El pasado martes 24 de abril se ha celebrado en la sede de la Fundación Ramón Areces en Madrid, la segunda jornada del ciclo “Re-encuentros con la Historia” organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección,
la fundación antes mencionada y la Fundación International Studies. Las sesiones que lo componen presentan distintas lecciones aprendidas
de la historia, que se pueden aplicar al mundo de las organizaciones en la
actualidad, a través de 5 liderazgos que han modelado el mundo.
El tema tratado el día 24 fue “El cambio y la innovación
gestionados por un líder” y se abordó primero con una introducción a la
geopolítica de Europa y la zona mediterránea en el siglo I a.c. para analizar la situación de Roma, como
potencia en ese momento y las amenazas a las que estaba sometida, ponencia
impartida por Francisco José Berenguer, Teniente Coronel del Ejército del Aire, y profesor de la Escuela Superior
de las Fuerzas Armadas. En su conferencia destacó que el principal interés de
Roma, en ese momento era mantener su integridad territorial y su seguridad ,
ante la amenaza de las tribus germánicas
y púnicas y la intensa actividad guerrillera que se estaba produciendo en
Hispania. Al mismo tiempo que se garantizaba la protección de las rutas
marítimas mediterráneas de las agresiones de los piratas, ya que la principal
fuente de alimentación de los romanos era el trigo (un soldado romano se
calculaba que podía consumir 350kg al año) y la zona que suministraba una parte
importante de este cereal era el valle del Nilo.
La segunda parte
fue impartida por Benito Díaz de la Cebosa, Director de Imlass
Consulting y asesor del Área de Desarrollo e Innovación de CIS que analizó las
dotes de liderazgo de Cayo Mario y de Julio César.
De la figura de MARIO destacó su origen en una familia noble pero que sólo tenía una influencia
local, por lo que tenía dificultades para acceder al Senado. Como era un joven
ambiciosos se alista al ejército donde destaca, obtiene diversas victorias
contra los cimbrios y teutones (principales adversarios de Roma en esa época) y consigue ser elegido cónsul en siete ocasiones.
Mario implanta
una serie de reformas en el ejército dirigidas a reforzar las fortalezas de
este colectivo, que demostraban sus dotes de liderazgo:
1.- Reforma el sistema de reclutamiento
permitiendo a los pobres alistarse (hasta ese momento sólo lo podían hacer los
pertenecientes a las clases medias y les da una paga. Consigue así su
fidelidad, reforzada por el hecho de la existencia de la posibilidad de
jubilación tras 25 años de servicio siendo recompensados con una granja en las
tierras conquistadas.
2.- Reorganiza
las funciones. Un solo tipo de legionario que se agrupa en una unidad: cohorte,
formada por 480 hombres.
3.- Consigue una
mayor velocidad de desplazamiento eliminando a los acompañantes. Reparte el
peso del equipaje entre las mulas y los legionarios: “las mulas de Mario”.
4.- Fomenta la
formación de los legionarios: “se entrena como se combate”. Contrata
gladiadores para el entrenamiento en combate cuerpo a cuerpo. Desarrolla la resistencia de los legionarios
con un entrenamiento consistente en marchas primero de 30 km en 5 horas, luego de 60 km en 12 horas, para
volver a 30 km
en 5 horas pero incorporando el
armamento y en la última etapa tras la marcha debían construir un campamento.
De esta forma,
logra transformar a un ejército que se podía considerar semiprofesional en
profesional: hombres normales pasan a ser hombres extraordinarios.
5.- Incrementa
la motivación de las tropas. Elige al águila como símbolo y la pérdida del
estandarte se considera un deshonor, el defender al águila se convierte en un
honor. Procura aumentar la moral de los legionarios que estaba baja tras haber
sufrido numerosas derrotas en la época previa al liderazgo de Mario.
6.- Se muestra
implacable con la resistencia por parte de los patricios que le calumniaban,
procuraban disminuir sus méritos y resaltar sus debilidades. Le llamaban el
“paleto de Arpiano”, palurdo, cuestionando como un inculto que no sabía griego
podía liderar e introducir cambios.
Consigue que la
fidelidad y lealtad del ejército esté con los generales y no con el senado o
los cónsules.
JULIO CÉSAR, sobrino de Cayo Mario, nace en Roma en el
año 100 a.c.
Se exilia a Asia donde adquiere experiencia militar. Fue cónsul en tres
ocasiones y fue el vencedor de la guerra de las Galias y de la guerra civil
contra Pompeyo. Hombre culto, escribió varias obras. Fue considerado un líder
innovador. Entre las medidas que adoptó con el ejército destacan:
1.- La utilización de la maquinaria de guerra que tenía a
su disposición para desorganizar a las tropas enemigas y crear el caos en
ellas.
2.- La creación de alianzas con distintas tribus, si lo
consideraba necesario, para derrotar a un enemigo común.
3.- La optimización de las ventajas del terreno.
Procuraba ser él y no el enemigo el que elegía el lugar donde se iba a
desarrollar el enfrentamiento.
4.- La eliminación de
la rigidez en la organización de las tropas. Facilita la flexibilidad de
las cohortes.
5.- El aprovechamiento de las ventajas de su ejército, reforzando
la velocidad de movimiento de las
tropas.
6.- La utilización de un estilo de liderazgo basado en la
generación de confianza de los legionarios hacia su líder. No abandonaba a las
tropas en caso de situación de peligro. Acudía a su ayuda siempre, aunque
estuviese en inferioridad de condiciones numéricas. Aprovechaba sus dotes
estratégicas para buscar alternativas y obtener el triunfo frente al
adversario.
7.- La supresión de los mandos compartidos. Julio César
es consciente de la debilidad que genera un mando compartido tras su experiencia al conceder el mando compartido en la campaña
en la Galia a
generales ambiciosos, sin espíritu de equipo y que mantenían malas relaciones
entre ellos. con la consiguiente derrota de las tropas ( enfrentamiento entre
Sabino y Cota, año 54 a.c).
8.- La consideración de la opinión de los veteranos.
Como conclusión de la conferencia Benito Díaz destacó las siguientes ideas:
1.- La importancia de reconocer las situaciones
peligrosas.
2. El orgullo y la envidia, en casos de mando compartido,
ocasionan crisis.
3.- Las crisis se pueden considerar como oportunidades de
cambio.
4.- La gestión del cambio bien liderada conduce a la
superación de las crisis. Debe estar basada en:
a).- Preparación: conocimiento profundo de las
actividades que se quieren cambiar.
b).- Determinación: ponerse al frente y perseverar hasta
llegar al final.
c).- Liderazgo en todas las fases del proceso, apoyado en
la autoridad tanto jerárquica como moral.
5.- Un liderazgo que dedica tiempo a la innovación es
garantía de éxito.
6.- La mala relación entre mandos conduce a una toma de
decisiones equivocadas.
7.- La confianza es el factor clave del éxito del
liderazgo, acompañada de la preparación y el carisma (características de Julio
César)