miércoles, 11 de abril de 2018

CÓMO COLABORAR CUANDO NO EXISTE CONSENSO


Adam Kahane, en strategy+business del pasado 3 de abril, plantea que en ocasiones nos vemos obligados a tener que colaborar con personas con las que no estamos de acuerdo o en las que no confiamos. En estos casos aunque los conflictos parezcan irresolubles debemos ser capaces de avanzar y buscar soluciones.

El modelo convencional de colaboración  en el mundo de las organizaciones consiste en asistir a numerosas reuniones para intentar llegar a acuerdos sobre:

a).-  El propósito común.

b).- El problema.

c).- La solución al problema.

d).- El plan para ejecutar la solución.

e).- Lo que tiene que hacer cada persona para ejecutar el plan.

Conseguirlo requiere normalmente el equilibrio entre la autoridad del directivo y la adaptación del colaborador ya que en caso de no lograrlo, por ejemplo, el jefe puede pensar en una solución pero puede malograrse por la resistencia de sus colaboradores si pretende forzarla de forma unilateral. Para alcanzar este equilibrio los equipos tienden a colaborar y el jefe procura conseguir que los miembros de su equipo lleguen a ver la situación de una forma común para acordar una salida para poder avanzar.

En ocasiones puede ocurrir que cada persona tenga unos intereses diferentes, que el nivel de confianza entre ellos sea muy bajo, que nadie sea capaz de controlar la situación y que en lo único en lo que se pongan de acuerdo es en que la situación es inaceptable y que debe ser cambiada.

Cuando las personas tienen desacuerdos fundamentales entre ellas no pueden llegar a articular unos intereses mutuos armoniosos y pensar que pueden alcanzar acuerdos es irreal, por lo que existen pocas alternativas posibles. Se puede intentar imponer la solución y afrontar las repercusiones que se van a generar, podemos tratar de adaptarnos a una situación inaceptable o escaparnos y evitar la situación. Pero estas vías pueden no ser posibles y entonces la única salida es encontrar una forma de colaborar a pesar de las discrepancias.

Kahane propone, en estos casos:

1.- Aceptar la pluralidad de la situación. No tenemos que estar de acuerdo con la solución que se plantea, ni siquiera con el problema para avanzar. Cada persona puede buscar una misma solución por razones distintas.

2.- Experimentar para encontrar un camino hacia delante. Debemos procurar seguir intentando acometer diferentes planteamientos siendo conscientes de que no podemos controlar el futuro pero sí podemos influir en él. El éxito no consiste en hallar una solución sino en trabajar para conseguir una.
Construir escenarios juntos es una buena forma de trabajar con personas que no nos gustan porque no tenemos que estar de acuerdo en cuál es el problema y además al construir cada uno una historia podemos llegar a ver las realidades de los mundos de los demás.

3.- Considerarnos una parte del problema y no vernos como algo ajeno al mismo. No podremos avanzar hasta que no aceptemos que si no somos parte del problema no podemos ser parte de la solución. 

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