Dennis Perkins, consultor especializado
en liderazgo en condiciones adversas, analiza en su libro "Lecciones deliderazgo. Las 10 estrategias de Shackleton en su gran expedición antártica" la hazaña de este último de cómo convertir un fracaso en
un rotundo éxito y de cómo mantener el liderazgo en una situación extrema, al intentar que una expedición a su mando fuese la
primera en atravesar la Antártida en 1914 .
Tras conocer las estrategias que expone el
autor, en una entrada posterior, veremos como una situación similar, la
padecida por la expedición de Vilhjamur Stefansson, que intentó atravesar el Ártico
en 1913, obtuvo resultados radicalmente
distintos, debidos, en gran parte a la falta de liderazgo.
"Se
buscan hombres para viaje peligroso. Salario bajo, frío agudo, largos meses en
la más completa oscuridad, peligro constante, y escasas posibilidades de
regresar con vida. Honores y reconocimiento en caso de éxito."
Éste era
parte del texto que el explorador Ernest Shackleton insertó
en la prensa británica en 1913 para reclutar una tripulación con la que
afrontar un enorme desafío: atravesar por primera vez la Antártida. Pese a la
crudeza y sinceridad del anuncio Shackleton recibió unas 5.000 solicitudes, lo
que es una buena muestra del interés que despertó el reto. Sin embargo, la
expedición jamás consiguió su objetivo, pues lo que inicialmente iban a ser 120
días de marcha sobre el hielo acabó convirtiéndose en un calvario de 21 meses
en condiciones extremas y privaciones inimaginables. Afortunadamente, los 28
hombres que partieron consiguieron volver, escribiendo una de las páginas más
extraordinarias de la exploración polar.
La misión de
Shackleton era atravesar por primera vez
el continente antártico y tenía una visión clara y un plan para conseguirlo.
Tenía como lema para la expedición el de su familia: “fortitudine vincimus”
(vencemos por resistencia), que fue adoptado por toda la tripulación.
Encontró un barco al
que llamó Endurance, especialmente diseñado para un viaje polar, pero que no
podía navegar sobre el hielo. El viaje comenzó a finales de agosto de 1914 y el
19 de enero de 1915, cuarenta y cinco días después, encallaron y quedaron
atrapados en el hielo a 96 kilómetros del continente antártico y a 550 km. Del
depósito de víveres más cercano en la isla Paulet. Los marineros se prepararon
a pasar el invierno a bordo y Shackleton tomó varias decisiones para fomentar
la cohesión del grupo con lo que consiguió que los miembros de la tripulación
estuviesen muy unidos. El 27 de octubre de 1915 (día 327 de la expedición) el
barco se hundió y decidieron dirigirse hacia el mar, haciendo una marcha de
cientos de kilómetros por el hielo, pero no tardaron en encontrar un témpano
enorme que les impedía avanzar por lo que decidieron permanecer en él hasta que
la deriva del mismo les acercase a la isla Paulet. A finales de diciembre la
moral del grupo había decaído, por lo que para combatir el sentimiento
creciente de inutilidad intentaron, de nuevo, arrastrar los botes por el hielo
hasta mar abierto. No tuvieron éxito y se produjo el “motín de un hombre”
porque el carpintero MC Neish se negó a seguir adelante argumentando que había
firmado un contrato para realizar los servicios “a bordo”, olvidando que una
cláusula especial le obligaba a realizar cualquier trabajo, no sólo a bordo
sino también en los botes o en la costa.
Shackleton respondió convocando una reunión, sofocando el motín y
permaneciendo en el témpano durante unos meses más. A principios de abril vieron que éste había
menguado de ochocientos a doscientos metros por lo que decidieron lanzar los
tres botes salvavidas al mar y navegaron
durante cinco días y medio hasta llegar a un islote árido llamado Isla
Elefante. Por primera vez en 497 días pudieron pisar tierra firme y a pesar de la extrema debilidad que padecía
todo el grupo consiguieron construir refugios con los botes salvavidas, restos
de velas y ropas. Se encontraron con
dificultades para encontrar alimento en la isla por lo que Shackleton seleccionó a cinco miembros del grupo para
que le acompañasen a buscar ayuda en uno de los botes.
Durante 16 días
navegaron en condiciones muy difíciles hasta que 522 después de comenzar el
viaje volvieron a la isla de Georgia del Sur de la que habían partido. Se
encontraron con el problema de que desembarcaron en la zona habitada de la isla
por lo que Shackleton y los otros dos miembros de la expedición que se
encontraban en mejor estado emprendieron una marcha de enormes riesgos entre
glaciares hasta que tras tres días llegaron
a la estación ballenera de Grytviken donde les prestaron ayuda para
rescatar a sus compañeros que se encontraban en el otro extremo de la isla.
