miércoles, 23 de noviembre de 2022

CÓMO AYUDAR A CAMBIAR LA FORMA DE PENSAR: EL MÉTODO SCHEREZADE

 


Manfred Kets de Vries en INSEAD Knowledge del pasado 11 de noviembre plantea que cambiar la forma de pensar de alguien es complicado. Con frecuencia nos encontramos ante situaciones en las que se requiere que influyamos en los demás para animarles a cambiar. Pero, alterar el comportamiento o la forma de pensar de otras personas puede ser extremadamente  difícil, por lo que de Vries sugiere emplear el método que llama de Scherezade, en recuerdo a la protagonista de “Las mil y una noches” y su estrategia para evitar morir decapitada por orden del rey, para ayudar a las personas a identificar las barreras y obstáculos que les impiden vivir vidas satisfactorias.

Este método consta de siete pasos:

1.- No imponer nuestra forma de pensar

Debemos resistir la tentación de directamente decir a la persona el camino que debe tomar. Los consejos directos pueden producir efectos indeseados como la retirada o resistencia del receptor de los mismos.

2.- Mostrar empatía y ayudar a analizar los sentimientos ambivalentes

Tenemos que procurar escuchar cuidadosamente lo que la persona dice e intentar contemplar las cosas desde su punto de vista. Al entender la fuente de sus preocupaciones e inseguridades podemos ayudar a la persona a enfrentarse a ellas y superarlas.

3.- Plantar la semilla de una duda

Buscar,  encontrar y mostrar ejemplos relevantes que ayuden a que la persona dude y reconsidere sus valore su comportamiento.

4.- Comunicar cuáles pueden ser las consecuencias

Observar el comportamiento de la persona con la que estamos tratando y demostrarle que existe una relación clara entre sus acciones y las consecuencias.

5.- Aprovechar el poder del “judo psicológico”

Éste consiste en moverse con y no contra cualquier cosa que tenga que hacerse para romper las defensas de la otra persona e influir en el resultado. Cuando un judoca desestabiliza a su oponente tiene la oportunidad de influir en el movimiento siguiente.

Por tanto, hay que evitar mostrarnos argumentativos y procurar trata a la persona de forma suave y aparentemente discreta.

El “judo psicológico” puede ser una manera efectiva de suavemente alentar a las personas, sea para que compartan su opinión, ver una nueva perspectiva o seguir un camino diferente.

6.- Dar autonomía y apoyar su transformación

Animar a la persona a explorar sus propias ideas y ayudarle a identificar comportamientos y perspectivas alternativas. Una vez ha seleccionado la forma en que quiere cambiar apoyarle para crear un plan de acción.

7.- Guiar pero no forzar el cambio

De forma muy respetuosa ayudar a la persona a que baraje las distintas opciones y confiar en su habilidad para gestionar cualquier cambio por sí misma.

Aunque no pretendamos cambiar a alguien, podemos animarle a qe examine de forma profunda sus valores, prioridades, intereses, sentimientos, estados de ánimo, deseos, sueños, miedos y recelos.

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