Wendy K. Smith,
Marianne W. Lewis y Michael L. Tushman, en la edición de mayo de Harvard Business Review plantean que esperamos que
los líderes tomen decisiones consistentes, mantengan un rumbo y consigan
alinear la cultura de la organización con las metas de la misma, pero tenemos
que considerar que normalmente se enfrentan a múltiples demandas que pueden entrar
en conflicto entre sí por lo que es un error asumir que las decisiones son
sencillas.
Jack Welch en una
ocasión manifestó que los grandes líderes son aburridos y firmes. Los expertos
en management suelen coincidir ya que piensan que deben ser consistentes en su
toma de decisiones y respetar sus compromisos. El problema surge porque por
mucho que valoremos la consistencia en nuestros líderes vivimos en un mundo que
no la reconoce, al menos a largo plazo.
Los líderes se
enfrentan a retos contradictorios, como por ejemplo la presión para mejorar los
productos existentes al tiempo que tienen que presentar productos radicalmente
nuevos basados en nuevos modelos de negocio. Algunos directivos pueden
responder priorizando un desafío sobre los demás, otros buscan un terreno
intermedio integrador,… Lo que estos enfoques tienen en común es que tratan de
facilitar una solución estable a los retos conflictivos ya que asumen que las
organizaciones necesitan estabilidad para prosperar.
Los autores se muestran
en desacuerdo con esta imagen de lo que tiene que ser el liderazgo porque
opinan que se origina en una interpretación errónea del entorno organizacional.
Los retos en los que se centran en el artículo no son metas en conflicto que
invitan a una elección calculada o al compromiso. Son paradojas fundamentales
que persisten a lo largo del tiempo al convertirse el largo plazo actual en el
corto plazo del futuro.
Proponen, por tanto un
nuevo modelo en el que el objetivo del liderazgo sea el mantenimiento de un
equilibrio dinámico en la organización. Los líderes con esta meta no se centran
en ser consistentes, en lugar de ello van a abordar con confianza las paradojas
que van a ir surgiendo en su camino.
Estas paradojas se
enmarcan en tres categorías relacionadas con tres preguntas que muchos líderes
perciben como elecciones ambos/ o:
1.-
¿Estamos liderando para hoy o para el mañana? Las
tensiones alrededor del marco temporal son muy evidentes ya que la
supervivencia de una organización depende, con mucha frecuencia, de la
experimentación, aceptación de riesgos y del aprendizaje de los fracasos en la
búsqueda de nuevos productos, servicios o procesos. Estas paradojas relacionadas con la
innovación implican la existencia de tensiones entre el hoy y el mañana, entre
ofertas ya existentes y otras novedosas, entre la estabilidad y el cambio.
2.-
¿Respetamos las barreras existentes o las atravesamos? Los
líderes están continuamente haciendo y deshaciendo decisiones alrededor de
ciertos límites como pueden ser los geográficos, culturales o funcionales. Por
ejemplo una cadena de distribución
dispersa geográficamente puede ser muy eficiente pero puede carecer de
flexibilidad o la innovación dispersa puede originar una diversidad de ideas pero
algunos beneficios pueden perderse al no tener a los profesionales más
brillantes en esa área reunidos en un mismo lugar. Estas paradojas de la
globalización hacen que afloren tensiones entre las interrelaciones globales y
las necesidades locales, la amplitud y la profundidad y entre la colaboración y
la competitividad.
En 2009 la NASA se
encontró con este problema al intentar fomentar el trabajo colaborativo entre
distintos departamentos y se encontraron con la resistencia de sus científicos
que querían defender su labor e identidad como investigadores independientes. Al
facilitar las nuevas tecnologías la
investigación abierta y colaborativa los
científicos se sentían preocupados por obtener el reconocimiento a sus logros
individuales. La colaboración y el trabajo independiente eran necesarios para
la creación de nuevas ideas, pero eran organizacionalmente y culturalmente
incompatibles.
3.-
¿Nos centramos en crear valor para nuestros accionistas e inversores o para un
mayor número de grupos de interés? Todas las
organizaciones existen para crear valor, pero los líderes se pueden encontrar
con el dilema de intentar maximizar los beneficios para determinados grupos de
interés o de generar un abanico más amplio de beneficios a todos los grupos:
inversores, trabajadores, clientes y sociedad.