Posteriormente
Shackleton intentó rescatar al resto de miembros de la expedición utilizando
tres barcos diferentes pero fracasó. En
el cuarto intento lo consiguió, 128 días después de la partida del bote en
busca de ayuda, el día 30 de agosto de 1916.
El liderazgo en la
expedición fue ejercido porShackleton, pero con la colaboración, según las
cirscunstancias lo determinaron, de varios integrantes de la expedición, demostrando que es clave movilizar el
liderazgo desde varias fuentes. Una de las más importantes
provino de Frank Wild, viejo amigo de Shackleton, cuyo carácter discreto
equilibraba el osado de éste. Ambos seleccionaron a otros veinticinco
exploradores. Era un grupo formado por profesionales de distintas disciplinas y
procedencia social, al qu buscaron cohesionar desde el principio.
Las 10 estrategias de
Shackleton, según Dennis Perkins son:
1.-
NUNCA PIERDA DE VISTA LA ÚLTIMA META Y
CONCENTRE SUS ENERGÍAS EN OBJETIVOS A CORTO PLAZO.
Los líderes que llevan
a sus organizaciones al límite deben canalizar la energía hacia dos metas
igualmente importantes: primero tienen que ser conscientes de su último
destino, el objetivo estratégico a más largo plazo y mientras se persigue es
preciso focalizar los recursos escasos de la organización en las tareas
críticas a corto plazo que generan impulso y aseguran la supervivencia.
Shackleton demostró su
capacidad para adaptarse y cambiar su
objetivo inicial de atravesar la Antártida y centrarse en conseguir la
supervivencia y el rescate de todos los expedicionarios. Escribió: "Un
hombre debe saber adaptarse a un marco nuevo y el antiguo debe desaparecer
inmediatamente". Careciendo de perspectiva alguna de rescate y ante un
futuro incierto con escasas posibilidades de supervivencia, en el momento en
que el Endurance es definitivamente aplastado por toneladas de
hielo, dijo a la tripulación: "Ahora nos vamos a casa". Con estas palabras, acompañadas de su
convicción de que lo lograrían consiguió inspirar a todos y reforzar la idea de
que alcanzarían su objetivo. Con el fin de mitigar la ansiedad buscó cualquier
oportunidad para llevar a cabo acciones concretas y decisivas para concentrar
las energías en tareas inmediatas. De
esta forma, aunque en algún caso resulten infructuosas, se evita el desánimo al
pasar a otra inmediatamente e ir consiguiendo pequeñas victorias.
La capacidad de
Shackleton para crear estructura y orden era eficaz , aunque hubiera poco que
hacer, porque las rutinas daban una sensación de estabilidad y sofocaban la
ansiedad existente sobre el futuro.
La incertidumbre y la
ambigüedad son inevitables cuando los líderes se mueven por terrenos sin
explorar. El establecimiento de estructuras organizativas críticas pueden dar a
los profesionales el sentido de orden que necesita para ser productivo. Los
líderes deben cultivar la habilidad de supervisar el estado de cada componente
del grupo y percibir cuando empiezan éstos
a abrumarse para redirigir la energía negativa hacia actividades que les
distraigan de sus propios problemas y enfocarla hacia resultados positivos.
2.-
DÉ EJEMPLO PERSONAL CON SÍMBOLOS Y CONDUCTAS VISIBLES Y FÁCILES DE RECORDAR.
a).-
Pronunciar el discurso oportuno. Shackleton en una situación en que las
perspectivas eran completamente desfavorables pronunció unas palabras con las que transmitió a los miembros de su tripulación una visión
realista y equilibrada de la difícil situación que estaban viviendo y reforzó en éstos la creencia de que la
supervivencia dependía de ellos mismos.
El discurso oportuno
debe ser auténtico y pronunciado con sinceridad, sin histrionismos, siendo más
importante que contenga una buena dosis de corazón que un lenguaje florido.
Cuando la situación es
desalentadora, los profesionales tienen miedo y no conviene un mensaje jovial y
demasiado emocional, sino un discurso que tranquilice y reafirme, que sea
directo y firme.
b).-
Mantenerse visible para que los profesionales sean conscientes de quién es el líder. Shackleton
conocía la importancia que tenía demostrar con actos y palabras que él era un
líder que cumplía con su obligación y supo sacrificarse por sus hombres y dar ejemplo en todo momento.
3.-
INSPIRE
OPTIMISMO Y AUTOCONFIANZA, PERO AFÉRRESE A LA REALIDAD.
La capacidad de ser
optimista es la cualidad que marca la diferencia en situaciones difíciles. Permite
fijar retos, que en otras ocasiones parecerían imposibles de alcanzar, y
convencer a los demás de que juntos pueden lograrlos.
