viernes, 14 de agosto de 2020
miércoles, 12 de agosto de 2020
LA NECESIDAD URGENTE DE UN LIDERAZGO SOFISTICADO
Blair Sheppard y Susannah Anfield en strategy+business del pasado 31 de
julio plantean que la pandemia ha puesto de manifiesto una serie de paradojas
inherentes al trabajo de los líderes. Las crisis como la que estamos
experimentando hoy en día son una prueba de la que emergerán las verdaderas
capacidades de los líderes y se forjarán las reputaciones.
Como los autores expusieron en 2018 en su análisis de las 6 paradojas del
liderazgo los líderes que tienen éxito son los que son capaces de gestionar una
serie de contradicciones aparentes para poder crecer en un mundo rápidamente
cambiante. Deben tener la confianza para proyectar una estrategia clara y la
humildad de corregir y modificar si es necesario, de tener una visión amplia
mientras se aseguran que las operaciones cotidianas funcionan correctamente,
deben mantenerse anclados en las tradiciones que han hecho que sus
organizaciones triunfen mientras fomentan la innovación continua. Tienen,
además, que considerar lo que sus profesionales deben conseguir y utilizar la
tecnología adecuada que les ayude a alcanzarlo, pensar globalmente y actuar
localmente así como demostrar que tienen que negociar distintas opiniones
buscando un consenso mientras mantienen su integridad.
Mientras el mundo intenta recuperarse y superar el trauma colectivo y el
daño ocasionado por la pandemia y prepararse para ser resiliente ante futuras
crisis existe una necesidad urgente de que los líderes entiendan, acepten y
asuman estas paradojas. Los pasos para impulsar la recuperación son, según
Sheppard y Anfield los siguientes:
1.- REPARAR: LA NECESIDAD DE ACTUAR CON
RAPIDEZ E INTELIGENCIA
El primer paso consiste en reparar lo que se ha roto. Para poder reaccionar
rápidamente y con inteligencia los líderes deben tener la suficiente confianza
para tomar decisiones y actuar en un mundo incierto y la humildad de consultar
ampliamente, de reconocer cuando se han equivocado y de corregir el rumbo.
Deben ser “héroes humildes” uno de
los tipos del liderazgo paradójico. Por ejemplo, en los primeros días de la
pandemia se tuvieren que tomar decisiones con un grado enorme de humildad y
empatía, a través de la consulta de la opinión de los expertos buscando que las
opciones disponibles fuesen más claras. Ante este alto nivel de incertidumbre
es fácil que los líderes se sientan superados, se inmovilicen y luchen por
tomar decisiones claras y por comunicarlas eficazmente, siendo, también,
complicado, realizar ajustes cuando las situaciones cambian.
Para limitar y reparar los daños de la pandemia los líderes deben entender
cuál es su naturaleza, sus implicaciones globales, la posibilidad de una gran
variedad de resultados, al tiempo que tienen que gestionar las acciones que
estabilicen las operaciones de su organización, que mantengan el funcionamiento
de las cadenas de suministros y que faciliten, dentro de lo posible, el trabajo
en remoto. Deben ser, por tanto, buenos “ejecutores
estratégicos” , que es otra de las categorías del liderazgo paradójico.
La respuesta a la pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de
improvisar en el momento, ya fuese a través de nuevos protocolos de tratamiento
a nivel hospitalario o de la adaptación al trabajo on line. En muchas ocasiones
las compañías con un legado de excelencia operacional han sido las que más
rápidamente han sido capaces de desarrollar productos y servicios para hacer
frente a las nuevas necesidades y lo han hecho manteniendo su propósito
principal, mostrando otras de las categorías del liderazgo paradójico: “ innovadores respetuosos con las tradiciones”.
2.- REPENSAR: DISEÑAR EL PRESENTE CON EL FUTURO
EN MENTE
El ajuste de las organizaciones a las nuevas realidades se ha facilitado
por el uso de la tecnología ( por ejemplo de las plataformas y redes sociales).
