Jacob Morgan en “The future
leader. 9 skills and mindsets to succeed in the next
decade”, que estamos comentando, plantea que al hablar de patrón mental nos
referimos a la forma en que pensamos que a su vez influye y moldea cómo actuamos.
Lo que como líderes creemos va a jugar un papel importante sobre el tipo de
organización de la que formemos parte o ayudamos a construir.
En relación con los patrones mentales no podemos fingirlos, lo que
significa que no podemos creer en secreto en los beneficios del ordeno y mando
y presentar externamente una fachada de transparencia y actitud abierta.
Nuestros profesionales lo percibirán y fracasaremos como líderes.
Los cuatro patrones mentales del líder del futuro han sido identificados
por CEO,s de todo el mundo como los más cruciales y son:
I.- El explorador
II.- El chef
III.- El sirviente
IV.- El ciudadano global
I.- EL EXPLORADOR
Los exploradores son
buscadores que atraviesan lo desconocido, pero no todos son líderes. Un ejemplo
claro es el de Sir Ernest Shackleton. Su historia es fascinante ya que no solo
fue un gran explorador sino, también, un gran líder y representa el verdadero
patrón mental del explorador que los líderes en el futuro deben poseer. Esto
implica que deben caracterizarse por su:
1.- Curiosidad
2.- Aprendizaje continuado
3.- Patrón mental de
crecimiento
4.- Actitud abierta
5.- Agilidad y
sagacidad
1.-
Curiosidad.
Cuando a Michael Dell
se le pidió que nombrase un solo atributo para que los líderes triunfen en el
futuro, su respuesta fue: la curiosidad. Albert Einstein admitió que no tenía
ningún talento especial y que solo era apasionadamente curioso.
Mientras somos niños
crecemos con un cierto grado de curiosidad y de asombro, de querer entender
cómo funcionan las cosas y cuáles son nuestros límites. Pero al someternos al
sistema educativo y ser contratados por corporaciones a lo largo del mundo
nuestra habilidad para expresar curiosidad decrece. En los colegios nos enseñan
a tener las respuestas correctas para aprobar los exámenes y en nuestro entorno
laboral nos incentivan y nos dicen que
hagamos nuestros trabajo, ganemos dinero, evitemos los errores y seamos
eficientes. Pero la curiosidad va contra estos principios; inherente a ser
curiosos está el aceptar riesgos, equivocarnos y cuestionar el estatus quo.
Lo que resulta aparente
en el mundo corporativo es que los profesionales aunque sean curiosos no pueden
expresar o perseguir dicha curiosidad ya que si lo hacen pueden ser
considerados empleados “problemáticos”. Esta es la razón por la que muchos
trabajadores solo se atrevan a ser curiosos en sus mentes y aunque tengan ideas
que les gustaría explorar, cosas que probar y mejoras que sugerir, callan y no
las exponen.
Como el mundo sigue
cambiando las organizaciones deben adaptarse y son los líderes curiosos los que
van a estar al timón de estas organizaciones. Este es el patrón mental que va a
forzar la búsqueda de nuevas ideas, productos, servicios y métodos de hacer las
cosas.
En los últimos años
Todd Kashdan ha estado liderando un estudio sobre la curiosidad. Junto a KGaA
ha desarrollado un “Informe sobre el estado de la curiosidad” publicado primero
en 2016 y posteriormente en su versión 2018. El estudio ha encontrado que los
individuos altamente curiosos y con gran potencial para innovar dentro de las
organizaciones poseían cuatro características distintivas:
a).- Placer en la
exploración, al buscar nuevos conocimientos e información, disfrutando al
aprender. Según Todd este es el nivel en el que la mayor parte de las personas
se detienen en relación con la curiosidad, al asumir que la curiosidad implica
solamente explorar nuevas cosas como hacen los niños.
b).- Consciencia de la falta de conocimientos. Esto ocurre cuando
los individuos reconocen que existe una diferencia entre lo que saben y lo que
quieren saber y tratan de solucionar sus lagunas.
c).- Actitud abierta
ante las ideas de los demás. Cultivar la curiosidad requiere estar abierto ante
las distintas perspectivas e ideas de los otros y buscar intencionadamente
nuevas formas de hacer las cosas. Los líderes deben estar dispuestos a decir: “no
lo sé” y a valorar las opiniones e ideas de otras personas en lugar de pensar
que como son los líderes toman las mejores decisiones y son más inteligentes y valiosos para su
organización.
d).- Tolerancia al
estrés. La curiosidad puede ser estresante porque supone explorar algo nuevo,
poco familiar e incierto. Como líderes debemos ser capaces de gestionar nuestro
estrés sino también de ayudar a nuestros equipos a saber cómo gestionar el
suyo.
2.-
Aprendizaje continuado
El lugar, profesionalmente,
ya sea como líderes o como contribuidores, en el que nos encontramos ahora no
es en el que estaremos en el futuro. Lo mismo ocurrirá con nuestra
organización.
Durante décadas hemos
asumido que todo lo que debíamos saber para tener éxito profesionalmente y en
nuestra vida personal nos lo enseñarían nuestras instituciones educativas o las
organizaciones en las que trabajamos. Esta creencia ha sido acertada durante un
tiempo, pero ya se ha mostrado como una forma desfasad de pensar y en los
próximos años se verá completamente erradicada y cuando las personas se gradúen
de la universidad la mayoría de lo que hayan aprendido será ya obsoleto.