La forma de desarrollar
un sentimiento optimista consiste en enviar mensajes positivos que se
sobrepongan a las voces de desánimo y pesimismo. Martin Seligman en su teoría
del optimismo aprendido ha estudiado los
efectos de hablarse a sí mismo de manera optimista empleando el modelo ACCDE:
a).- Identificar la
adversidad.
b).- Observar la
interpretación personal sobre el hecho.
c).- Reconocer las consecuencias que tiene pensamiento (p.ej:
desánimo).
d).- Efectuar un debate
interior sobre el pensamiento negativo con argumentos sólidos basados en la
evidencia.
e).- Generar la energía
y los sentimientos necesarios para sobreponerse a la adversidad.
Es importante no sólo
cultivar el optimismo a nivel personal, sino que debemos, como hizo Shackleton,
transmitir el enfoque positivo.
El explorador convirtió
el lema "tienes que ser condenadamente optimista" en el principio
operativo central de la expedición; era una disciplina que se debía aprender y cultivar.
No sólo exhortaba a sus compañeros a que tuvieran esperanza sino que también
era un maestro sutil a la hora de transmitir las posibilidades de futuro y la
energía positiva que permitía mantener unido al grupo.
El optimismo puede ser
infundido por líderes capaces de reformular situaciones desastrosas en eventos
positivos, no olvidando la realidad.
4.- CUIDE DE SÍ MISMO; MANTENGA SU RESISTENCIA Y
DÉJESE DE COMPLEJOS DE CULPA.
Los líderes eficaces tienen
que tener altos niveles de energía, resistencia y capacidad de manejar el
estrés. en situaciones límites deben demostrar su preocupación por los demás y
han de vigilar la salud de quienes trabajan para ellos, sin olvidar que ellos
también deben cuidarse y asumir que tienen sus límites.
Los líderes no deben
ser unas figuras estoicas y solitarias, pueden y deben conseguir el apoyo de
los que les rodean para que les asistan en la toma de decisiones correctas en
beneficio del grupo. Shackleton compartió con Frank Wild sus temores y
preocupaciones, así como en otras ocasiones con el capitán del barco.
Las situaciones límite fuerzan
a los líderes a tomar decisiones que, en ocasiones pueden no ser acertadas y
que les ocasionan sentimientos de culpa. Hay que evitar los errores todo lo
posible, pero los líderes que piensan en ellos sólo agravan el problema porque
los sentimientos de culpa distraen, hacen perder el foco e impiden hacer frente
al reto siguiente.
5.-
REFUERCE CONSTANTEMENTE EL MENSAJE DE GRUPO: SOMOS UNO Y VIVIREMOS O MORIREMOS
JUNTOS.
El trabajo en equipo es
fundamental en las organizaciones actuales ya que los retos a los que se
enfrentan éstas sólo pueden vencerse mediante un esfuerzo compartido. Para conseguirlo es importante.
a).-
Establecer una identidad compartida. Shackleton seleccionó
a un grupo heterogéneo de profesionales, como ya hemos visto, por lo que se
preocupó de formar un equipo y todo lo que hacía estaba diseñado para promover el mensaje de la unidad del grupo y
crear un sentimiento de identidad compartida. El resultado de la continua
afirmación de unidad de grupo fue que , casi al final de la expedición, cuando
Shackleton tuvo que dividir el grupo y
partir hacia Georgia del Sur, el sentido de cohesión siguió intacto y no hubo
temor alguno de que los compañeros abandonasen al resto: eran uno.
b).-
Reforzar el mensaje de grupo a través de la comunicación.
Un equipo unido es aquel en el que todos sus miembros comprenden la tarea que
tienen que llevar a cabo y sienten una profunda responsabilidad personal por el
éxito de los esfuerzos del grupo. Para
que esto suceda, cada persona debe tener una visión clara de los desafíos que
tiene el grupo, lo que implica compartir abiertamente la información, las
posibilidades de actuación y las consecuencias potenciales de dichas
posibilidades.
c).-
Utilizar las distintas capacidades de los miembros del equipo. Shackleton demostró una gran habilidad para
comprender los temperamentos y competencias de cada uno de los miembros de la
expedición y para enfocar estas cualidades para satisfacer las necesidades de
la misma, evitando favoritismos. El resultado fue que todos los miembros de la
misma contribuyeron al máximo , y el líder evitó muchos problemas que de otro
modo podrían haber surgido.
buen analisis
ResponderEliminarMuy buen resumen Isabel. Sin duda un gran libro de referencia. Y si me lo permitís, y para aquellos a los que les interese continuar profundizando en la temática, recientemente ha salido una publicación que analiza las 8 claves de la personalidad de este indudable líder. Os dejo el enlace con los datos generales: http://www.alianzaeditorial.es/libro.php?id=3911014&id_col=100508. ¡Muy recomendable!
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