David Michels y Kevin Murphy
en la edición de julio – agosto de Harvard Business Review plantean que los
ejecutivos en todo el mundo tienen que lidiar con entornos que están en
continua,, incierta y rápida evolución,
por lo que se hacen numerosas preguntas sobre el cambio que tienen que
experimentar sus organizaciones, por ejemplo en relación con la amplitud del
mismo, la rapidez o la forma de enfocarlo, pero siempre siendo conscientes que
la capacidad de una compañía para cambiar importa y mucho.
Según las experiencias de
los autores las organizaciones no pueden responder a estas preguntas si primero
no entienden su propia capacidad para cambiar. Tradicionalmente esta cuestión
resultaba difícil de determinar y abordar por la ausencia de herramientas
eficaces de medida. Michels y Murphy han desarrollado un sistema para medir la
capacidad de cambio de una organización y han identificado una serie de
características comunes que poseen las compañías que destacan por su excelencia
en la gestión del cambio. Éstas son necesarias para el liderazgo del cambio: propósito,
dirección y conexión, para acelerar el cambio: capacidad, coreografía y
amplificación y para la organización del cambio: desarrollo, acción y
flexibilidad.
ELEMENTO |
FUNCIÓN |
Propósito |
Crear un sentimiento de pertenencia, guiar
decisiones e inspirar acción |
Dirección |
Convertir el propósito en un plan. Clarificar
hacia dónde vamos y cómo llegar allí |
Conexión |
Implicar a la parte social del cambio, creando
redes de influencers y seguidores |
Capacidad |
Definir los límites del cambio. Permitir la
absorción de más cambio |
Coreografía |
Ayudar a ser más dinámicos. Ajustar las
prioridades de cambio y la secuencia de movimientos |
Amplificación |
Crear un ciclo virtual. Extender innovación e
incrementar el impacto |
Desarrollo |
Preparar para el crecimiento. Construir capacidad
de aprendizaje y de cambio |
Acción |
Fomentar un patrón mental de “poder hacer” y un
sesgo hacia el cambio |
Flexibilidad |
Ayudar a mantener el cambio, redefiniendo cómo
trabajar y hasta cuál es el trabajo |
Estos rasgos y habilidades ayudan a las organizaciones
a destacar en los procesos de cambio. Conocer y entender las fortalezas y
debilidades en estas categorías sirve de ayuda para determinar la capacidad de
cambio y para saber cómo incrementarla a lo largo del tiempo.
Para determinar el perfil del cambio de una organización
se pide a los trabajadores que lo valoren en relación a afirmaciones sobre cada
uno de los elementos. Las valoraciones se combinan para obtener un número global
sobre capacidad de cambio que permite establecer un ranking y comparaciones
con otras compañías que se encuentren en el index de capacidad de cambio
propuesto por los autores.
Cada compañía tiene su
propio equilibrio de factores que afectan su poder para cambiar. Pero los
autores han encontrado que la mayoría encajan en un patrón correspondiente a
uno de estos cuatro arquetipos comunes:
1.- Buscando un foco.
2.- Atascada y escéptica.
3.- Alineada pero con restricciones.
4.- Luchando por
mantenerse.
Cada arquetipo tiene
sus propios síntomas y remedios:
1.- ORGANIZACIÓN QUE ESTÁ BUSCANDO UN FOCO
Este arquetipo
describe el 37% de las compañías que Michels y Murphy analizaron. Su fortaleza
es su energía. Son colmenas de actividad y han tenido muchos éxitos. Están
constantemente innovando y sus profesionales son capaces de asumir grandes
retos. Pero, como en el caso de los niños pequeños jugando al futbol, todos en
estas organizaciones parece que están persiguiendo el balón. Estadísticamente este
grupo muestra debilidades en los rasgos de propósito, dirección y conexión.
Para solucionar esto los
líderes deben centrarse en el marco global, conectando las actividades de la
compañía al propósito y a la estrategia. Definir una ambición plurianual y
comunicar y volver a contar la historia de cómo el líder y la organización va a
convertir esa ambición en realidad es importante para generar un sentimiento de
propósito común. Puede ser de ayuda, también, el identificar las iniciativas
clave y asignarlas a equipos ágiles que sean capaces de conectar varias
disciplinas, funciones y partes de la compañía. Pero los líderes deben ser
capaces de priorizar sin piedad para mantenerse centrados en las mejores
iniciativas aunque tengan que descartar otras que también son buenas.
