Jerry Connor y Karim Hirani en “The 4 greatest
conversations. Change mindsets, shift attitudes and achieve
extraordinary results, que estamos
comentando, plantean que la cuarta conversación de
coaching es la que tiene que ver con:
IV.- PENSAR
A través de ella
se busca volver hacia atrás, contemplar la situación en su totalidad y desarrollar
ideas nuevas y diferentes, viendo todo desde una perspectiva más estratégica.
La clave de
coaching en esta conversación se centra en ser conscientes de que implica lo
que la neurociencia considera como salir de los “ríos de pensamiento” para que
el coachee reconozca que su pensamiento se ha convertido en rígido y habitual y
que tiene que aprender a salir de esta situación para poder pensar de forma
diferente.
Para visualizar
un ejemplo del pensamiento habitual podemos imaginar que vamos a realizar un
corto viaje en coche. Para hacerlo no tenemos que pensar en la conducción ya que
nuestro cuerpo sabe cómo iniciar la marcha y comenzar a conducir. A este tipo
de pensamiento los autores le llaman “pensamiento verde” y a través de él
utilizamos nuestra experiencia para aprender y adoptar la forma más efectiva de
hacer algo, funcionando en la mayor parte de las ocasiones. Pero de vez en
cuando nos podemos encontrar ante situaciones en que no es suficiente y
necesitamos el “pensamiento azul” que nos hace ser curiosos y dar un paso hacia
atrás para cuestionar todas las reglas , contemplando las cosas con una mirada
fresca y desde múltiples perspectivas lo
que con frecuencia nos va a conducir a soluciones muy distintas.
La diferencia
entre los buenos y excelentes pensadores “rompedores” no se encuentra en su habilidad
para el “pensamiento azul” sino en su capacidad para detectar cuándo se debe
emplear.
Esta conversación
se debe utilizar cuando observamos que el coachee:
a).- Muestra una
falta de comprensión hacia sus clientes y sus necesidades.
b).- Emplea
generalizaciones o presunciones sobre como un problema o una situación pueden
resolverse.
c).- Demuestra
una falta de creatividad y la tendencia
hacia un pensamiento limitado sobre la forma de solucionar
problemas.
d).- Expresa su
frustración porque las cosas no funcionan adecuadamente.
El secreto de
esta conversación está en el “ Ciclo para avanzar en el pensamiento”, que sigue
una serie de pasos que deben realizarse en el siguiente orden:
1.- “Mirar hacia
arriba” para poder cuestionar el estatus quo.
2.- “Mirar hacia
fuera” para buscar retos y perspectivas.
3.- “Mirar hacia
abajo” hacia los detalles para encontrar la causa raíz y desarrollar una
hipótesis.
4.- “Mirar hacia
delante” y plantear una solución antes de actuar.
Si no hemos
resuelto totalmente el problema deberemos repetir el ciclo, para lo cual
tendremos que:
5.- “Mirar hacia
dentro” y perseverar.
PRIMER PASO: “MIRAR HACIA ARRIBA”
El propósito de
esta etapa es cuestionar la forma en que el coachee está pensando sobre un tema
para que pase del pensamiento verde al azul y sienta curiosidad.
Es importante
porque sin reconocer los problemas generados por los hábitos del pensamiento verde no podremos
comenzar a mirar un problema con mayor amplitud. Con frecuencia nos frenan el “mirar hacia arriba” las siguientes
trampas:
a).- La trampa
de lo razonable: La mayor parte de los problemas no son nuevos. Las cosas se
han probado antes y se han definido unos estándares por unas razones
determinadas y las explicaciones ·razonables” de por qué son éstas se convierten
en creencias limitantes. Por ejemplo un responsable de marketing describiendo
las razones por las que una marca no ha funcionado bien puede pensar: “Teníamos
un presupuesto limitado y teníamos que centrarnos en nuestras marcas más potentes”
o “hemos tenido tantos cambios en nuestras fábricas que no podíamos apoyar más
innovaciones en este momento”.
b).- La trampa
del exceso de ocupación. Se presenta cuando el coachee se encuentra tan ocupado
resolviendo problemas que no tiene tiempo para reflexionar.
En esta fase los
autores recomiendan realizar dos actividades:
1.- Pasar de las
frustraciones al pensamiento azul: pedir al coachee que dedique tiempo a
reflexionar sobre su rol o sobre un reto al que se está enfrentando buscando
frustraciones y realizando observaciones sobre las mismas, explorando los retos
cuando vayan surgiendo para detectar aquellos que se pueden beneficiar del
pensamiento azul.
2.- Definir la
pregunta de indagación. Una vez que se ha identificado un asunto el coach puede
ayudar a que se plantee como una indagación. Una buena pregunta de indagación es
lo suficientemente específica como para definir el resultado que necesitamos,
pero lo suficientemente abierta para permitir introducir creatividad y nuevas
ideas en su solución.
Una buena forma
de formular una pregunta de indagación es “Cómo podríamos” o “Cómo podría”. Por
ejemplo: “¿Cómo podríamos reducir las quejas de los clientes?”. Tenemos que
tener en cuenta que uno de los grandes errores que se cometen es pensar que los
grandes pensadores experimentan destellos de inspiración, cuando lo que hacen
es estar constantemente observando lo que les rodea.
SEGUNDO PASO: “MIRAR HACIA FUERA”
El propósito de
esta etapa es que el coachee evite los juicios y busque datos de distintas
perspectivas, como por ejemplo las de sus clientes o consumidores. Implica una
apertura de la mente hacia el pensamiento azul.