Estas tensiones se han incrementado al aumentar la preocupación de la
población por la pobreza, desigualdades o el cambio climático, al fortalecerse
el activismo de los consumidores gracias a la tecnología y al reconocerse que
el capital humano es el mayor motor del valor. Pero el ser socialmente
responsable puede hacer descender el precio de las acciones o el priorizar las
necesidades de los trabajadores puede entrar en conflicto con las necesidades a
corto plazo de los clientes o accionistas.
Estas preguntas no
pueden responderse de forma categórica. En parte porque no presenta realmente
alternativas blanco-negro, invitan a la consideración de demandas alternativas
que son tan interdependientes como contradictorias. Por ejemplo la innovación
puede entrar en conflicto con la eficiencia operacional pero no se puede ser
eficiente sin un mínimo de innovación y no sabremos ser innovadores si no
sabemos cómo ser eficientes. Esta interdependencia es la que origina las
tensiones en estas paradojas estratégicas y requiere que los líderes formulen
las preguntas no desde la perspectiva de uno u otro sino de ambos: ¿cómo
podemos simultáneamente hacer A y B? El reto del líder no va a ser, pues,
elegir entre dos alternativas, sino el reconocer que ambos imperativos deben
ser abordados.
El liderazgo
“paradójico” comienza por volver a examinar y reevaluar algunas de las
creencias implícitas sobre el liderazgo que nos van a permitir movernos en la
nueva dirección:
a).-
Evolucionar de la consistencia bien intencionada a la inconsistencia
consistente. La hostilidad hacia las contradicciones
está fuertemente arraigada en la cultura occidental. La lógica aristoteliana
considera a las contradicciones y señales como señales de que necesitamos
buscar una verdad más exacta. Si una idea es correcta la contraria debe ser
errónea. Si este no es el caso debemos volver a redefinir nuestra idea para
eliminar la contradicción. En otros
casos luchamos para tomar decisiones y actuaciones que consideramos
inconsistentes en relación con una verdad aceptada, sintiendo un malestar que
el psicólogo Leon Festinger describe como “disonancia cognitiva”. Este mismo
fenómeno aparece cuando nos enfrentamos con valores que entran en conflicto.
Cuando dos ideas
parecen contradictorias escoger y defender una de ellas puede minimizar el
efecto de la “disonancia cognitiva”. No resulta sorprendente, pues, que las
personas con frecuencia abordan las tensiones paradójicas seleccionando una
opción y apoyándola de forma consistente.
Pero en la cúpula de las organizaciones la consistencia no es una virtud
necesaria, en realidad es un vicio que impide que los líderes se enfrenten
adecuadamente a las paradojas
estratégicas. Los altos ejecutivos deben estar dispuestos a aceptar que existen
múltiples verdades que a menudo pueden entrar en conflicto. Deben ser
consistentemente inconsistentes y centrarse en gestionar dicha inconsistencia
eficazmente.
b).-
Pasar de los recursos escasos a abundantes. Los enfoques de
liderazgo tradicionales asumen que los recursos son limitados y terminan
cayendo en el pensamiento suma-cero: si se dedican recursos a un objetivo
necesariamente no tendremos recursos disponibles para otros.
Por el contrario los
líderes que asumen las paradojas consideran que los recursos, en ocasiones,
pueden ser abundantes y generadores de más recursos. En lugar de restringir y
recortar buscan estrategias que supongan que se amplía el “pastel”, tales como
explorar la posibilidad de colaboraciones con nuevos socios o utilizar
tecnologías alternativas.
3.-
Cambiar de un patrón mental de estabilidad y certeza a uno de dinamismo y
cambio. Los líderes, con frecuencia, tratan de disminuir el
malestar de sus seguidores ante la incertidumbre tomando decisiones que minimicen la
complejidad y enfatizan la estabilidad, por ejemplo construyendo una cultura
común en la que todos se dirijan en una misma dirección, hablan el mismo
lenguaje y comparten las mejores prácticas.
