Charlie Gilkey en “Start finishing. How to go from idea to done” , que estamos comentando, plantea cómo utilizar las claves para neutralizar los factores que se combinan entre ellos para conseguir
evitar que dediquemos nuestros días a trabajar en lo que más nos importa y para
liberar nuestro mejor trabajo y vencer las limitaciones.
En un mundo ideal cada
uno de los obstáculos que hemos visto en el “sándwich de aire” tendrían una
sola llave que los resolvería y solo nos enfrentaríamos a uno cada vez. En el
mundo real con frecuencia nos encontramos ante varios obstáculos dominantes al
tiempo que afectan a diversos proyectos y debemos multiplicar las claves para
superarlos.
El autor propone que
las siguientes claves parecen ser las más eficaces para hacer palanca para
apartar los obstáculos de nuestro camino. Con esta finalidad tenemos que para:
1.-
ALINEAR PRIORIDADES EN COMPETENCIA
Las prioridades en
competencia con frecuencia son resultado de no ser capaces de reconocer
nuestras prioridades y de no ser conscientes de como nuestras metas y planes
pueden terminar yendo cada uno por su lado. Por tanto las claves para alinear
las prioridades que se encuentran en competencia serían en relación con:
a).- Consciencia:
aclarar que es lo que verdaderamente nos importa.
b).-
Disciplina: abordar las cosas más importantes
primero, aunque sea más fácil rendirse.
c).-
Límites: establecer las estructuras y expectativas que
limiten la influencia de las prioridades de otras personas.
2.-
ELIMINAR NUESTRA BASURA MENTAL
Reconocer que existe no
significa que nos abandone. Solo por el hecho de que algo no sea verdad no
quiere decir que no ejerza algún tipo de influencia sobre nosotros. Las
siguientes claves nos ayudarán a borrarla trabajando en relación con:
a).-
Consciencia: debemos ser capaces de identificar las
creencias y patrones autolimitantes y derrotistas que pueden estar presentes y
discernir lo que es real de lo que es simplemente basura.
b).-
Coraje: tener la valentía de cuestionar dichas creencias y
diseñar experimentos que mitiguen esos patrones aceptando la realidad de que
nuestras elecciones y respuestas han contribuido a cocrear aquello que estamos
experimentando.
c).-Disciplina:
asumir la responsabilidad de cambiar y mantener nuestro cuestionamiento de
nuestras creencias y nuestra experimentación para dicho cambio. El coraje sin
disciplina lleva a pruebas diversas y breves en lugar de a cambios profundos.
3.-
CREAR PLANES REALISTAS
Debemos recordar
primero que los planes ofrecen claridad y no certidumbre. Muchas personas hacen
planes y se sienten insatisfechos porque saben lo que tienen que hacer pero no
están seguros de si les llevará al éxito. En relación con los planes las claves
principales son:
a).-
Consciencia: tenemos que ser conscientes de cuándo
puede ser que falle, cuándo puede hacernos
brillar y cuándo debemos plantearnos abandonar el plan.
b).-
Disciplina: mantener el plan cuando aparezcan
“objetos brillantes” que pueden intentar distraernos o que nos desviemos del
mismo.
c).-
Intención: Contar con una meta útil y específica.
Para evitar lo que decía Lewis Carroll: “ Si no sabes hacia dónde vas cualquier
camino te puede llevar a ello”.
4.-
SUPERAR LA FALTA DE RECURSOS
Es poco frecuente que
nos encontremos ante una situación en la que contemos con todos los recursos
que deseamos tener para realizar nuestro mejor trabajo. Aprender a ser
ingenioso independientemente de cuantos recursos tengamos es una habilidad que
hay que desarrollar durante toda nuestra vida. Las siguientes claves nos
ayudarán a saber cómo utilizar lo mejor posible lo que tengamos:
a).-
Consciencia: centrarnos en lo que tenemos más que en
lo que no tenemos. Debemos preguntarnos a nosotros mismos:
·
¿Cómo puedo realizar el proyecto aunque no tenga X?
