Joel Garfinkle en
SmartBrief on Leadership del pasado 18 de enero plantea que descubrir el
talento oculto en nuestra organización es la ventaja competitiva que no podemos
permitirnos perder. Ganar en la guerra por el talento no consiste solo en
perfeccionar los sistemas de reclutamiento, sino en identificar los
profesionales con talento que ya tenemos y para ello debemos buscar en lugares
en los que no hemos pensado hacerlo.
Una buena
estrategia es reflexionar sobre si los introvertidos en nuestra organización no
se están considerando adecuadamente. Con frecuencia los líderes introvertidos
no son detectados porque no hacen lo que tendrían que hacer para conseguir la
atención que merecen.
Garfinkle
recomienda para detectar a estos líderes ocultos que tengamos en cuenta que:
1.- No van a ser
los primeros en hablar en las reuniones y casi nunca van a interrumpir a los
demás para introducir sus ideas. Desgraciadamente esto significa que aunque las
suyas sean mejores frecuentemente no las van a exponer sobre todo si están en
un lugar ruidosos y masificado.
2.- Observan
todo lo que ocurre y analizan las ideas y opiniones de los demás, así como las
emociones que subyacen, para evaluar la mejor forma de avanzar. Si queremos
conocer su pensamiento analítico debemos buscar a los introvertidos y pedirles
que compartan sus ideas preferentemente en reuniones individuales, en pequeños
grupos o en entornos menos caóticos.
3.- No ofrecen
espontáneamente sus ideas porque por su inseguridad creen que pueden no ser
útiles en ese momento, lo que hace que tengan dificultades para salir de su
zona de confort por las dudas que siente sobre sus aportaciones en la
conversación y mientras están luchando consigo mismos sobre si intervenir o no
la ocasión de hacerlo pasa.
4.- Identifican
las actitudes y sentimientos de los demás. Mientras están tratando de decidir
si compartir o no sus opiniones sobre un problema están captando lo que los
demás piensan y sienten y cuál es la emoción predominante. Esta capacidad de
observación puede ser una herramienta de liderazgo muy valiosa a la hora de
conseguir un compromiso y equilibrio en una reunión.
5.- No se
promocionan a sí mismos. Los introvertidos rara vez se implican en uno de los
componentes más importantes para avanzar en su carrera profesional: la
autopromoción. Puede ser porque no están cómodos siendo el centro de atención o
porque tienen miedo de ser considerados exhibicionistas los introvertidos con frecuencia
dejan pasar las oportunidades de informar a los demás sobre sus logros y
éxitos.
Como resultado
el resto de profesionales conocen poco su trabajo y méritos salvo que algún
compañero hable de éstos.
6.- Contribuyen
al éxito de la organización. Suelen ser excelentes colaboradores y trabajadores
dedicados en sus equipos, con frecuencia
realizando más tareas que las que les corresponderían. Evidentemente una
persona que se siente más preocupada por el bienestar del equipo y de que todos
participen será un buen líder cuando se le encargue que dirija un equipo para
realizar una tarea o proyecto que sean complicados.
Una vez
identificados el autor sugiere comenzar un proceso de coaching para incrementar
su visibilidad entre los demás y que dejen de estar ocultos.
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