Las reuniones, como hemos visto
según Nick Morgan, se pueden preparar hasta el más mínimo detalle
siguiendo las recomendaciones recogidas en las dos entradas anteriores sobre el
tema: dirección de reuniones I y II, pero puede suceder que surjan
circunstancias que favorezcan el que vayan mal y su desarrollo no sea el
esperado.
Nick Morgan recomienda en estos
casos:
I.- SER REALISTA.
Hay que aceptar que pueden
ocurrir entre otras cosas:
a).- Los participantes se
retrasan o se van pronto.
b).- Los asistentes cuchichean e
interfieren en el desarrollo de la reuniones de forma intencional o por
descuido.
c).- Un participante domina la
reunión y termina irritando al resto de asistentes.
d).- Un grupo se atasca y se
centra sólo en una parte de los temas a tratar o reitera continuamente los
mismos conceptos.
e).- Todos o parte de los
asistentes se quedan sin energías para continuar la reunión o se mantienen en
silencio.
f).- Un grupo se hace con el
control de la reunión y plantea un tema fuera de agenda.
g).- Uno o más participantes
manifiestan su desacuerdo con los contenidos de la reunión de forma violenta,
gritando y llegando a abandonar la reunión de forma agresiva, dejando en el
resto una sensación desagradable.
II.-ESTAR PREPARADO.
Todo lo anteriormente expuesto y
muchas otras situaciones se pueden plantear en el desarrollo de una reunión y
la mejor manera de abordarlos es intentar prepararnos con antelación. para ello
hay que:
a).- Utilizar la escucha activa y
la observación. Hay que procurar captar las emociones que subyacen a las
palabras de los participantes: qué es lo que está describiendo, que puede estar
sintiendo, en qué comentarios hace más hincapie, qué es lo que está captando su
atención,...
Tenemos, también, que prestar
atención al lenguaje que está empleando: qué tipo de palabras, metáforas o
imágenes está utilizando. Si utiliza metáforas bélicas es posible que sea
porque de esta forma está enmarcando el tema en su mente.
No hay que olvidar observar el
lenguaje no verbal, que nos puede servir para detectar los sentimientos del
participante. Sus gestos nos pueden indicar desinterés o atención.
III.- ESTAR DISPUESTO A ACTUAR.
Una vez que hemos procedido a
valorar la situación mediante la observación debemos actuar. Según el problema
se pueden adoptar diversas técnicas de intervención para intentar reconducir
una reunión:
1.- Si los participantes se
retrasan o abandonan pronto la reunión:
a).- Comenzar y finalizar las
reuniones en el tiempo marcado.
b).- Asignar a los participantes,
especialmente a los que tienen la costumbre de llegar tarde, una función que
realizar durante la reunión.
c).- Al comienzo de la reunión
preguntar a los asistentes si pueden quedarse hasta el final previsto de la
reunión. En el caso de que muchos no lo puedan hacer reajustar la duración de
la reunión.
d).- Al finalizar la reunión y en
privado, preguntar a la persona la razón por la que no pudo asistir a toda la
reunión. Encontrar, si es posible, cuáles
son las causas que subyacen a este comportamiento.
2.- Si un participante domina la
discusión:
a).- Si estamos levantados
acercarnos a la persona. De esta forma la atención del grupo se desviará del
orador.
b).- Agradecer su intervención y
pedir la opinión de otro asistente.
c).- Si interrumpe
terminando las frases de los demás,
animarle a que permita a los demás expresar sus opiniones.
d).- Pedir al grupo que cambie de
roles de forma que los que han intervenido permanezcan en silencia y permitan a
los demás hablar.
e).- En el caso de los
participantes que están permanentemente interrumpiendo al grupo pedirles,
durante un descanso, que escriban sus ideas y esperen a que se produzca una
pausa para contarlas, en lugar de manifestarlas en cuanto se les ocurren.
3.- Si el grupo no avanza porque
continua repitiendo ideas y conceptos ya tratados:
a).- Recoger las ideas en una
pizarra o flip chart.
b).- Resumir las ideas ya
manifestadas.
c).- Si algún participante
empieza a repetir una idea, señalar a la pizarra donde está recogida y hacer
mención a que parece que esa idea ya ha surgido y preguntar si quiere añadir
algo nuevo.
d).- Si los participantes siguen
volviendo a ello de forma reiterada, se puede plantear que puesto que es un
tema que parece muy importante para el grupo se puede intentar llegar a una
conclusión sobre el mismo antes de seguir adelante con otras cuestiones.
4.- Si algunos participantes
están molestando e interrumpiendo la reunión:
a).- Explicar las reglas de
comportamiento al comenzar la reunión.
b).- Hacer una pregunta,
incluyendo a los transgresores.
c).- Intentar definir un foco
central de la reunión y aludir a él con frecuencia.
d).- Hacer un descanso y durante
el mismo preguntar de forma individual qué es lo que está pasando. Averiguar
las razones de su comportamiento y pedirles , si es necesario, que abandonen su
comportamiento inadecuado. Si es necesario se puede acordar mantener con ellos
una reunión posterior para abordar sus preocupaciones subyacentes.
5.- Si el grupo se atasca o se
siente confundido con un punto de la agenda:
a).- No ignorar el problema.
b).- Preguntar al grupo qué es lo
que ocurre.
c).- Recordar al grupo en qué
lugar de la agenda se encuentra y cuáles son los objetivos específicos.
d).- Intentar eliminar el
obstáculo si es posible. Indagar para ver si el grupo está atascado por falta
de información o de claridad sobre lo que tienen que hacer o si existe un punto
clave que no ha surgido y que se tiene que tratar para poder solucionar el
problema y poder seguir adelante.
e).- Sugerir una pequeña pausa y
retomar el tema tras la misma o trasladarle a otro lugar en la agenda o fijar
una nueva reunión para abordarle en
profundidad.
f).- Si todo lo anterior falla,
se puede llegar a suprimir el punto de la agenda.
6.- Si el grupo se mantiene en
silencio:
a).- Dejar que permanezca en
silencio durante un tiempo. Puede ser que el grupo necesite tiempo para
reflexionar sobre una idea o sobre sus sentimientos sobre un tema.
b).- Preguntar a los
participantes que están pensando y cuáles son las razones de su silencio.
c).- Reflexionar sobre si tu
comportamiento puede ser el problema y estás intentando influir o manipular la
decisión del grupo.
d).- Preguntar al grupo si desean
aclaraciones sobre algún punto o si existe un punto clave del que no has sido
consciente o que puede haber ocasionado confusión.
e).- Hacer una pausa y buscar
nueva energía.
f).- Si el grupo parece cansado o
agotado terminar la reunión y fijar una nueva fecha para continuar.
7.- Si el grupo evita un tema o
se centra en uno en perjuicio de los demás:
a).- Averiguar si existe un temor
subyacente a que surja el tema.
b).- Plantear el tema
directamente. Intentar conocer la naturaleza del problema, durante cuánto
tiempo ha existido y cuáles han sido las consecuencias hasta el momento.
c).- Agradecer a los
participantes si presentan puntos de vista controvertidos o diferentes para
reforzar la idea de que un debate constructivo es un buen método para encontrar
soluciones.
d).- Mostrar a los asistentes la
importancia de que se manifiesten libremente, sin temor a represalias, todas las opciones, preocupaciones y temas
aunque sean problemáticos.
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