·
¿Qué es lo que tengo y no estoy
utilizando para completar el proyecto?
b).-
Disciplina: La eficiencia requiere disciplina y
muchos de nosotros no estamos utilizando lo que tenemos de forma eficiente.
Tenemos que hacernos la pregunta de cómo podemos utilizar mejor los recursos
que ya tenemos.
c).-
Coraje: tener el valor de comprometernos más profundamente
en menos proyectos. Con frecuencia no centramos nuestros recursos hacia menos
objetivos y proyectos porque no estamos seguros de que podremos triunfar con
ellos y por tanto queremos ampliar nuestras posibilidades. El resultado es que
podemos estar invirtiendo demasiado poco en los proyectos por lo que no pueden
tener éxito y estamos perennemente dispersos. Tenemos que plantearnos cómo
utilizaríamos nuestros recursos si no estuviésemos intentando llegar a todo
para evitar fracasos.
5.-
CONSEGUIR QUE EL EQUIPO TRABAJE CONMIGO Y PARA EL PROYECTO
Contar con un equipo
alineado es fundamental para tener éxito en un proyecto. Teniendo en cuenta que
las personas tenemos cada una nuestros planes y que no podemos leer lo que está
en la mente de los demás debemos
conseguir que el equipo trabaje con nosotros para cumplir el plan establecido.
Las siguientes son claves que pueden ayudar en relación con:
a).-
Consciencia: conocer qué es lo que realmente deseamos, necesitamos
y soñamos hacer para ser capaces de comunicarlo claramente a los demás.
b).-
Límites: establecer las expectativas, estructuras y espacio
para facilitar nuestras metas. Asignar tiempos y personas específicos para las
tareas.
c).-
Coraje: tener el valor de ocupar espacio, pedir ayuda y
dejar de hacernos los mártires esperando que de esta forma los demás nos
aprecien.
Tenemos que tener en
cuenta que cuanto más valoramos algo más podemos estropearlo porque el tener
éxito o fracasar es muy importante para nosotros. Para escoger una idea que nos
importe la parte de nosotros mismos que quiere desarrollarse y hacer su mejor
trabajo debe vencer a aquella que busca la seguridad y comodidad y se deja
llevar por nuestra “basura mental”. Por ejemplo ésta se puede presentar en
relación a un proyecto:
a).- Antes de comenzar
a trabajar alrededor de una idea haciendo que nos preguntemos: “¿Quién soy yo
para abordar este proyecto?, ¿”Este proyecto realmente importa?, ¿Este proyecto
es suficientemente original? O ¿Puedo realmente hacer esto?
b).- Durante la
ejecución del proyecto al preguntarnos, por ejemplo: ¿Cómo voy a conseguir
reconducir este proyecto? , ¿Por qué este proyecto me resulta tan complicado?,
¿A alguien le importa realmente si termino este proyecto? O ¿Es este proyecto
lo que debo estar haciendo en este momento?
c).- Al finalizar el
proyecto hace que nos preguntemos: ¿Es el proyecto lo suficientemente bueno?,
¿Qué pensarán los demás de mí? o ¿Qué puede pasar si he olvidado algo
importante?
Ante estas dudas una
respuesta natural es seleccionar ideas más sencillas para trabajar con ellas.
El agotamiento, la frustración y el deseo de ver que hacemos algo nos lleva a
creer que cambiar de proyecto puede ser una buena idea. Pero frecuentemente
volveremos a caer en nuestra “basura mental” que nos generará inquietudes
similares a las anteriores.
No hacer nuestro mejor
trabajo nos conduce a una situación de “estreñimiento creativo” que implica que
en determinado momento somos demasiado tóxicos para aceptar nuevas ideas porque
no somos capaces de darles salida. Se produce porque mostramos ideas e inspiraciones que se convierten en
aspiraciones, metas y proyectos y en un momento determinado si nos les transformamos
en proyectos finalizados empiezan a pasarnos
factura y como en el caso del estreñimiento físico se vuelve tóxico y no queremos
aceptar más ideas o proyectos nos sentimos llenos y hartos y podemos empezar a
sentir resentimiento hacia los demás que vemos que están realizando su mejor
trabajo. Nuestra capacidad de sentir emociones positivas disminuye al tiempo
que la de captar sentimientos negativos se amplifica.
