miércoles, 23 de julio de 2025

CÓMO ANCLAR EL LIDERAZGO ANTE UN MAR EN CONSTANTE MOVIMIENTO

 


Dave Coffaro en SmartBrief on Leadership del pasado 18 de Julio plantea que cuando olas tormentas de cambio se avecinan los equipos miran al líder para que les dirija.

Independientemente de la nueva tecnología, estrategias o datos que tengamos a nuestra disposición los principios fundamentales sobre cómo navegar durante los cambios no han cambiado. Los líderes con frecuencia se ven desbordados por la búsqueda de la nueva herramienta o modelo pero cuando las “aguas” se ponen turbias son los principios atemporales los que mantienen al barco equilibrado.  Éstos son:

1.- Los líderes son los que marcan primero el tono

Cuando todo está cambiando los miembros de los equipos instintivamente miran hacia arriba, hacia su líder. Si el líder titubea, reacciona excesivamente o parece confuso la disonancia se extiende con rapidez. El primer movimiento para navegar durante un cambio es interno, no externo. El líder no va a poder liderar a los demás a través de un cambio si no se ha preparado previamente. El autoconocimiento, la regulación emocional y la capacidad de cambiar nuestros ajustes internos se mantienen como aspectos cruciales y no negociables.

2.- La claridad vence a la certidumbre

Con frecuencia los líderes se atascan porque no tienen todas las respuestas. Pero el cambio demanda no tanto certidumbre como claridad. Los líderes deben encontrar serenidad y calma dentro del caos, no pueden esperar a que las aguas se calmen para actuar.

Tratar de predecir cada “ola” es fútil. En lugar de eso deben comunicar con claridad lo que saben, lo que no saben y lo que es más importante en cada momento. Su labor no consiste en predecir el futuro sino en aportar claridad al presente.

3.- El movimiento es la norma, no la excepción

Seguimos considerando al cambio como una modificación en la rutina cotidiana y no lo es, ya que es un proceso continuo. La labor del líder consiste en construir equipos y sistemas que prosperen dentro de los cambios.

4.- La adaptabilidad es más importante que el dominio

No necesitamos dominar todas las herramientas, pero si nuestra capacidad de adaptación. Los líderes que se aferran demasiado fuertemente a las competencias que les hicieron triunfar en el pasado con frecuencia tienen dificultades para liderar hacia el futuro.

Esto no significa que descartemos  nuestra experiencia, sino ampliar su ámbito. La adaptabilidad es una competencia esencial para el liderazgo.

5.- El elemento humano es siempre fundamental

Todo trabajo de transformación al final es humano. Podemos tener la mejor estrategia en el mundo pero si nuestros profesionales se sienten inseguros sobre el camino hacia el que se dirige la organización, confusos o poco comprometidos, la estrategia no va a servir para nada.

Los líderes deben mostrar empatía, estar presentes y fomentar la conexión, no olvidando que por muy atractivas que las nuevas tecnologías y estrategias puedan parecer sin lsa personas no se consigue nada.

6.- Las herramientas cambian, los principios se mantienen

Podremos tener cada vez herramientas, sistemas  y datos más sofisticados a nuestra disposición , pero no hay que confundir las herramientas con los principios. Lo que nos mantiene a través de una tormenta es la firmeza de la mano del líder en el timón.

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