domingo, 27 de junio de 2021

LOS RETOS PARA LOS LÍDERES EN EL FUTURO

 


Jacob Morgan en “The future leader. 9 skills and mindsets to succeed in the next decade”, que estamos comentando, plantea que los líderes siempre se han tenido que enfrentar a desafíos y que esto no va a cambiar, pero que los más cruciales en el futuro cercano, según los CEO,s entrevistados por el autor son los siguientes:

1.- Pensar a corto plazo versus pensar a largo plazo.

2.- Liderar equipos caracterizados por su diversidad.

3.- Adaptarse a los avances tecnológicos y a los cambios.

4.- Formar a los empleados para ajustar los conocimientos a las nuevas demandas y potenciar su desarrollo.

5.- Mantener el ritmo exigido por los cambios.

6.- Atraer y retener el  talento.

7.- Determinar un propósito social para la organización, que vaya más allá del negocio para buscar hacer algún bien.

8.- Liberarse del apego excesivo a lo que funcionó en el pasado.

9.- Asegurarse de que la organización se mantiene “humana”.

Todos estos retos, según Jacob,  se pueden encuadrar en dos categorías, según se centren en el futuro o en las personas:

A).- MIRANDO AL FUTURO

Implica llevar a nuestra organización hacia el futuro. En ella encontramos los siguientes desafíos:

1.- Pensar a corto plazo versus pensar a largo plazo

Todos hemos sido condicionados para pensar en el corto plazo. Esperamos resultados cuatrimestrales de nuestras organizaciones, si entrenamos unos pocos meses queremos ser considerados atletas, si construimos  nuestra marca personal esperamos ser famosos en poco tiempo y si estudiamos algo rápidamente asumimos que ya somos  expertos en el tema, por ejemplo. Vivimos en un mundo de gratificación instantánea que ha hecho que descuidemos uno de los aspectos cruciales del éxito: la paciencia.

Como un líder que trabaja para el futuro debemos ser capaces de variar nuestra perspectiva desde una que se centra exclusivamente en el corto plazo a otra en la que el foco se ponga en alcanzar el éxito a largo plazo de la organización y de las personas que en ella trabajan.

3.- Adaptarse a los avances tecnológicos y a los cambios

5.- Mantener el ritmo exigido por los cambios.

Uno de los mayores desafíos al que se tendrán que ir enfrentando los líderes en el futuro, todavía más que en la actualidad, es el de tratar de mantenerse al día del ritmo de los cambios y el de adaptarse a los avances tecnológicos según van surgiendo. Justo cuando parece que hemos captado todo lo que está ocurriendo alrededor nuestro el paisaje puede cambiar y nos podemos encontrar en lo que puede parecer un entorno desconocido. Michael Neidorff, CEO de Centene, compañía de asistencia sanitaria con más de 50000empleados en todo el mundo, afirma que: “El reto de la incertidumbre es el mayor desafío al que nos tenemos que enfrentar, por lo que incorporar la innovación y el cambio tecnológico es clave para continuar evolucionando en el entorno actual. En lugar de considerar esto como un obstáculo debemos verlo como una ventana hacia el futuro”.

Por tanto, los líderes deben comenzar a abrazar la idea de que el cambio no es algo contra lo que debamos luchar o rebelarnos. Es una certidumbre que existe en un mundo incierto. Muchas personas se asustan ante el cambio, lo que supone una reacción natural ya que no sabemos bien qué es lo que va a pasar una vez se materialice. Pero si consideramos el cambio no como algo que tiene un comienzo y un final sino como algo que va a ser continuo nos daremos cuenta de que no hay que sentir tanto temor.




Los líderes deben ser capaces de pensar en “los poderes del diez”, lo que implica que deben poder mirar al entorno global pero al mismo tiempo tienen que poder entender los detalles de lo que ese entorno significa. En términos de tecnología, por ejemplo, el líder debe comprender las implicaciones potenciales que va a tener esa tecnología en sus organización, en su sector y hasta en el mundo, al tiempo que cómo puede influir esa tecnología en un profesional o tarea dentro de su compañía. Los líderes deben ser capaces de hacer zoom hacia fuera y hacia dentro. Al hacerlo podrán poner las cosas en perspectiva para no encontrarse de repente el nuevo “juguetito” que aparezca en su camino. Practicar los “poderes del diez” les ayuda a entender y decidir a donde deben ir los recursos y su tiempo.

8.- Liberarse del apego excesivo a lo que funcionó en el pasado

Como líderes con frecuencia sentimos la tentación de aplicar en situaciones actuales aquello que ha funcionado en el pasado y nos podemos encontrar que no obtenemos el mismo resultado. Solo porque algo funcionase en el pasado no podemos esperar que funcione en el presente o en el futuro.

Los líderes deben aprender del pasado, pero también, deben adaptarse y desarrollar nuevos enfoques para el futuro si quieren tener éxito.

