miércoles, 11 de junio de 2025

EL PODER DE NO SABER

 


Manfred F.R. Kets de Vries en INSEAD Knowledge del pasado 3 de junio plantea que no saber es duro. Estamos programados para perseguir la certidumbre. Queremos arreglar los problemas y que nos vean haciéndolo. Hasta en el caso de sesiones de coaching o de terapia , donde el objetivo es explorar, los coaches y terapeutas con frecuencia se encuentran preparando misiones de rescate. Desean ofrecer respuestas, sabiduría o cierres o clausuras. Pero la realidad es que decir a las personas qué tienen que hacer rara vez funciona. Las perspectivas que tienen éxito son aquellas a las que las personas llegan por sí mismas.

Si podemos superar la incomodidad de no saber, se nos abrirá un espacio para la reflexión y transformación. Si resistimos la urgencia de solucionar el lio demasiado deprisa, en ocasiones podemos ver que en ese caos podremos encontrar la respuesta.

Para el  poeta John Keats y para otros pensadores después de él, lo que él  llamaba “capacidad negativa” es una forma de ver el mundo por el que somos capaces de apartar el impulso de controlar y arreglar y mantenernos en la ambigüedad el tiempo suficiente para que surja algo más profundo.

Los maestros zen utilizan anécdotas paradójicas o acertijos sin soluciones ( köans) para evitar a la mente analítica, con el objetivo de inquietar y confundir, para forzar a nuestros patrones de pensamiento a balbucear y fallar. En este sentido las técnicas zen se adelantaron   siglos al coaching o terapias modernas, todas prácticas que invitan a las personas a que luchen con sus propias mentes.

Erich Fromm en una ocasión asimiló la iluminación o revelación con pasar de una cueva llena de sombras a la luz de la realidad. En terapia se conoce como “trabajar a través” para reconocer antiguos patrones, luchar con ellos y cambiar lentamente. Los köans actúan de la misma manera: el objetivo no está en averiguar el acertijo, está en dejar que nos transforme.

Un köan clásico puede ser: dos monjes discuten. Uno dice: La bandera se está moviendo”, el otro dice: “No el viento se está moviendo” y un tercero aparece y dice: “Ni la bandera, ni el viento, la mente se está moviendo”. La clave está en que los köans no son la respuesta. Lo que se espera de ellos es que nos inquieten y nos fuercen a cuestionarnos todo.

La práctica espiritual, el coaching y la terapia con frecuencia parecen similares porque nos requieren que soportemos la ambigüedad y nos piden que abandonemos la fantasía de la certeza final. Todos implican el complicado proceso de desaprender tanto como de aprender.

El liderazgo no consiste en tener todas las respuestas, sino en crear las condiciones en las que las mejores preguntas pueden aflorar. No saber puede resultarnos incómodo , pero también puede suponer el comienzo de algo interesante.

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