miércoles, 18 de diciembre de 2024

TODO GANADOR PRIMERO HA SIDO UN PRINCIPIANTE

 


Naphtali Hoff en SmartBrief on Leadership del pasado 13 de diciembre plantea que en un mundo que celebra las historias de éxito y los logros finales es fácil pasar por alto el camino crucial que conduce a esas victorias. Pero hay que recordar que todo ganador primero fue un principiante.

En algún momento se encontraría en un punto de inicio, inseguro de sus habilidades y quizás, hasta luchando con las dudas por sus capacidades. La diferencia entre los que tienen éxito y los que no  lo tienen no se encuentra en el talento en bruto, sino en la creencia en la importancia del crecimiento  y la perseverancia para desarrollar las habilidades con el tiempo.

Esta idea es la base del patrón mental de crecimiento, que nos dice que podemos cambiar y crecer y que seremos mejores con la práctica, que es fundamental para desarrollar todo nuestro potencial. Carol Dweck popularizó este término refiriéndolo a la creencia de que todos podemos desarrollar nuestras habilidades a través de la dedicación y el trabajo duro. Por el contrario el patrón mental fijo consiste en la creencia de que las habilidades son estáticas y, por tanto, no pueden cambiar y evolucionar: somos buenos en algo o no lo somos. Cuando adoptamos el patrón mental de crecimiento vemos los retos como oportunidades para aprender y los fallos como pasos previos, que nos pueden  ayudar al éxito.

Es fácil sentirnos descorazonados cuando las cosas no salen como las hemos planificado, pero es esencial que recordemos que hasta los profesionales más expertos empezaron en algún momento, siendo principiantes. Por ello debemos ante algo que no ha salido todo lo bien que esperamos pensar que practicando podemos mejorar y en lugar de sentirnos derrotados por una experiencia reconocemos que mejorar es posible. El paso de la frustración a la determinación representa el patrón mental de crecimiento.

Entender que todo ganador fue primero un principiante nos recuerda, también, que el aprendizaje es un camino a seguir toda nuestra vida. Hasta los expertos continuamente evolucionan y refinan sus habilidades. Si observamos a alguien que haya llegado a lo más alto en su campo podremos ver innumerables horas de práctica, persistencia a través de los fracasos y la disposición a aprender de los errores.

Un atractivo del patrón mental de crecimiento es que no importa desde dónde empecemos. Tanto si somos un principiante como si ya hemos atravesado parte del camino, lo importante es empezar hoy a expandir nuestra mente, a practicar nuestras habilidades y a aceptar los retos que encontremos en el camino.

Nos sorprenderemos de lo mucho que podemos conseguir cuando dejemos atrás nuestras limitaciones autoimpuestas y reconocemos que el crecimiento siempre es posible. Con tiempo y esfuerzo y creyendo en nuestro potencial no existen muchos límites a lo que podemos alcanzar.

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