Tiziana Casciaro,
Francesca Gino y Maryam Kouchaki, en la edición de mayo de Harvard Business Review,
plantean que hacer networking es
necesario y que hasta las personas que lo rechazan pueden aprender a hacerlo de
forma eficaz.
Una frase que con
frecuencia utilizan los ejecutivos y profesionales es: “Odio tener que hacer
networking”. La razón de ello es que les
hace sentirse incómodos y hasta sucios. Aunque algunas personas, fundamentalmente
las extrovertidas, sienten pasión por las posibilidades que les ofrece de
interacción social, la mayoría piensan que es una actividad falsa y poco
sincera y auténtica.
Pero en el mundo actual
es una necesidad. Numerosas investigaciones muestran que las redes
profesionales facilitan oportunidades de trabajo y negocio, incrementan el
conocimiento, aumentan la capacidad de innovar y la adquisición de estatus y
autoridad. La construcción y fomento de las relaciones profesionales mejora,
también, la calidad del trabajo y la satisfacción en el mismo.
Estudios realizados por
las autoras demuestran que ésta aversión hacia el networking se puede superar a
través de 4 estrategias que ayudan a los profesionales a modificar sus patrones
mentales:
1.-
Centrarse en el aprendizaje. La mayor parte de las
personas tienen un foco de motivación dominante, al que los psicólogos llaman
patrón mental de “promoción” o de “prevención”. Los que tienen el primer patrón
van a pensar en las posibilidades de crecimiento y aprendizaje que les ofrece el
networking, mientras que los que poseen el segundo patrón lo consideran como
una obligación por motivos profesionales.
El primer grupo
establecen contactos a través de redes sociales porque quieren y se acercan a
esta actividad con curiosidad y una mente abierta hacia todas las oportunidades
que les puede brindar. Los que adoptan una actitud de prevención la contemplan
como un mal necesario y se sienten incómodos y poco auténticos al abordarla,
con lo que tienden a limitar sus contactos por esta vía con los posibles
efectos negativos para su trabajo.
Las autoras recomiendan
para este último grupo el que se concentren en los aspectos positivos y piensen
de qué manera el hacer networking les puede ayudar para incrementar los
conocimientos y habilidades que necesitan para realizar mejor su trabajo.
2.-
Identificar intereses comunes. El siguiente paso para
hacer que el networking sea más tolerable consiste en pensar cómo nuestros
intereses y metas se alinean con los de aquellas personas con las que nos
encontramos por esta vía y cómo nos puede ayudar a crear relaciones laborales
más significativas.
Numerosos estudios de
psicología social han demostrado que las personas establecen las relaciones más
colaborativas y duraderas si trabajan juntas en tareas que necesitan de la
contribución de todos.
3.-
Pensar en lo que podemos aportar. Aunque no seamos capaces
de identificar un interés compartido siempre podemos encontrar algo valioso que
aportar. En ocasiones es complicado ya que, por ejemplo, los profesionales que
se acaban de incorporar a una organización o pertenecen a minorías con
frecuencia creen que tienen poco que dar y por tanto se retraen de participar
en redes sociales, siendo los que probablemente obtendrían un mayor beneficio
de las mismas.
En su libro, “Influence without authority”, Allan Cohen y David Bradford plantean que la mayoría de las
personas creemos que tenemos pocos recursos que sean valorados por los demás.
Nos centramos en las cosas tangibles y relacionadas directamente con las tareas
como información, conocimientos técnicos, conexiones sociales ignorando otros
aspectos importantes tales como la capacidad de reconocimiento, la gratitud o
la reputación. Cuando, por ejemplo, expresamos gratitud públicamente estamos
mejorando la reputación del receptor de la misma.
Si pensamos más en lo
que podemos dar a los demás en lugar de en lo que podemos obtener de ellos
podremos considerar que hacer networking merece la pena y que no es una
actividad exclusivamente autopromocional y por tanto insincera y censurable.
4.-
Buscar un propósito significativo. La intención principal
es fundamental. Cualquier actividad laboral se transforma aumenta su atractivo
si está ligada a un propósito elevado. Por tanto debemos enmarcar el networking
en estos términos.
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