Otro factor a
considerar es el del desplazamiento que consiste en el hecho de que hacer algo
ahora excluye que hagamos otra cosa y pensar en ello nos puede ayudar a
centrarnos en lo que de verdad nos importa aceptando que tenemos limitaciones
en relación a nuestro tiempo y energía disponibles.
El hecho de comenzar a
abandonar algunos proyectos e ideas no es fundamentalmente una actividad mental
sino que es una actividad emocional ya que nuestra alma, emociones y energía
creativa se encuentran ligadas a esas ideas. En ocasiones también llevan
asociadas dinero y esfuerzo y nadie quiere olvidarse del dinero que ha invertido
en algo o sentir la vergüenza de ver
cómo fallan sus compromisos. Por tanto debemos aparcar los proyectos e ideas
que impiden nuestro crecimiento para dedicarnos a aquellas que si lo hacen,
teniendo en cuenta que decir ahora no no es lo mismo que decir no y es posible
que en algún momento podamos retomar o reconducir esos proyectos.
El autor propone para
poder seleccionar las mejores ideas y proyectos sugiere:
1.- Reservar dos horas
para realizar el siguiente ejercicio en algún lugar que no sea el habitual de
trabajo.
2.- Comenzar por hacer
un listado con las ideas y proyectos que queremos abordar. No deben ser
exclusivamente profesionales sino también relacionadas con nuestra vida
personal, como por ejemplo iniciativas con nuestra comunidad, adoptar una
mascota, …
3.- Plantear las siguientes
preguntas y poner un asterisco en los elementos de nuestra lista que cumplen
los criterios expuestos en las preguntas:
a).- ¿Qué elementos se
pueden suprimir sin ningún perjuicio para nosotros? Tenemos que buscar las
ideas y proyectos que en un determinado momento nos pudieron interesar pero que
ahora no son relevantes para nosotros, como por ejemplo la adquisición de una
formación para aspirar a un trabajo que ya no queremos.
b).- ¿Cuáles de estos
elementos nos aliviará saber que ya no son importantes para nosotros y los
podemos abandonar? Prestar más atención a cómo nos sentiremos cuando ya no los
consideremos que en lo que tenemos que hacer para dejarlos ir.
c).- ¿Cuáles de estas
ideas o proyectos responden a obligaciones o prioridades de otras personas y no
nos ayudan a nuestro desarrollo y crecimiento?
d).- ¿Cuáles de estos
elementos pueden ser buenas ideas pero no están relacionados con algo que nos frustre,
enoje, irrite, inspire o atraiga? No podemos generar la llama que impulse
nuestro proyecto a partir de una buena idea si no sentimos un destello
emocional que nos motive.
De esta forma podremos
eliminar muchos elementos de nuestra lista y de nuestras vidas.
4.- Seleccionar el
proyecto que más nos importa cogiendo la breve lista resultante una vez
eliminados los elementos superfluos y planteando las siguientes cuestiones:
a).- Imaginar que
estamos celebrando con alguien querido lo más importante que hemos hecho el
pasado año. ¿Si solo podemos elegir uno de los elementos de la lista cuál
sería?
b).- ¿Cuál de los
elementos de la lista nos generaría mayor angustia suprimir?
c).- ¿Cuál de los elementos
de la lista hace que no nos importe madrugar o trasnochar o dedicar las horas
que sean necesarias para su abordaje?
d).- ¿Cuál de los
elementos de la lista es el que una vez finalizado tendrá un mayor impacto
dentro de 5 años para nosotros?
e).- ¿Cuál de los
elementos de la lista merece que le asignemos uno de los “huecos” que tenemos
en nuestra limitada disponibilidad de tiempo?
Idealmente destacará
una idea como ganadora, pero en el mundo real lo más frecuente es que sean dos
o tres. En este caso seleccionar la elegida en el apartado c).
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