Este fin
de semana se ha estrenado en los cines españoles una sorprendente y preciosa película, "Inside out" (Del revés) , con espléndidas críticas. Al ser una película de animación, la
última de los estudios PIXAR, puede correr el riesgo de que se considere exclusivamente dirigida para niños, cuando en
realidad está dirigida a un público adulto que es el que va a poder apreciar
bien y disfrutar de la complejidad de la
historia que supone un viaje al interior de nuestra mente de la mano de cinco
de las emociones básicas que poseemos los seres humanos.
La película muestra al cerebro humano como una sala de máquinas en la
que cinco emociones (alegría, tristeza, ira, miedo y asco) controlan básicamente
el comportamiento, buscando el equilibrio entre ellas e intentando generar
recuerdos que conformen la personalidad mediante la creación de islas temáticas:
de la familia, la amistad, la
diversión y el hockey (la afición de Riley, la niña protagonista) que constituyen los
diferentes aspectos de la personalidad de la niña, sus intereses básicos.
La idea de la película surgió cuando Peter Docter, el
director, empezó a observar los cambios en su hija que había pasado de ser una
niña extrovertida a una adolescente reservada y diferente y tomó forma basándose
en el estudio de las investigaciones de Paul
Ekman que descubrió que existen entre 3
y 27 emociones dentro de cada persona, completándose con la consulta a diversos
expertos en el funcionamiento de la mente y las emociones.
Es un relato de iniciación para que el espectador entienda
lo que significa la edad adulta, el papel de las emociones y la importancia de cada una de ellas en cada
momento de nuestras vidas y la idea de que es la tristeza la que nos
permite crecer, madurar y llegar a ser personas.
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