2.- ORGANIZACIÓN ATASCADA Y ESCÉPTICA
De las compañías que
los autores revisaron un 20% encajan con este arquetipo. Tienen buenas ideas y
una historia de éxitos pero muchos de sus cambios quedan atascados a nivel
local, por subestimar la envergadura del cambio que quieren acometer. Normalmente
se muestran débiles en conexión, amplificación y acción. La innovación parece
que se detiene y no se extiende por toda
la organización, lo que hace que los profesionales se muestren impacientes y se
pregunten cómo todo su esfuerzo y trabajo duro puede tener tan poco impacto. El
éxito parece que se escapa de las manos y esta situación se vive como injusta,
con lo que el escepticismo y hasta la desesperanza crecen.
Ningún líder en
solitario puede sacar a una compañía de este estado. El éxito solo puede venir
de conseguir que el entusiasmo vuelva a prender entre los miembros de los
equipos, lo que comienza por convencerles de que de hecho pueden triunfar. Una
forma de hacerlo y de lograr que se animen pronto consiste en ver cómo se
pueden alcanzar pequeñas victorias con rapidez.
3.-ORGANIZACIÓN
ALINEADA PERO CON RESTRICCIONES
Este arquetipo se
presenta en el 24% de las compañías estudiadas. Éstas comparten importantes
fortalezas: sus empleados trabajan bien como una unidad y se mueven en la misma
dirección. El éxito temprano incrementó sus expectativas pero ahora se
encuentran en un momento en el que tienen que enfrentarse y superar barreras y
limitaciones. Con frecuencia estas organizaciones no cuentan con los
profesionales que necesitan para ocupar los puestos claves para gestionar
grandes cantidades de cambios y su disrupción acumulativa. Los equipos que se
encuentran en esta categoría tienen dificultades con la conexión, capacidad y
desarrollo.
Para contrarrestar
estos problemas las organizaciones necesitan identificar y abordar sus cuellos
de botella en relación con sus capacidades y competencias de sus profesionales.
Puede ser que tengan que reorganizar sus prioridades y añadir recursos donde
sean más necesarios, lo que puede implicar incorporar nuevo talento y ayudar al
ya existente a desarrollar nuevas habilidades.
4.- ORGANIZACIÓN LUCHANDO POR MANTENERSE
Entre las compañías
revisadas el 19% respondían a este arquetipo. Son como equipos de ciclistas en
el Tour de Francia batallando en una extenuante carrera de muchas etapas. Cada día
los corredores deben adaptarse a terrenos cambiantes, a un tiempo impredecible
y a las estrategias de sus competidores. Deben planificar cómo trabajar en
equipo, apoyándose y hasta sacrificándose los unos por los otros. Son grandes atletas orientados a
un solo objetivo y a unos resultados, pero al progresar la carrera surge la
fatiga y la adaptabilidad es cada vez más importante. Las compañías que se
encuentran en esta situación tienen dificultades para salir adelante porque
pueden mostrarse débiles en la coreografía, amplificación y flexibilidad. El
foco en un único objetivo, que en un principio parecía ser una virtud empieza a
transformarse en un vicio.
Las organizaciones que
están en esta categoría deben mejorar su capacidad para anticipar lo que está a
la vuelta de la esquina para cambiar sus planes, en consecuencia. Para
catalizar esta transformación primero deben preguntarse si su dirección
estratégica es la adecuada. Si no lo es, deberán volver a priorizar y a asignar
sus recursos para estar preparados para la siguiente etapa de la carrera.
Los autores
recomiendan seguir ya los siguientes pasos ya que vivimos momentos sin
precedentes y el reto de los líderes se debe centrar en ser capaces de
construir organizaciones que puedan prosperar en un mundo de cambios acelerados
e impredecibles, por lo que deben hacer todo lo
posible para incrementar la capacidad de cambio de las mismas.
a).- Identificar los hechos y la situación
Demasiadas compañías y
ejecutivos vagan en la oscuridad, especulando sobre lo que puede ser y en lo que puede no ser. Deben
indagar y determinar su capacidad básica de cambio, así como analizar cuál es
la situación en relación con los competidores. Averiguar, especialmente, qué es
lo que puede y debe mejorar. Pequeñas actuaciones ahora serán mejores que otras
mayores más tarde. Hay que probar, aprender y
reiterar.
b).- Introducir la disrupción en la forma de trabajar
Enfocar los cambios actuales y futuros
pensando no en términos de distintos proyectos sino en términos de una
transformación organizacional e invertir activamente para generar la fortaleza
necesaria para alcanzar un éxito sostenible.
c).- Movilizar a los líderes
La transformación es
el mejor campo de aprendizaje de la nueva generación de líderes. Si queremos modificar
y cambiar antiguos patrones, abrazar un nuevo enfoque e mejoras las capacidades
críticas para el cambio el líder tiene que trabajar mucho. Principalmente orquestar
un esfuerzo de equipo, desarrollar una ambición compartida y proponer un plan
de acción
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