Pero existen circunstancias en las que la tecnología no contribuye
adecuadamente por lo que los líderes deben ser capaces de promover tanto la
inteligencia emocional como la artificial: “
expertos en tecnología pero humanistas”
3.- RECONFIGURAR: ORGANIZAR PARA EL FUTURO
Al reflexionar sobre la gran cantidad de experiencias compartidas que la
pandemia ha creado tenemos la oportunidad de moldear el futuro de una forma
nueva. Como individuos y miembros de una familia hemos tenido que aprender a
ser resilientes y autosuficientes. Las comunidades locales se han preocupado de
proteger a los vulnerables y de apoyar a los pequeños comercios en riesgo. A nivel
organizacional las empresas se han visto obligadas a pensar en sus fuerzas
laborales de forma local, ya que cada país ha gestionado la crisis de una forma
distinta. La disrupción en las cadenas de
suministro global ha obligado a su reconfiguración dentro de los límites
de las naciones.
Los líderes, a todos los niveles, han estado luchando para proteger a sus
comunidades. En muchos casos el resultado ha sido un incremento del
nacionalismo que está acelerando la polarización y asimetría presente
actualmente en el sistema global. Más que nunca necesitamos líderes que
comprendan las fuerzas globales, la estructuras de los mercados y las
necesidades de las sociedades, pero que, al tiempo, sean capaceas de expresar
una preocupación genuina y comprensión de sus comunidades locales. Necesitamos “localistas con pensamiento global”.
La lección más evidente de esta crisis es que no tiene barreras y que nadie
va a estar protegido de la infección hasta que casi yodos hayan sido
inmunizados y que el desarrollo, producción y distribución de las vacunas y
tratamientos necesita de una cooperación global. Al tiempo que las inmensas
variaciones de culturas, comportamientos y sistemas sanitarios en todo el mundo
requiere que el virus sea combatido y derrotado a nivel local. Por tanto, necesitamos líderes que puedan
gestionar la tensión entre la necesidad de desarrollar solucione y protocolos a
nivel global y la realidad de que deben ser ejecutados localmente.
Cuando los efectos de la pandemia empiecen a atenuarse en el mundo el
imperativo para rediseñar organizaciones que puedan prosperar puede ser una
oportunidad para reconsiderar cómo operan. Lograr un buen rediseño requiere
líderes que sean lo suficientemente diestros para influir en un gran abanico de
grupos de interés mientras construyen los niveles esenciales de confianza. Para
poder hacer cambios complicados y que tengan un significado debemos contar con
líderes que sean “ políticos con un alto grado de integridad”.
En un tiempo donde existe un desacuerdo entre hechos básicos y ciencia, el
forjar cualquier tipo de camino diferente requiere un liderazgo enraizado en la
confianza. También necesita un nivel de inclusividad capaz de reunir puntos de
vista diversos y a veces conflictivos y conseguir que el resultado sea mejor
que cualquier propuesta individual.
lunes, 10 de agosto de 2020
LOS 4 NIVELES DE SEGURIDAD PSICOLÓGICA: CONTRIBUCIÓN
Timothy R. Clark, en “The 4 stages
of psychological safety. Defining the path to inclusion and innovation”, que estamos comentando, plantea que existe un patrón consistente sobre la forma en la que
las unidades sociales conceden seguridad psicológica y sobre cómo los
individuos lo perciben. Se produce una progresión natural a través de 4
estadios de desarrollo. El tercero es:
III.-
SEGURIDAD DE CONTRIBUCIÓN
En el primer estadio seguridad de inclusión
aceptábamos al individuo como ser humano, en el segundo le animábamos a
comprometerse con el proceso de aprendizaje. El tercer estadio, en cambio, no
responde a un derecho natural sino que es un privilegio ganado basado en un
desempeño demostrado. Con la seguridad de contribución se facilita autonomía a
cambio de un desempeño. Marca el final de la etapa de aprendizaje y el comienzo
de un desempeño sólido y autodirigido. El líder garantiza la seguridad de
contribución cuando el individuo está preparado para realizar el trabajo y para
aportar valor.
Este tipo de seguridad requiere mayores demandas a
todas las partes. Supone una inversión mutua en la que el individuo invierte su
esfuerzo y capacidades y el equipo apoyo y dirección. Cuando la progresión
hacia este estadio de seguridad funciona
el equipo autoriza al individuo a que asuma una función y el individuo se
siente preparado y siente el deseo de contribuir y pide que le dejen hacerlo.
