miércoles, 2 de octubre de 2024

ERRORES QUE COMETEMOS EN LAS TRANSICIONES DE CARRERA

 


Britta Bibel-Cavarallo en SmartBrief on Leadership del pasado 25 de septiembre plantea que los camvios de puesto de trabajo ofrecen oportunidades de crecimiento pero deben ser realizados con mentalidad estratégica y serenidad.

En medio de las transiciones de carrera los ejecutivos con frecuencia se encuentran ante momentos cruciales, al buscar un cambio que promete no solo un ascenso profesional sino una vida personal más enriquecedora. Pero, navegar esta transformación puede estar llena de complicaciones si no se gestiona cuidadosamente, que pueden arruinar hasta los planes mejor intencionados. La autora sugiere para mejorar la experiencia evitar los siguientes errores comunes para asegurar una transición de carrera suave y adecuada:

1.- No enfrentarnos y entender nuestras barreras personales

El primer paso en una transición de carrera bien pensada incluye una introspección profunda para identificar, entender y superar las barreras personales. Muchos ejecutivos no tienen en cuenta esta fase crucial de detección de puntos ciegos, erróneamente pensando que los factores externos son los que únicamente dictan su trayectoria profesional.

Ignorar obstáculos internos, tales como el miedo al cambio, la falta de autoconocimiento, de historias sin reflexionar u objetivos personales y profesionales poco claros pueden dificultar el progreso. Es esencial involucrarnos en una autoexploración concienzuda para descubrir qué es lo que de verdad nos está reteniendo y cómo podemos navegar a través de estos desafíos para ir hacia delante de forma eficaz.

2.- No tener un propósito y una priorización definidas

Un sentido claro de un propósito es el factor que guía a los ejecutivos durante su tumultuoso camino por la transición profesional. Sin él es fácil perder el foco y desviarse. Muchos directivos cometen el error de no dedicar tiempo a identificar sus motivaciones principales y en analizar cómo éstas se alinean con sus aspiraciones de desarrollo de carrera.

Además no establecer prioridades y límites puede conducir a burnout e insatisfacción, por lo que tienen que delinear lo que es más importante en sus vidas y carreras y establecer barreras para proteger dichas prioridades, asegurando un enfoque equilibrado para alcanzar esas metas.

3.- Descuidar el poder de la presencia y la consciencia

En el mundo acelerado actual contar con la habilidad de mantenerse presente y consciente es un valor importante, especialmente en los momentos de transición. Pero muchos directivos caen en la trampa de actuar con el piloto automático activado, reaccionando ante las situaciones en lugar de respondiendo intencionadamente,

La falta de presencia puede conducir a oportunidades perdidas y a una disminución de la influencia. Cultivar mindfulness y aprender a reconocer y a gestionar tendencias reactivas puede ampliar la eficacia personal y en la toma de decisiones, promoviendo el avance profesional.

4.- Subestimar la importancia del bienestar físico

La salud física y los niveles de energía son fundamentales para mantener la productividad y la motivación durante el proceso de  transición de carreras y posteriormente, pero muchos directivos descuidan su bienestar, erróneamente priorizando el trabajo sobre todo lo demás, lo que puede conducir a un empeoramiento de su desempeño y a un incremento del estrés. Integrar actividad física regular, nutrición y descansos adecuados en su rutina es crucial para mantener la energía y para poder centrarse de forma apropiada para lograr alcanzar  los objetivos profesionales.

5.- No considerar estrategias de comunicación e influencia

La comunicación eficaz y la habilidad de influir en los demás son habilidades críticas para los ejecutivos, especialmente durante las transiciones. Explorar y adoptar estrategias que se alineen con nuestro yo verdadero amplia de forma significativa nuestra capacidad de articular visiones, negociar de forma eficaz y liderar con seguridad y confianza.

6.- Mostrar indecisión ante los compromisos y perder de vista la meta

Finalmente, una transición de carrera exitosa requiere un compromiso decidido y un foco mantenido en el objetivo final. Pero es frecuente que los directivos experimenten momentos de duda o tentación por ganancias a corto plazo que los desvíen de sus objetivos a largo plazo.  Confirmar regularmente las motivaciones y el compromiso personales y el progreso es vital para mantenerse sin desviaciones. Cuando los desafíos surgen el contar con estrategias para realinear los objetivos propios asegura las posibilidades de alcanzar una transformación y un desarrollo de carrera gratificantes.

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