entre los valores
de una persona y los objetivos de una relación determinada( profesional,
personal,...). Los pasos son los siguientes.
1.- El coach sugiere una lista de valores.
2.- El coachee
selecciona de cinco a diez valores de la lista.
3.- El coachee,
con la ayuda del coach diseña un modelo triaxial inicial.
4.- El coach y su coachee empiezan a dialogar para asegurarse de que el modelo sea
válido. Ambos corrigen el modelo triaxial.
5.- El coach y su coachee debaten el significado del
éxito en un área concreta de la vida o el trabajo. Éste último, con la ayuda
del coach, establece su definición de éxito en la relación, que se va a
convertir en el objetivo durante el resto del coaching.
6.- Tras su diálogo con el coach, el coachee
selecciona cinco valores que reflejan su percepción de los valores
fundamentales de la otra parte ( organización, equipo, pareja,...). Se
construye un modelo triaxial basado en esos valores.
7.- Ambos comparan los dos modelos triaxiales.
Identifican y analizan las coherencias e incoherencias y diseñan planes de
acción para limitar estas últimas.
8.- Después de cierto tiempo se reúnen y hablan de
las acciones que ha tomado el coachee. abordan los problemas que se ha
encontrado éste, se ponen de acuerdo en los pasos a seguir para la realineación
y sintonizan sus planes de acción.
III.- APLICACIÓN DEL MODELO A GRUPOS
Simon Dolan propone estas sugerencias para obtener un diagnóstico y
diseñar una estrategia de alineación en estos casos:
1.- El coach realiza una auditoría de los valores de cada miembro del
equipo.
2.- Cada miembro del equipo elabora su propio modelo triaxial a partir
de sus modelos preferidos concretos.
3.- El equipo debate la situación actual e identifica los valores
manifestados en la actual cultura de equipo.
4.- Basándose en los valores detectados en el paso anterior, el equipo
desarrolla un modelo triaxial agregado de la cultura del equipo. ese modelo
representa la cultura real actual del equipo.
5.- Los miembros del equipo entablan un diálogo basado en el modelo
anterior, identifican las lagunas entre sus propios modelos y el del grupo y
debaten la dirección que les gustaría que tomase el grupo, definiendo el éxito
para el equipo. Acuerdan cuál va a ser la culturas final deseada que integrará
la definición del éxito. El equipo escoge entre cinco y siete valores de
consenso.
6.- El coach trabaja individualmente, en relaciones diada, con cada
miembro del equipo para desarrollar una estrategia de alineación de los
valores. Puede realizarse en grupo si el coach tiene la capacidad de trabajar
con varias personas a la vez.
7.- El equipo, con el coach, discute los planes para reforzar y
conservar la cultura acordada.
8.- Juntos planifican el seguimiento futuro, los hitos y la
sintonización.
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