Winston Thomas
en Digital&Workforce Trends del pasado 25 de noviembre plantea que la IA
generativa actual no solo ofrece datos, sino decisiones. Se va a convertir en
el instrumento más potente para un CEO y potencialmente en el motivo de su caída,
ya que la IA generativa se puede considerar como una espada de dos filos, capaz
de lanzar la organización hasta lo más alto y mandarla directamente al caos.
La intuición
humana no puede competir con las capacidades analíticas de la IA, especialmente
en la toma de decisiones bajo presión. La
IA generativa la están utilizando actualmente los CEO´s para:
1.- Reconocimiento de patrones superhumano, ya que es capaz de
analizar simultáneamente décadas de tendencias de mercado, identificar patrones
que somos incapaces de detectar y simular cientos de futuros potenciales para
el negocio.
2.- Objetividad implacable, ya que ofrece análisis sin prejuicios
que pueden validar los instintos o cuestionar las presunciones del CEO antes de
cometer un error costoso. Puede plantearse en este caso la pregunta de si la IA
generativa va a servir para crear mejores CEO´s o simplemente unos con mayor
aversión al riesgo.
3.- Viaje en el tiempo estratégico, ya que sus capacidades de
planificar escenarios permiten ver las implicaciones a largo plazo de las
elecciones actuales.
El peligro es que la IA generativa termine minando el liderazgo entre otras
razones por:
a).- La trampa de la automatización: la eficiencia seductora de la IA
puede convertir a líderes visionarios en managers de proceso glorificados.
Cuando dejamos que los algoritmos tomen todas las decisiones no estamos
liderando, estamos manteniendo.
b).- La desconexión humana. Una dependencia excesiva en las
aportaciones de la IA puede crear una distancia peligrosa entre el CEO y sus
profesionales, ya que éstos necesitan un líder, no un intérprete de datos.
Investigaciones muestran que una dependencia extrema en la IA puede promover un
estilo de liderazgo frio y mecánico que mata la innovación y aleja al talento. Surge
por tanto la pregunta de qué define a un CEO de éxito en la era de la IA:
alguien que puede dar entrada a un algoritmo de forma experta o alguien que
conoce en profundidad el mercado y los clientes a nivel personal.
c).- El campo de minas ético. Cada decisión movida por la IA deja
un rastro digital. En una era de un escrutinio cada vez mayor hay que
plantearse si se van a poder defender las decisiones de la IA si afectan a la
vida de las personas.
No hay que
olvidar que el liderazgo, también, consiste en construir relaciones, asumir
riesgos calculados e inspirar al equipo y es en esto en lo que la IA puede
convertirse en un apoyo peligroso.
La IA
generativa está aquí para quedarse por lo que debemos saber cómo aprovechar sus
ventajas sin caer en sus trampas y para ello debemos:
1.- Lograr
un equilibrio, utilizando la IA generativa para hacer aquello que hace mejor:
analizar vastos conjuntos de datos e identificar patrones., pero reservando el
juicio humano para aquello que no hace tan bien: entender el contexto,
empatizar y tomar decisiones matizadas que consideren el elemento humano. El
futuro pertenece a los líderes que puedan mezclar adecuadamente la intuición
humana con las perspectivas de la IA.
2.-
Potenciar la transparencia siendo abiertos sobre su rol en el proceso de toma
de decisiones. Utilizarla para ampliar no reemplazar nuestro pensamiento
estratégico.
3.- Crear
una cultura conocedora de la IA. Promover un entorno en el que se estimule el
cuestionamiento de las conclusiones de la IA y donde la creatividad se amplíe
con las perspectivas de la IA en lugar de ser reprimida por ellas. Esto asegurará
que los que toman decisiones no van a seguir ciegamente datos potencialmente
cargados de prejuicios o equivocados.
La cuestión
radica en cómo incorporar la IA, manteniendo el lado humano. Los mejores
líderes en la era de la IA generativa no van a ser aquellos que tomen decisiones
fundamentadas en la IA, serán aquellos que sepan cuando confiar en la máquina y
cuándo confiar en su humanidad interna.
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