Conceptos
clave:
1.- Los seres humanos, excepto aquellos que pueden
sentirse paralizados por el miedo o la ansiedad sienten un deseo de implicarse
y participar.
2.- La preparación para el desempeño genera el deseo
de actuar. Si la seguridad de aprendizaje es un estadio de preparación, la de
contribución es el del desempeño, en el que el equipo confía en nosotros para desempeñar
el rol que nos ha asignado.
3.- Las organizaciones se implican solo en dos
procesos: ejecución e innovación. El primero es la creación y entrega de valor
hoy mientras la segunda es la creación y
oferta de valor mañana.
Con desempeño el autor se refiere a los dos procesos
mencionados: ejecución e innovación. Las diferencias entre esos dos procesos
son fundamentales. La ejecución se centra en la efectividad y la
estandarización y la innovación es más libre, creativa e introduce la variabilidad.
La innovación se puede subdividir en ofensiva que es
proactiva y defensiva que es reactiva.
4.- La innovación ofensiva es la respuesta a una
oportunidad y la defensiva la respuesta a una amenaza o crisis.
En el caso de la innovación ofensiva los profesionales
deciden abordar un cambio mientras en la defensiva no tienen más remedio que
afrontarlo.
La innovación defensiva es una parte natural de la
seguridad de contribución, mientras la ofensiva no lo es, porque es más
arriesgado no hacer nada que formular una respuesta
5.- Cuando una amenaza externa reta al estatus quo el miedo natural de desafiar al
estatus quo se ve reemplazado por el instinto de supervivencia.
Las amenazas externas unen a las personas. Actúan como
agentes de alineación que asocia al peligro actual con un enemigo común. La
innovación proactiva, por otro lado, implica un mayor riesgo personal y, por
tanto, requiere un nivel de seguridad psicológica más elevado , basado en
niveles más altos de respeto y permiso, lo que encontraremos en el cuarto
estadio de la seguridad psicológica.
6.- Cuando nos sentimos competentes y dispuestos a asumir
responsabilidades estamos preparados para recibir la seguridad del
contribuidor.
7.- El intercambio de autonomía por resultados es la
base del desempeño humano. El contrato social para garantizar la seguridad de
contribución se fundamente en esta idea. La unidad social concede al individuo
una mayor independencia y autonomía al demostrar éste su capacidad para
contribuir basada no solo en los conocimientos y habilidades adquiridas sino en
sus buenos hábitos de trabajo y disciplina. Toda persona que accede a este
nivel es responsable de su trabajo y de sus resultados.
ETAPA
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DEFINICIÓN DE RESPETO
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DEFINICIÓN DE PERMISO
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INTERCAMBIO SOCIAL
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SEGURIDAD DE INCLUSIÓN
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Respeto por la humanidad del individuo
|
Permiso al individuo de interactuar con
nosotros como ser humano
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Inclusión por el hecho de ser humanos,
con ausencia de daño
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SEGURIDAD DE APRENDIZAJE
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Respeto por la necesidad innata del
individuo de aprender y crecer
|
Permiso para que el individuo se
involucre en todos los aspectos del proceso de aprendizaje
|
Estímulo para aprender a cambio del
compromiso con el proceso de aprendizaje
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SEGURIDAD
DE CONTRIBUCIÓN
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Respeto por
la capacidad individual de crear valor
|
Permiso
para que el individuo trabaje con independencia utilizando su propio juicio
|
Autonomía
guiada a cambio de resultados
|
En este nivel de seguridad psicológica se espera que
la organización asuma riesgos en relación con el individuo del que se espera
contribuya. Cuando algo va mal la responsabilidad asociada al riesgo del
fracaso normalmente recae en la organización y no en el individuo.
En muchas organizaciones la transición hacia este
estadio de seguridad psicológica se corresponde con la finalización de los
periodos formales de formación y entrenamiento y con la adquisición de una
acreditación que certifique que el individuo está preparado para desempeñar un
determinado rol, función o trabajo.
8.- Los equipos dominados por el miedo pueden darnos
sus manos, parte de sus mentes pero nunca su corazón.