El problema surge
cuando el entorno estratégico cambia y este enfoque con frecuencia se traduce
en acciones defensivas.
En lugar de buscar la
estabilidad y certidumbre el liderazgo “paradójico” se centra en el dinamismo y
el cambio. Los líderes deben mostrarse humildes o incluso vulnerables
admitiendo que puede que no conozcan lo que el futuro puede depararles y
valorando la experimentación y el fracaso y buscando un feedback crítico que
les facilite el aprendizaje y la realización de ajustes y adaptaciones.
Cuando los líderes
asumen que existen múltiples verdades, que los recursos pueden ser abundantes y
que el rol del directivo consiste en aceptar el cambio en lugar de luchar
contra él, pueden contribuir a que sus organizaciones alcancen un estado de
equilibrio dinámico. Éste es el núcleo del “liderazgo paradójico”. Para liberar
el poder de las paradojas los líderes deben generar competencias
organizacionales de apoyo dentro de sus equipos directivos. Esto requiere que sean capaces de separar y
conectar fuerzas opuestas:
a).-
Separar. Aprovechar las potencialidades que ofrece la
paradoja comienza por respetar las necesidades de los distintos grupos que
tienen agendas diversas. Una forma de lograrlo es mediante la creación de
unidades de negocios basadas en funciones, localización geográfica o productos,
cada una con su propio líder, métricas y cultura, siempre que las tareas
críticas de la organización no estén muy imbricadas.
b).-
Conectar. Implica encontrar sinergias entre las distintas
metas. Se puede lograr construyendo una identidad organizacional uniendo a
todos los profesionales en un propósito común más elevado. En la NASA, por
ejemplo, se venció la resistencia hacia la innovación colaborativa que
manifestaban sus científicos al definir la siguiente meta:” Aspirar a mantener
a los astronautas seguros en el espacio”.
Los líderes también
pueden diseñar roles y procesos dirigidos a integrar objetivos estratégicos
diversos. Por ejemplo mediante el
nombramiento de un directivo para que actúe como integrador, con la
responsabilidad de ligar la innovación
con los productos o servicios ya existentes o reconociendo y
recompensando a través de sistemas que
fomenten las conexiones.
El éxito de una
organización va a depender de conectar y separar. De hecho no se puede abordar
sólo una de estas acciones.
LIDERAZGO
TRADICIONAL
|
LIDERAZGO
PARADÓJICO
|
|||
CREENCIAS
|
COMPORTAMIENTO
DE SUS LÍDERES
|
CREENCIAS
|
COMPORTAMIENTO
DE SUS LÍDERES
|
|
VERDADES
|
Las
ideas, creencias e identidades son internamente consistentes y coherentes
|
Realizan
elecciones estratégicas
Forjan
compromisos
Mantienen
las decisiones consistentes con la estrategia elegida
Alinean
la cultura de la organización
Actúan
de forma consistente
|
Las
ideas, creencias e identidades de forma consistente incluyen , con
frecuencia, perspectivas inconsistentes
|
Incorporan
estrategias que se encuentran en conflicto entre ellas
Aceptan
y valoran la existencia de múltiples culturas dentro de la organización
Aprenden
de múltiples perspectivas
Actúan
de forma consistentemente inconsistente
|
RECURSOS
|
Los
recursos (tiempo, dinero, personas,…) son escasos
|
Definen
una agenda clara
Realizan
la asignación de recursos de forma que alcancen sus prioridades
Estimulan
la competencia para alcanzar los recursos limitados
|
Los
recursos son abundantes y pueden expandirse y generar nuevos recursos
|
Buscan
las oportunidades para hacer crecer sus recursos en sectores nuevos
Exploran
nuevas tecnologías y nuevas alianzas
Son
flexibles al marcar límites temporales
|
PRÁCTICAS DIRECTIVAS
|
Dirigir
implica controlar para buscar la estabilidad y la certeza
|
Adoptan
y aplican una identidad consistente a través de toda la organización
Promueven
las mejores prácticas
|
Dirigir
implica abrazar el dinamismo y el cambio
|
Incorporan
múltiples estrategias e identidades
Toleran
la incertidumbre
Aprenden
de los errores
Experimentan
|