La visión focalizada de
Shackleton y las acciones decisivas de grupo que hemos podido analizar en las
dos entradas anteriores contrastan radicalmente con las de Vilhjamur Stefansson
en el Karluk. La tragedia de esta expedición fue, en buena parte debida a un
líder que no supo ejercer como tal, ni poner por encima las necesidades del grupo
sobre las propias. Analizando esta experiencia, por las similitudes de la situación planteada con la que hemos visto de Shackleton en la expedición del Endurance y los resultados tan distintos, se aprecia mejor la importancia que tiene un buen liderazgo para sortear de forma eficaz la adversidad.
La misión de la expedición canadiense al
Ártico, liderada por Vilhjalmur
Stefansson era la de trasladar a un grupo de geólogos, antropólogos, meteorólogos y
otros científicos a la isla de Herschel donde establecerían un campamento
para estudiar las características de la flora, fauna y depósitos minerales y el
descubrimiento de nuevos territorios al
norte de Alaska. Era la mayor expedición hacia territorios del norte, hasta la
fecha, y con ella el gobierno de Canada pretendía reafirmar su soberanía sobre
las islas del Ártico.
La expedición fue un
desastre desde el principio. El líder era antropólogo y empresario, pero no era
un marino. Debido al poco tiempo disponible ya que el gobierno canadiense
amenazaba con retirar la financiación, Stefansson accedió a comenzar la
expedición y eligió el único barco disponible: un bergantín de madera de 24
años llamado Karluk, que era barato y estaba en venta. Seleccionó a Robert
Barlett como capitán a última hora. Éste aceptó ser el capitán del Karluk pero
estaba preocupado por las condiciones del mismo para navegar por las peligrosas aguas del Ártico. El barco de madera fue reforzado y
Barlett aceptó pensando que no tendría que pasar el invierno en las aguas
árticas . Stefansson no se ocupó personalmente de los preparativos, facilitó poca información sobre sus planes a
sus colaboradores, desechó todas las preocupaciones de éstos sobre la
inadecuación del equipamiento y de los alimentos con los que se contaba a
bordo, calificándolas de impertinentes y desleales e hizo declaraciones
públicas en las que afirmaba que el Karluk se dirigiría al extremo norte y que probablemente
sería aplastado y se hundiría, lo que ayudó a aumentar la ansiedad de la
tripulación, ante su destino incierto.
Con las prisas por partir cuanto antes, no sólo
se contaba con un barco que no estaba preparado para la travesía, sino que se
encontraron con problemas cuando se encontró que se habían confundido con el
equipamiento necesario para el frío y que el de muchos de los miembros de la expedición
se encontraba en alguno de los otros dos veleros de apoyo que componían la
expedición, por lo que carecían de ropa adecuada para aguantar bajas
temperaturas y del equipo necesario para trabajar Stefansson quitó importancia
a esta circunstancia diciendo que cuando se encontrasen todos en la isla de
Herschel se solucionarian los errores.
La selección de los participantes en la expedición
fue inadecuada. Casi ninguno de ellos tenía experiencia en travesías por el
hielo, pero estaban disponibles y dispuestos a no cobrar mucho dinero, por
tener la oportunidad de participar en una aventura como la que ofrecía la
expedición canadiense al ártico. Robert Barlett tampoco tuvo tiempo de seleccionar adecuadamente a los
miembros de la tripulación, entre ellos se encontraba, como relató un miembro
de la expedición, un drogadicto y otros miembros que no acataron las órdenes de
no subir alcohol a bordo.
Se
produjeron disputas, desde el comienzo entre Stefansson y los científicos que
formaban parte de la expedición por la definición de la cadena de mando, ya que
éstos decían que sus jefes estaban en la
Canadian Geological Survey que era quien les financiaba.