En relación con la disposición para contribuir las
personas poseemos cinco características fundamentales:
a).- Motivación o deseo de actuar.
b).- Voluntad o poder para elegir y actuar.
c).- Cognición o capacidad mental de aprender y de
mostrar un pensamiento moral y racional.
d).- Emociones o nuestro estado emocional.
e).- Conciencia de lo que nos rodea.
Cuando una persona restringe sus esfuerzos y su contribución debido al miedo o a un
potencial daño social o emocional se considera que se encuentra en una “zona
roja”. Por el contrario cuando libera sus esfuerzos se encuentra en una “zona
azul”.
La “zona azul” se caracteriza por la colaboración,
alineación, compromiso, confianza, asunción de riesgos, feedback rápido,
resiliencia, estrés manejable, auteficacia, creatividad e iniciativa.
La “zona roja” se caracteriza por la competición, el
silencio, el miedo, la aversión al riesgo, el feeddback lento y filtrado, el burnout, el estrés debilitador, el autosabotaje, la indefensión aprendida y la docilidad.
Los equipos que se encuentran en una “zona roja” al
final terminan estando compuestos por personas demasiado obedientes y poco
comprometidas.
9.- Un entorno tóxico entorpece el desempeño porque
las personas se preocupan por su seguridad psicológica antes de hacerlo por el
desempeño.
Cada persona regula su esfuerzo discrecionalmente y el
regulador interno que utilizamos es muy sensible al trato que recibimos.
Un entorno cruel y amenazante puede conseguir gran
cantidad de trabajo de los profesionales, pero se caracterizará por ser un
trabajo realizado con resentimiento, sin interés y con baja productividad y no
se podrá mantener en el tiempo. Un ambiente toxico no puede generar una alto
desempeño durante mucho tiempo, ya que los profesionales acaban sintiéndose motivados
solo por su ganancia personal y pueden recurrir para ello a comportamientos
poco éticos y a conductas de abuso y bullying de sus compañeros.
10.- Independientemente que ocupemos un rol de
liderazgo o de contribución tenemos la responsabilidad de ayudar a crear
seguridad de contribución para el equipo, gestionando adecuadamente nuestros egos
11.- Antes de que las personas puedan salir de sus
silos tácticos y funcionales para pensar estratégicamente deben sentirse
liberados por la seguridad de contribuir que el líder les concede.
Para fomentar el alto nivel de seguridad necesario para que
exista una “zona azul” el líder debe conocer a los miembros de su equipo y para
ello debe dedicar tiempo a estar con ellos, estudiando sus actitudes y
aptitudes individuales y escuchando atentamente a los que tienen que decir. De esta
forma las personas terminan revelando aspectos de sí mismas que de otra forma
quedarían ocultos.
Es importante que el líder se plantee cuánto tiempo dedica
a preguntar y cuánto emplea en hablar y
decir. Ésto último es eficaz pero puede conducir a la audiencia a un modo
pasivo y entorpecer el aprendizaje, por lo que es más adecuado escuchar primero
y hablar al final.
12.- La invitación a pensar más allá del propio rol
expresa un mayor respeto por el individuo y le ofrece un mayor permiso para
contribuir.
13.- Es tarea del líder reconocer la diferencia entre comportamientos
que expresen disconformidad y los que buscan arruinar la situación y gestionar
los límites entre ambos.
Una cosa es mostrar nuestro desacuerdo u ofrecer un
punto de vista alternativo con una actitud de contribución y otra es disentir
de una forma que sea disruptiva para la moral del equipo y que no sea útil para
su progreso. Aquellos que muestran su opinión de forma constructiva están
guiados por buenas intenciones mientras que los que lo hacen destructivamente están
influidos por su agenda personal.