En esta fase es
fundamental que el coachee mire externamente, especialmente a través de la
lente del consumidor, así como internamente y separe rigurosamente los datos
objetivos de los juicios. Esta parte de
indagación del ciclo con frecuencia es la más débil porque muchos líderes piensan
que están muy ocupados y piensan que tienen una buena idea de lo que está
pasando o de lo que los demás piensan. Por ello creen que dedicar tiempo a
indagar y a plantear preguntas abiertas les parce que es un lujo y buscan
soluciones basadas en los datos con los que están ya familiarizados.
Una vez que el
coachee se muestra curioso libera dos fuentes de datos:
a).- Internos:
¿Qué es lo que ya sabemos de la situación? La curiosidad nos permite analizar
los datos y mirar a la experiencia que tenemos de forma diferente.
b).- Externos: ¿Quién
más puede tener información o ideas que
puedan aportar nuevas perspectivas? ¿Con quién deberíamos hablar?
En esta fase es
esencial, por tanto, que el coachee
separe lo que son los datos ( por ejemplo lo que han aprendido) de los juicios
e interpretaciones ( las conclusiones que han sacado de los anteriores).
TERCER PASO: “MIRAR HACIA ABAJO” – ANALIZAR
El propósito de
esta etapa consiste en que el coachee dedique tiempo a llegar al centro de la información y a su
significado, profundizando para llegar a las causas raíz de las situaciones.
Una herramienta
sencilla que puede resultar útil en este proceso es la que consiste en
preguntar el por qué. Comenzamos por seleccionar uno de los factores que están
contribuyendo a la información que tenemos y tenemos que preguntarnos por qué
está ocurriendo. Cuando tengamos la respuesta volveremos a preguntarnos la
razón de la misma y lo repetiremos una tercera vez. Por ejemplo, si tenemos a
un directivo de marketing que intenta entender la razón por la que ha
disminuido su presupuesto para su producto y marca, éste puede emplear la
herramienta de la siguiente forma.
Pregunta: ¿Por
qué ha disminuido el presupuesto?
Respuesta:
Porque la empresa está priorizando tres o cuatro productos más potentes.
Pregunta: ¿Por
qué lo está haciendo?
Respuesta: Porque
no es consciente de la importancia del producto.
Pregunta: ¿Por
qué no puede verlo?
Respuesta:
Porque los resultados a medio plazo se entienden y consideran mejores que los
planes de crecimiento a medio largo plazo como los de mi producto.
CUARTO PASO: “MIRAR HACIA DELANTE” –
RESOLVER
El propósito de
esta etapa es que el coachee genere una gran idea y un plan para ejecutarla. En
ella puede definir la idea y el plan o enfocarla como un experimento que puede
acertar o fallar. Una trampa en la que se puede caer es la del perfeccionismo o
de la procrastinación que lleva al atasco y a la falta de aceptación de los
errores y de introducir soluciones nuevas.
En esta fase el coach debe ayudar al coachee a
definir claramente cuál espera que sea el resultado antes de empezar a buscar
ideas. Tiene que invitarle a que hay que dejar los pensamientos iniciales rápidamente
y que al principio es más importante ir capturando los pensamientos que fluyen
que buscar grandes pensamientos. Puede utilizar entre otras técnicas de
ayuda que faciliten la fusión de ideas las siguientes.
a).- Opuestos o extremos. Consta de cuatro pasos:
1.- Plantear
algunas ideas iniciales y pedir al coachee que seleccione una.
2.- Pedirle que
piense en la idea opuesta o que la lleve al límite. Por ejemplo:
Idea: Crear un
portal para los clientes para hacer que el compartir conocimiento sea sencillo.
Opuesto:
Dificultar el acceso de los clientes al conocimiento y a compartirlo.
Extremo:
Compartir todos los pensamientos y comunicarlos a todos los clientes.
3.- Preguntar al coachee qué nuevas
perspectivas, ideas u opciones han provocado los dos pasos anteriores.
Ejemplo:
Lo opuesto
provoca las siguientes ideas: “Sólo aquellos que estén verdaderamente
interesados optarán por apuntarse” o “
Podremos realmente individualizar lo que es más relevante o útil”.
Lo extremos
genera, por ejemplo, las siguientes ideas: “ Podemos pedir a los clientes que
nos ayuden a redefinir y desarrollar nuestras ideas” o “Podremos crear una comunidad dinámica utilizando la sabiduría de
las masas”.
4.- Preguntar
cómo las nuevas ideas o pensamientos pueden ayudar a encontrar una solución
diferente.
b).- Perspectivas diferentes. Consiste en pedir al coachee que piense como otras personas u
organizaciones abordarían el problema como por ejemplo: Toyota. Apple, Louis
Vuitton, un niño de 7 años o un equipo deportivo profesional.
c).- Aparcamiento. Se trata de que en lugar de forzar el encontrar una respuesta en una
reunión animar al coachee a dejar la conversación incompleta, reflexionen y esperar a que encuentren una solución
interesante posteriormente.
PASO QUINTO: “MIRAR HACIA DENTRO” –
PERSEVERAR
El propósito de
esta etapa es que el coachee pruebe, aprenda y mejore mientras va implementando
la solución escogida. Es importante para que se mantenga curioso y aprenda de
sus errores mientras construye una solución sostenible que resuelva el reto al
que se enfrenta.