La expedición comenzó, finalmente, el 17 de junio de 1913 y ante numerosas
dificultades que surgieron el capitán indicó que era necesario regresar a lo
que se negó Stefansson. Dos meses después de su partida quedaron atrapados por el hielo aproximadamente a 225 millas al
noroeste de Alaska. Tras cinco semanas
de espera Stefansson decidió abandonar el barco, con la excusa de cazar el
caribú (animal que aparentemente estaba extinto en la zona) y se fue con los dos mejores cazadores inuit, dos
de los científicos y su secretario personal, provisiones y municiones prometiendo
volver a los diez días si no se producía un accidente. No regresó,
desapareció, para volver a ser visto tras cinco años de exploraciones. Se centró
sólo en sus propias necesidades y adoptando un comportamiento egoísta, abandonó
a su equipo.
El Karluk, mientras tanto, se mantuvo
entre el hielo durante meses hasta que
en enero de 1914 se hundió. Previamente,
Barlett temiendo que esto ocurriera había ordenado la construcción de iglús
sobre el hielo y había trasladado a éstos gran parte de las provisiones y otros
suministros del barco. El hundimiento se produjo en medio de la noche ártica y
Barlett no se atrevió, ante la falta de experiencia en travesías árticas de
gran parte de los miembros de la expedición, a partir en busca de tierra firme.
Organizó un campamento en el que pensaba resistir hasta que la luz volviese en
febrero, momento que consideraba idóneo para viajar en trineos tirados por
perros hasta la isla de Wrangel, situada al sur de donde se encontraban.
Cuatro miembros del grupo no estuvieron de
acuerdo y partieron hacia el sur. Desaparecieron y no se volvió a saber nada de
ellos. Barlett envió a otros cuatro hombres en una expedición para buscar
suministros y encontrar la isla Herald, que suponía cercana. No volvieron y sus
restos fueron encontrados años después.
Tras el retorno de la luz los expedicionarios que
quedaban partieron y alcanzaron su objetivo tras atravesar 100 millas en
situaciones adversas. Ante la mala situación física de algunos de los hombres,
Barlett decidió, acompañado por uno de los inuit intentar llegar al estrecho de
Bering, tras un viaje de 700 millas, para buscar ayuda. A finales de abril
consiguieron llegar al Cabo Este en el estrecho de Bering, pero hasta el 21 de
mayo no encontraron un barco que les trasladase a una estación en Alaska desde
la que pudieron pedir ayuda para rescatar a sus compañeros. Éstos fueron
finalmente puestos a salvo el 7 de septiembre de 1914, casi 8 meses después del
hundimiento del Karluk.
La ausencia de camaradería fue uno de los
problemas con los que se encontraron los componentes de la expedición. Eran
extraños cuando comenzó la misma y lo siguieron siendo a lo largo de las
penalidades que sufrieron juntos. Nunca se sintieron un equipo.
Tras la partida de Robert Barlett la responsabilidad de
liderar el grupo había pasado al ingeniero Munro que previamente había
desarrollado tensas relaciones con algunos de los miembros del grupo. Decidió
dividir el grupo en 4 subgrupos , cada uno con libertad total de decisión,
pensando que así aumentarían las posibilidades de cazar. Se acentuaron los
conflictos por el reparto de los alimentos, que empezaban a escasear y se
empezaron a mostrar y potenciar los defectos y debilidades de cada uno de los
miembros de la expedición. Las galletas se convirtieron en una fuente constante
de disputas. Los hombres se acusaban de conspirar para esconder el botín de
caza. Cuando cobraban una pieza se atiborraban en vez de compartir el botín , o
mentían sobre lo que habían conseguido. A veces el conflicto se incrementaba
hasta llegar a pronunciar amenazas violentas. Acusaron de robo a Breddy, uno de
los tripulantes , que posteriormente apareció muerto, no se sabe si se suicidó
o fue asesinado por un compañero.
Los intentos de
zanjar los desacuerdos ayudaban momentáneamente a solucionar los conflictos,
pero las treguas eran temporales. Cuando fueron rescatados habían muerto 11
miembros de la expedición inicial: los 8 que fallecieron en el hielo , dos de
inanicióny por enefermedades y uno de un
disparo (5 marineros, entre ellos el primer y segundo oficial, 1
antropólogo, 1 cirujano, 1 geólogo, 1 topógrafo y 1 oceanógrafo y 1 bombero). El conflicto y la falta de unidad que surgieron ante un
liderazgo inadecuado habían destruido la capacidad del grupo de superar las
adversidades como un equipo.