miércoles, 29 de enero de 2025

ESTRATEGIAS ANTE UN CAMBIO NO DESEADO

 


Meredith Wells Lepley, en Psychology Today del 22 de enero, propone una serie de estrategias para gestionar los cambios desde una perspectiva psicológica organizacional, ya que cuando nos enfrentamos cambios no deseados el estrés, el miedo, la ansiedad, la ira y la resistencia suelen ser reacciones comunes, pero los que imponen los cambios pueden utilizar estrategias inteligentes para ayudar a que los demás acepten y se adapten a los cambios más fácilmente y los que se enfrentan a esos cambios no bien recibidos puedan utilizar estrategias personales que les permitan gestionar esos cambios con menor estrés y ansiedad.

Investigaciones han mostrado que cuantos más cambios tengamos que abordar en una año, más posibilidades tendremos de enfermar, independientemente de que estos sean buenos o malos. En general los cambios autoimpuestos son más fáciles de gestionar porque los hemos elegido, aunque no sean fáciles de alcanzar.

Entre las reacciones más comunes que experimentamos ante los cambios impuestos, desde el campo de la psicología se han identificado las siguientes:

1.- Miedo y ansiedad.

2.- Pensamientos centrados en el peor escenario posible.

3.- Enfado e ira. Podemos pensar: “¡Esto es ridículo¡” o ”No saben lo que están diciendo”, por ejemplo.

4.- Rechazo al cambio y determinación de continuar como siempre.

5.- Aceptación de la situación y adaptación a la nueva realidad.

6.-  Emoción ante la nueva gran novedad en nuestras vidas.

7.- Abandono de la situación, buscando una nueva organización más alineada con nuestros valores y necesidades.

Los grandes cambios pueden ser muy retadores, pero los psicólogos y los gestores de cambios conocen algunas estrategias que pueden facilitar el proceso y permitir que las personas aborden los cambios con menor ansiedad y resistencia. Entre ellas:

A).- Si imponemos los cambios:

a).- Comunicar, comunicar , comunicar. No asumir que las personas han escuchado o entendido nuestras explicaciones la primera vez que las planteamos. Las personas necesitan al menos escuchar algo siete veces para que les cale.

b).- Anunciar los cambios concediéndoles  la debida importancia. Hacerlo de la forma apropiada, no intentando que pasen desapercibidos.

c).- Escuchar las preocupaciones. Pueden existir repercusiones que no han sido consideradas y que deben ser gestionadas.

d).- No endulzar el cambio. Pueden existir aspectos negativos para algunas personas y tratar de trivializarlos va a reducir su confianza en nosotros.

e).- Recordar otros cambios que han sido positivos.

f).- Comprobar regularmente, a nivel individual, el impacto de los cambios.

g).- Arreglar todo lo que podamos, intentando suavizar todo lo posible los impactos negativos.

B).- Si el cambio nos ha sido impuesto:

a).- Considerar el cambio al que nos enfrentamos y hacer un listado de todos los miedos y ansiedades que nos surgen ante él.

b).- Recordar dos o tres cambios significativos a los que nos hemos enfrentado en nuestras vidas. Hacer un listado de los temores que experimentamos y reflexionar sobre el porcentaje de esos miedos que se hicieron realidad. Lo normal es que fuese una proporción muy pequeña.

c).- Pensar que igual que los superamos podemos hacer lo mismo en la nueva ocasión.

d).- Analizar las razones por las que nos podemos estar resistiendo a los cambios y pensar si se trata del escenario más frecuente o el peor. Suele ocurrir que ante  un cambio forzado que no nos gusta  vamos directamente al peor escenario. Debemos procurar, en cambio, pensar de forma realista y crítica sobre cuál es el escenario más posible.

e).- Hacer preguntas. En ocasiones nuestra resistencia al cambio, particularmente en el caso del cambio relacionado con el trabajo, es debida a no tener toda la información. Primero debemos buscar toda la información para tener una visión completa y entender cuál es la naturaleza y razón detrás del cambio, antes de enfadarnos y rechazarlo.

f).- Buscar apoyo y recursos para ayudarnos a abordar el cambio.

Una vez que tenemos toda la información relevante y el apoyo que necesitamos para que la ansiedad se reduzca un poco, seremos capaces de pensar en una buena estrategia, reflexionando sobre todos los posibles pasos que podemos dar para avanzar en nuestra nueva realidad. Cuando hemos pensado en todas las opciones razonables debemos escoger la que consideremos mejor para nosotros y seguir adelante.

 

 

 

 

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