El aprendizaje perpetuo
tiene una serie de componentes. El primero es obvio y consiste en aprender
nuevas cosas de forma regular. Pero esto es parte de la vida ya que por ejemplo
cada año sabemos y experimentamos cosas que no conocíamos ni habíamos experimentado
en años pasados y el aprendizaje perpetuo no consiste en sentarnos y esperar
que las cosas nuevas vengan a nosotros, sino que es buscar activamente nuevas
ideas, personas y cosas. El segundo componente es la aplicación lo aprendido de
forma regular y en nuevas situaciones y escenarios en el entorno laboral. El
último componente para ser el aprendiz
perpetuo es el ser consciente del feedback que recibimos y ser capaces de
aplicar lo aprendido a través de ese feedback.
Las organizaciones en
todo el mundo están incorporando el aprendizaje perpetuo a sus culturas y a su
forma de hacer las cosas. Por ejemplo AT&T cuenta con más de 270.000
empleados en todo el mundo y recientemente descubrió que casi la mitad de ellos
no poseen las competencias necesarias en una variedad de áreas importantes para
la organización y que 100.000 de sus profesionales están realizando trabajos
que requieren la utilización de un hardware que no existirá seguramente en los próximos
10 años. Por esta razón han puesto en marcha una iniciativa llamada Future Ready
para solucionar esta situación.
Un estudio realizado por
Udemy ha mostrado que el 42% de los millennials en los Estados Unidos
manifiestan que la oportunidad de aprendizaje y de desarrollo son los factores más importantes a la hora de decidir dónde trabajar, detrás
del seguro médico.
3.-
Patrón mental de crecimiento
Carol S. Dweck ha
estudiado el poder de los patrones mentales durante décadas. En su libro “Mindset: the new psychology of success” comparte sus hallazgos. Por ejemplo, al analizar
cómo afrontan el fracaso los estudiantes observó que algunos eran capaces de recuperarse
y obtener resultados excelentes y otros no. Según Dweck poseemos dos tipos de
patrones mentales: el fijo y el de crecimiento y esto es lo que separaba a los
dos grupos de estudiantes. Los de patrón fijo piensan que aspectos como la
creatividad, la personalidad y la inteligencia no pueden modificarse y no
podemos hacer nada, por lo que intentar evitar los retos, se rinden con
facilidad al enfrentarse a obstáculos, con frecuencia consideran que el
esfuerzo es un ejercicio infructuoso, no creen que un feedback negativo pueda
ser constructivo y se sienten amenazados por el éxito de los demás.
Por el contrario los
que tienen un patrón mental de crecimiento piensan que la creatividad, la
inteligencia y la personalidad se pueden desarrollar y que siempre existe un hueco
para el crecimiento y la mejora. Estos individuos aceptan los retos, superan
los obstáculos a los que se enfrentan, consideran que el esfuerzo es el camino
para la maestría, creen que el feedback negativo constructivo es algo de lo que
aprender y les inspira el éxito de los demás y tratan de aprender de ellos.
Aquellos con un patrón
mental fijo están buscando aprobación constantemente mientras los de patrón
mental de crecimiento están buscando constantemente cómo aprender y crecer. El
tipo de patrón mental no es estático y puede cambiar dependiendo del entorno o
la situación a la que nos enfrentemos. Lo importante es conocer qué es lo que desencadena
estos cambios y lo que nos ocurre al hacerlo para ser capaces de saber cómo
podemos conseguir evitar que nuestro patrón mental pase al fijo y cómo poder
pasar del fijo al de crecimiento.
El patrón mental del
explorador cree que siempre tenemos el potencial de crecer, aprender y mejorar.
4.-
Actitud abierta y 5.- Agilidad y sagacidad
Los líderes pueden
planificar y analizar todo lo que quieran pero si no son capaces de adaptarse a
los cambios que les rodean no podrán liderar adecuadamente.
Existe una diferencia
entre lidiar con un cambio y adaptarse a él y prosperar en él. Lidiar implica
solo que estamos siendo capaces de mantener la cabeza a flote pero, como
líderes, debemos hacer algo más. Para
ser adaptables debemos tener la humildad y vulnerabilidad de reconocer que no
somos los más inteligentes en nuestro entorno y que vamos a tener que pedir
ayuda y admitir que no sabemos cómo hacer algo, rodeándonos de personas más
inteligentes que nosotros.
Los líderes deben estar
dispuestos a trabajar saliendo de su zona de confort y de adaptar sus
competencias y patrones mentales al nuevo entorno de trabajo.
La curiosidad requiere
tiempo y espacio. Si el líder se siente constantemente agobiado por las tareas,
proyectos y reuniones no podrá hacer las peguntas que le ayudarían a acometer
cambios. Por tanto, debe reservar tiempo diariamente para pensar y hacerse
preguntas, desconectado de la tecnología y sin reuniones a las que asistir y
procurar que su equipo también pueda hacerlo. Para conseguirlo debemos saber
decir no. Son famosas las palabras de Steven Jobs: Las personas piensan que
estar centrado significa decir sí a la cosa en que nos tenemos que enfocar, pero esto no es lo que
significa. Significa decir no a los cientos de otras buenas ideas que existen. Hay
que elegir cuidadosamente. Yo me siento tan orgulloso de las cosas que hemos
hecho como de las que no hemos hecho. Innovar es decir no a 1.000 cosas”.
Como Todd Kashdan
encontró en su investigación la curiosidad puede resultar estresante y cuando
esto ocurre los líderes pueden considerar a la curiosidad como algo negativo. Para
evitarlo es aconsejable desviar el foco hacia un horizonte más lejano en el
tiempo. Centrarnos exclusivamente en el corto plazo no se adapta al patrón mental
del explorador que gira alrededor de la
experimentación, la prueba de ideas, el crecimiento y la adaptabilidad, lo cual
con frecuencia no ofrece resultados al corto plazo y hasta puede producir
resultados negativos en ese tiempo.
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