Clark
propone que nos hagamos las siguientes preguntas y reflexiones para detectar
nuestra actitud en relación con la seguridad de contribución:
a).- ¿Nos
hemos enfrentado en alguna ocasión a alguna amenaza externa que haya eliminado
nuestro temor a desafiar el estatus quo?
b).- ¿Hemos
facilitado la seguridad de contribución a alguien demasiado pronto sin ser conscientes
de que la persona o no tenía la capacidad o no estaba dispuesta a sumir la
responsabilidad por los resultados?
c).- ¿Qué
resultados se esperan que ofrezca basados en el intercambio de autonomía por
resultados?
d).- ¿Respeto
solo a los que destacan y a los muy formados o reconozco que las respuestas y
las ideas pueden venir de todo tipo de personas?
e).- ¿Muestro
comportamientos y señales no verbales
que pueden marginalizar a determinadas personas y crear una “zona roja”?
f).-
¿Cuándo he trabajado en una zona azul? ¿Cuándo he trabajado en una zona roja?
¿Cómo puedo describir mi motivación en cada caso?
g).- ¿Soy
consciente claramente de cómo mi actitud y comportamiento son percibidos por los
demás?
h).- ¿Me
siento realmente feliz ante el éxito de los demás? ¿Los demás quieren ser
liderados por mí?
domingo, 2 de agosto de 2020
LOS 4 NIVELES DE SEGURIDAD PSICOLÓGICA: INCLUSIÓN Y APRENDIZAJE
Timothy R. Clark, en “The 4 stages of
psychological safety. Defining the path to inclusion and innovation”, que estamos comentando, plantea en su trabajo
de campo realizado en diferentes que existe un patrón consistente sobre la
forma en la que las unidades sociales conceden seguridad psicológica y sobre
cómo los individuos lo perciben. Se produce una progresión natural a través de
4 estadios de desarrollo. El primero es:
I.- SEGURIDAD DE INCLUSIÓN
Es la primera etapa de la seguridad psicológica y consiste en la aceptación
de todas las personas. Como conceptos clave tenemos:
1.- La elección de incluir a otro ser humano activa nuestra humanidad.
2.- Incluimos de forma natural durante la niñez y excluimos de forma no
natural en la edad adulta.
3.- Incluir a otro ser humano debe basarse en la valía de la persona como
ser humano y no en un posible valor para nosotros.
La seguridad de inclusión es el acto de extender la conexión y la
integración independientemente del rango, estatus, género, raza, apariencia,
educación, creencias, valores, hábitos, tradiciones, lenguaje, costumbres,
historia o cualquier otra característica.
4.- En lugar de garantizar la seguridad de inclusión basándonos en el estatus
humano de la persona tendemos a juzgar su valor centrándonos en indicadores
tales como su apariencia, estatus social o posesiones materiales, cuando esos
indicadores no tienen nada que ver con la valía real de la persona.
Merecer la inclusión no tiene nada que ver con nuestra personalidad,
virtudes o habilidades ni con ninguna variable demográfica. El único requisito
de reciprocidad en este contrato social no escrito es el intercambio mutuo de
respeto y de permiso para pertenecer.
En este estadio la definición de respeto se centra exclusivamente en el
respeto a la humanidad individual. El permiso es el que concedemos al otro para
que entre en nuestra sociedad personal e interactúe con nosotros como ser
humano.
Aunque sabemos que debemos garantizar la seguridad de inclusión a todos
tendemos a estratificar y segmentar a las personas.
La seguridad de inclusión no es simplemente una expresión de hospitalidad. Podemos
ser educados superficialmente y estar fingiendo,
5.- Podemos ser diferentes pero eso no quiere decir que seamos mejores que
otros. Siempre van a existir las diferencias pero no deben crearse barreras. Siempre
existirán mayorías y minorías pero no debemos intentar lograr que desaparezca
lo que nos distingue para convertirnos en grupos homogéneos. Nuestras
diferencias son lo que nos define. Los
argumentos xenófobos son fruto de la ignorancia, el miedo, la envidia o un
deseo deshonesto de sentirnos superiores.
La seguridad de inclusión requiere
que condenemos los prejuicios negativos, las distinciones arbitrarias o las
creencias destructivas que se niegan a reconocer la igualdad y la obligación de tratar a todas las personas
por igual, no distinguiendo en función de factores externos como el género,
raza, estatus social,…
6.- En cualquier unidad social la seguridad de inclusión puede ser
concedida, retenida, removida u otorgada de forma parcial o condicional.
7.- Solemos contarnos historias tranquilizadoras para justificar nuestro
sentimiento de superioridad.
