Grace Saunders en hbr.org del pasado 5 de julio
plantea que existen, en la actualidad, muchos modelos que ayudan a explicar y
predecir el burnout, que es ahora, como comentamos en una entrada anterior, un
diagnóstico médico oficial según la Organización Mundial de la Salud. Uno de
ellos: el modelo de las áreas de la vida laboral, fruto de las investigaciones
de Christina Maslach y Michael P. Leiter, identifica 6 áreas en las que podemos
experimentar desequilibrios que conduzcan al burnout. Éstas son:
1.- EXCESO DE CARGA DE TRABAJO
Cuando tenemos una carga de trabajo que se ajusta a
nuestras capacidades podemos realizar nuestro trabajo de forma eficaz, tenemos
oportunidades de descanso y recuperación y disponemos de tiempo para nuestro
crecimiento y desarrollo profesional. Si nos sentimos sobrecargados
continuamente estas posibilidades de restaurar nuestro equilibrio no se
producen.
Para valorar el estrés que nos puede estar ocasionando
nuestra carga de trabajo la autora recomienda que comprobemos cómo considerando y trabajando adecuadamente en las
siguientes áreas: la planificación de nuestro trabajo, el establecimiento de
prioridades, la delegación de tareas, saber decir no y la obsesión con el
perfeccionismo. Si no hemos abordado estos factores debemos intentar hacerlo y
ver cómo nos sentimos. Para muchos profesionales, especialmente aquellos que
necesitan agradar siempre a los demás, un esfuerzo proactivo dirigido a reducir
su carga de trabajo puede reducir significativamente sus sentimientos de
burnout y facilitar un espacio para el descanso.
2.- PERCEPCIÓN DE FALTA DE CONTROL
Sentir que no tenemos autonomía, que carecemos del
acceso correcto a los recursos y que no tenemos nada que decir en relación con
las decisiones que impactan en nuestra vida profesional puede afectar
negativamente a nuestra sensación de bienestar. Si parece como si no tuviésemos
ningún control debemos preguntarnos qué es lo que está haciendo que nos
sintamos así. Puede ser, por ejemplo, que nuestro jefe nos haga sentir que
debemos estar permanentemente a su disposición o que las prioridades en nuestro
trabajo estén cambiando constantemente y parezca, por tanto, que nunca podemos
terminar a tiempo algo.
En estos casos
debemos preguntarnos qué podemos hacer para modificar estas situaciones, si,
por ejemplo, podemos pedir a nuestro jefe que establezca unos límites horarios
para no tener que estar respondiendo a sus requerimientos las 24 horas del día,
o si podemos llegar a acuerdos sobre cómo mantener ciertas prioridades sin
cambiar constantemente. Una vez que hemos considerado cada una de las áreas que
pensamos nos están afectando negativamente podemos ver qué podemos hacer qué
podemos hacer para cambiar nuestro entorno y qué es lo que no vamos a poder
modificar independientemente de nuestros esfuerzos.
3.- FALTA DE RECOMPENSAS
Si las recompensas
extrínsecas e intrínsecas de nuestro trabajo no se ajustan a la cantidad de
tiempo y esfuerzo que le dedicamos tenderemos a sentir que la inversión no
merece los resultados.
En estas
situaciones debemos procurar determinar exactamente que necesitamos para
sentirnos apreciados adecuadamente e intentar conseguirlo. Por ejemplo puede
ser que necesitemos pedir una subida de sueldo o una promoción o un feedback
positivo de vez en cuando o poder pasar más tiempo hablando con el jefe.
4.- ENTORNO LABORAL TÓXICO
La calidad de las personas y de las relaciones que se
establecen en el medio laboral es determinante para nuestro bienestar. En
muchas ocasiones no podemos elegir a nuestros compañeros y clientes pero
podemos intentar mejorar las dinámicas que establecemos con ellos. Puede
consistir en algo tan sencillo como preguntar a los demás cómo les va y
escuchar activamente o mandar un correo felicitando por una presentación. El
burnout puede ser contagioso por lo que para elevar nuestro compromiso
individual debemos intentar cambiar la moral del equipo. Si fracasamos y vemos
que las relaciones no han mejorado puede haber llegado el momento de cambiar de
trabajo.
5.- FALTA DE EQUIDAD Y JUSTICIA
Tenemos que reflexionar sobre s creemos que estamos
recibiendo un trato justo, Por ejemplo si nuestras contribuciones son
reconocidas o si otros compañeros son felicitados y nuestro trabajo pasa
desapercibido o si otros reciben recursos adicionales y nosotros no.
Si sentimos que una falta de equidad está
incrementando nuestro burnout debemos empezar a exponer nuestras quejas ya que en ocasiones los demás no son
conscientes de sus sesgos y prejuicios o no actuarán hasta que formulemos
nuestras peticiones.
6.- INCOMPATIBILIDAD DE VALORES
Si valoramos mucho algo que nuestra organización no
aprecia nuestra motivación para trabajar duro puede disminuir de forma
significativa. Los ideales y las motivaciones tienden a estar profundamente
enraizados en los individuos y organizaciones. Cuando evaluamos este elemento
de burnout tenemos que considerar cuidadosamente la importancia que tiene para
nosotros que encajen nuestros valores con los de nuestra organización.
También tenemos que analizar los valores de los
líderes y la forma en que nuestros jefes y nuestro equipo utilizan los recursos
y toma decisiones y si nos sentimos cómodos con ellas. Si difieren en gran
medida nuestros valores y los suyos puede ser que haya llegado el momento de
buscar nuevas oportunidades.
Al hablar de burnout no debemos pensar sólo en
cansancio ya que es un proceso de muchas facetas que requiere una solución,
también, con muchas facetas.
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