B).- HUMANIZAR

Cualquier organización en el mundo puede existir sin tecnología pero no puede existir  sin las personas. Los CEOs de todo el mundo reconocen que las personas son y van a continuar siendo en el futuro el activo más valioso de cualquier organización. El reto de humanizar implica varias cosas:

2.- Liderar equipos caracterizados por su diversidad

En algún momento de nuestra vida profesional todos hemos formado parte de un equipo en el que todos tenían características similares, creían en las mismas cosas, poseían antecedentes muy parecidos y hacían el mismo tipo de trabajo, pero ha llegado el momento de intentar que los equipos dejen de ser tan homogéneos.

Un equipo en el que domine la diversidad no está solo compuesto por personas que no se parecen entre sí, sino por profesionales de distintas generaciones, culturas, procedencias académicas, religiones, orientaciones sexuales o localizaciones, por ejemplo. Liderar un equipo homogéneo es sencillo, el reto como líderes está en asegurarnos que creamos equipos con diversidad y en adaptar nuestros patrones mentales y competencias para poder liderar de forma eficaz estos equipos.

4.- Formar a los empleados para ajustar los conocimientos a las nuevas demandas y potenciar su desarrollo.

Nuevas tecnologías están surgiendo continuamente y permiten que aparezcan nuevas formas de trabajo hasta ahora desconocidas. El reto para los líderes del futuro no consiste solo en asegurarse de que los nuevos profesionales cuenten con las competencias adecuadas, sino también que los empleados ya existentes puedan optar a estos nuevos roles.

Hasta ahora se asumía que lo aprendido en las instituciones educativas sería suficiente en casi toda nuestra carrera profesional y la mayoría de las organizaciones no tienen ni idea de los trabajos, carreras, competencias o patrones mentales van a necesitar en su fuerza laboral del futuro por lo que no saben con qué criterios  contratar o formar a sus profesionales.

Amazon, por ejemplo,  ha puesto en marcha un programa “Upskilling 2025” con el que van a formar a 100.000 empleados ( un tercio de su plantilla) para adaptarse a trabajos más cualificados, lo que va a facilitar la movilidad de estos profesionales dentro de la compañía si deciden optar por otro rol.

6.- Atraer y retener el  talento

En la actualidad y en el futuro el mayor valor, como hemos mencionado, que tiene una organización son sus personas. Éstas son las que diseñan los productos y servicios, construyen relaciones con los clientes, imaginan y crean el futuro y lideran a las demás. Son las personas las que determinarán el éxito futuro de las organizaciones.

Cada año que pasa resulta más difícil para las compañías retener y atraer a los profesionales con más talento. Las organizaciones están, por ello, invirtiendo activamente en aspectos  como la experiencia del empleado para crear empresas más atractivas para trabajar. Las competencias necesarias están cambiando y muchos líderes están ya teniendo dificultades para cubrir roles existentes ya que los empleado cada vez tienen una mayor voz para manifestar qué es lo que les preocupa y desean y lo que esperan ver en sus organizaciones.

Actualmente el escenario ha cambiado y ya no se trata de que el candidato logre convencer a la organización  de que le contrate dando razones de por qué debe hacerlo, ahora las organizaciones deben convencer a las personas para conseguir que trabajen en ellas.

Un estudio de McKinsey Global Institute estimaba que las compañías en Europa y Norteamérica necesitarían 16 a 18 millones de profesionales con educación universitaria más de los que estaban disponibles en 2020.

7.- Determinar un propósito social para la organización, que vaya más allá del negocio para buscar hacer algún bien

Como individuos nos importa ser parte de una organización o hacer transacciones con una que se preocupe por algo más que los beneficios económicos. Queremos formar parte de organizaciones que se centren en conseguir un impacto positivo en  la sociedad, la comunidad y el mundo en general. Supone un reto porque no solo los líderes tienen que encargarse de este cambio sino que necesitan guiar y enseñar a los demás para este cambio de mentalidad, incluyendo a todos los agentes de interés.

Los líderes del futuro deben ser capaces de demostrar y articular cómo el trabajo que la organización está realizando está ayudando a que el mundo sea un lugar mejor y no solo alcanzar grandes retornos financieros y desempeño..

9.- Asegurarse de que la organización se mantiene “humana”

El conseguir que una organización sea más “humana” significa que los líderes deben considerar a los que trabajan con y para ellos como algo más que solo empleados o recursos, por tanto, como individuos que tienen familias y amigos, temores y factores de estrés, esperanzas y sueños, corazones y mentes, metas y aspiraciones y que sobre todo son seres humanos como ellos. En un mundo dominado por la tecnología con frecuencia perdemos de vista nuestra humanidad, por lo que el líder debe recordar que él es el faro guiando sus profesionales  hacia el futuro y hacia la seguridad, no hacia las rocas.

 

 

 

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