8.- La exclusión de una persona suele ser con frecuencia el resultado de
necesidades personales no satisfechas que de un verdadero rechazo y desagrado
ante esa persona. Las diferencias tienden a repelernos inicialmente pero cuando
evitamos los juicios podemos acortar dichas diferencias.
9.- Aprendemos a ser inclusivos cuando lo practicamos. Por tanto, debemos
comportarnos de forma inclusiva hasta que nos lo creamos. Cuanto mejor
conozcamos a las personas mejor podremos trabajar juntas. Más contacto tiende a
crear una mayor empatía.
10.- Ninguna persona que viva en una prisión de prejuicios puede ser
verdaderamente feliz o libre. Debemos, primero, aprender a querernos, las
personas con baja autoestima tienen más problemas para mostrarse inclusivos.
Nathaniel Branden destaca que las investigaciones muestran que un bien
desarrollado sentido de la valía personal y de autonomía tienen una correlación
significativa con la amabilidad, generosidad, cooperación social y espíritu de
ayuda mutua.
Clark propone que nos hagamos las siguientes preguntas y reflexiones para
detectar nuestra actitud en relación con la seguridad de inclusión:
a).- ¿Trato a las personas que considero de estatus social inferior de
manera distinta a las de estatus superior? En caso afirmativo ¿Qué razones lo
justifican?
b).- En mi vida ha existido algún momento en el que ante una situación mía
de vulnerabilidad se ha acercado alguien para hacer que me sintiese incluido.
En caso afirmativo ¿qué impacto ha tenido en mi vida ¿ ¿ he procurado agradecer
la acción o retribuirla de alguna forma?
c).- ¿Cómo reconozco y muestro mi sensibilidad y apreciación a las
diferencias culturales de los miembros de mi equipo?
d).- ¿Me siento superior a otras personas? En caso afirmativo ¿Por qué?
e).- ¿El principio moral de la inclusión me resulta incómodo o inconveniente?
d).- La unidad básica social que es la familia es el laboratorio primario
para adquirir una verdadera educación cívica en seguridad de inclusión. ¿Lo he
aprendido en mi familia? Si no ha sido
así intento ser esa figura transformacional en mi familia y ser un modelo de
seguridad de inclusión para la siguiente generación?
e).- ¿Qué prejuicios conscientes tengo? Preguntar a un amigo de confianza
por los que puedan ser inconscientes. ¿En qué situaciones utilizo alguna forma
de exclusión para mantener barreras?
f).- ¿Con qué individuo o grupo estoy teniendo problemas de inclusión
aunque no me estén haciendo ningún daño?
II.- SEGURIDAD DE
APRENDIZAJE
En la segunda etapa de la seguridad psicológica nuestra atención pasa de
centrarse en nuestro estatus humano a nuestras necesidades humanas. En este
caso al la necesidad humana innata de aprender y crecer y de involucrarnos en
todos los aspectos del proceso de aprendizaje sin temor a ser rechazado o u
olvidado.
Conceptos clave:
1.- Un entorno de aprendizaje hostil, sea en casa, en el colegio o en el
trabajo fomenta la aparición del miedo y sus efectos autocensores y cierra el
proceso de aprendizaje.
Existen tres situaciones que eliminan la seguridad de aprendizaje y crean
un estado de riesgo: la negligencia, descuido o desinterés, la manipulación y
la coacción. En el ambiente de trabajo cuando los profesionales se
descomprometen y se refugian en el silencio con frecuencia están respondiendo a
un entorno hostil y abusivo. El miedo surge como resultado del ridículo,
bullying, acoso, amenazas e intimidaciones y es una muestra del desinterés por
los individuos. El resultado es que los profesionales con talento van a
abandonar la organización porque tienen opciones mientras que los mediocres se
quedan porque no las tienen.
2.- Cuando el entorno castiga en lugar de enseñar, ya sea a través del
descuido, desinterés, manipulación o coacción nos ponemos a la defensiva, somos
menos reflexivos y menos capaces de autodiagnosticarnos, autoenseñarnos o
autocorregirnos.
Cuando existe la seguridad de aprendizaje el líder crea un proceso de aprendizaje con bajo nivel de fricción
social y un bajo coste emocional. Esto requiere niveles de respeto y permiso que
van más allá de la seguridad de inclusión porque el proceso de aprendizaje
conlleva más riesgo, más vulnerabilidad y más exposición potencial a un posible
daño emocional y social.
Con la seguridad de inclusión no existe otro requisito de participación
activa más que el ser humano y cortés. Pero con la seguridad de aprendizaje hay
que hacer preguntas, pedir feedback, presentar ideas, experimentar, cometer
errores y hasta fracasar. Miramos a nuestro alrededor y hacemos un cálculo de
riesgos/recompensas en nuestra cabeza: “¿Qué me puede costar el hacer esa
pregunta, pedir ayuda, plantear una sugerencia, admitir que no se algo o
cometer un error?¿Pareceré estúpido? ¿Se reirán de mí? ¿Me ignorarán? ¿Dañaré mi reputación y
mis posibilidades? En cualquier contexto de aprendizaje, conscientemente o no,
valoramos el nivel de riesgo interpersonal que nos rodea.
ETAPA
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DEFINICIÓN DE RESPETO
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DEFINICIÓN DE PERMISO
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INTERCAMBIO SOCIAL
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SEGURIDAD DE INCLUSIÓN
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Respeto por la humanidad del individuo
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Permiso al individuo de interactuar con nosotros como ser humano
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Inclusión por el hecho de ser humanos, con ausencia de daño
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SEGURIDAD DE APRENDIZAJE
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Respeto por la necesidad innata del individuo de aprender y crecer
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Permiso para que el individuo se involucre en todos los aspectos del proceso
de aprendizaje
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Estímulo para aprender a cambio del compromiso con el proceso de
aprendizaje
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3.- El imperativo moral para conceder la seguridad de aprendizaje se
encuentra en actuar animando al aprendiz a aprender. Debemos ser proactivos.
Los profesionales deben involucrarse en el proceso de aprendizaje pero en
ocasiones no saben cómo hacerlo o no tienen la confianza en sí mismos para
intentarlo.
4.- Las expectativas moldean el comportamiento. Si son altas o bajas van a
condicionar la respuesta de las personas. Este fenómeno se conoce en psicología
social como la “teoría de la amenaza del estereotipo”, que dice que cuando
estamos sometidos a un estereotipo negativo tendemos a adaptarnos a él.
Los estereotipos, también, pueden influir en los individuos a esforzarse
por alcanzar niveles más altos de desempeño.
5.- Los fallos permiten avanzar. La seguridad de aprendizaje requiere un
nivel bajo de ego y muy alto de inteligencia emocional.
6.- La señal más importante del fomento o restricción de la seguridad de
aprendizaje es la respuesta emocional del líder ante las malas noticias o los
desacuerdos.
7.- Para solucionar problemas de aprendizaje no basta con la determinación,
es necesario contar con seguridad en el aprendizaje.
8.-La mente llena de prejuicios es obstinadamente ciega.
Clark recomienda que nos hagamos las siguientes preguntas y reflexiones para
detectar nuestra actitud en relación con la seguridad de aprendizaje:
a).- ¿Cuántos estudiantes conocemos que florezcan académicamente mientras
sufren emocionalmente?
b).- ¿Hemos contado alguna vez con algún profesor que tuviese más confianza
en nuestras capacidades que nosotros? En caso afirmativo ¿Cómo influyó en
neustra motivación y esfuerzo?
c).- ¿Cuándo comenzamos a trabajar con alguien nuevo juzgo su aptitud
inmediatamente o suprimo el impulso?
d).- ¿Mi equipo castiga el error? ¿castigo yo el error?
e) ¿Aprendo igual o más de mis fracasos que de mis éxitos?
f).- ¿He tenido en mi vida algún profesor que haya creado la seguridad de
aprendizaje en mi entorno y me haya llevado a un nuevo nivel de desempeño?
h).- ¿Cuándo fue la última vez que cree un entorno rico en aprendizaje para
fomentar la curiosidad y motivación de otra persona?
i).- ¿Cómo puedo hacer que las barreras al aprendizaje disminuyan de forma
que el miembro más inhibido y temerosos de mi equipo de un paso adelante y se
comprometa?
j).- ¿Soy un ejemplo de líder como aprendiz o como oráculo?
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