En la edición de septiembre-octubre de Harvard Business Review Doris Kearn Goodwin, historiadora y premio Pulitzer, autora de numerosas biografías sobre presidentes estadounidenses, analiza unas serie de aspectos del liderazgo de Abraham Lincoln que recoge en su último libro “Leadership in turbulent times”.
La autora considera que
Abraham Lincoln se puede considerar como un ejemplo de liderazgo transformador
y para estudiar sus características
utiliza las reacciones de sus más estrechos colaboradores y a los hechos que
ocurrieron en los días anteriores y
posteriores a la firma de la “Proclamación de la emancipación” que acababa con
la esclavitud en el territorio dominado
por las fuerzas de la Unión y que requería del apoyo de los miembros del
gobierno, del ejército y de los ciudadanos.
Lincoln, según Kearn
Goodwin poseía una gran inteligencia emocional, siendo capaz de mostrarse tanto
misericordioso como inmisericorde, orgullosos y seguro de sí mismo y humilde,
paciente y persistente, teniendo la capacidad de mediar entre las distintas
facciones al tiempo que defendiendo los valores de sus conciudadanos.
Demostraba una extraordinaria habilidad para captar los deseos en conflicto de
unos individuos divididos y devolverles su fe inquebrantable en un futuro unido.
El 22 de julio de 1862 el
presidente Abraham Lincoln convocó una
sesión especial de su gobierno para informarle del borrador preliminar de la
declaración de emancipación. En la misma les comunicó que aceptaba sugerencias
pero que la decisión estaba tomada y que la responsabilidad sobre la misma era
suya. Consiguió convencer a su dividido gabinete, a un ejército escéptico y a
sus compatriotas divididos utilizando una serie de estrategias. Entre ellas
destacan:
1.-
RECONOCER CUANDO LAS POLÍTICAS FALLIDAS DEMANDAN UN CAMBIO EN SU DIRECCIÓN
En la última semana de
julio el ejército del Norte fue vencido por las fuerzas confederadas en una
serie de brutales batallas impidiendo su avance hacia Richmond la capital de los
Confederados y con el resultado de cerca de 16.000 soldados muertos capturados o heridos. La
moral estaba baja cuando Lincoln reunió a su gabinete para leerles su
propuesta. El alcance de la proclamación era impresionante ya que prometía la
libertad a 3,5 millones de personas de color que en ese momento vivían
esclavizadas. En el documento se retrasaba 6 meses la entrada en vigor de la nueva ley
para dar a los estados del sur la posibilidad de terminar con la guerra y
retornar a la Unión antes de liberar permanentemente a sus esclavos.
2.-
ANTICIPAR LAS OPINIONES OPUESTAS
Aunque Abraham Lincoln
había señalado antes de presentar la proclamación que la decisión ya estaba
tomada aceptaba que sus colaboradores expresasen sus opiniones tanto a favor
como en contra. Como les conocía bien
estaba preparado para contestar a sus objeciones. Deliberadamente había
reunido a un equipo de hombres que representaban la mayoría de las facciones
geográficas, políticas e ideológicas presentes en la Unión y durante meses les había escuchado
mientras discutían entre ellos sobre cómo podían preservar mejor la Unión.
Su proceso de toma de
decisiones, nacido de su característica habilidad para contemplar una gran
variedad de puntos de vista al mismo tiempo, les parecía a algunos de sus
colaboradores muy laborioso pero una vez que se decidía a actuar era sólo
cuestión de elegir el mejor momento.
Entre las opiniones
contrarias destacaron las de Montgomery Blair que se opuso a la proclamación
argumentando que la emancipación tendría como consecuencia que muchos leales
defensores de la Unión en los estados fronterizos a los de la Confederación se
pasasen a las filas secesionistas. También, generaría un rechazo entre los
republicanos del Norte con la consecuencia de que los republicanos perderían
las siguientes elecciones a celebrar en el otoño de 1862. Lincoln había
considerado todas estas objeciones pero había llegado a la conclusión de que la
importancia de la abolición de la esclavitud superaba cualquier política de
partido.
El Secretario del Tesoro,
Salmon Chase, temía que se produjese, tal como estaba planteada la
emancipación, una masacre y el secretario de Estado, William Seward, mostraba
una perspectiva más internacional y planteaba que si la proclamación ocasionaba
una guerra racial que interrumpiese la producción de algodón las clases gobernantes
en Gran Bretaña y Francia, dependientes del algodón norteamericano para
alimentar su industria textil podrían intervenir a favor de la Confederación.
Lincoln había tenido en consideración, también, la fuerza de este argumento
pero estaba convencido que las masas en ambos países, que previamente habían
presionado a sus gobiernos para prohibir la esclavitud, nunca aceptarían ser
manipuladas por sus gobiernos para apoyar la Confederación una vez que la Unión
se comprometiese realmente con la emancipación.
3.-
SABER CUÁNDO HAY QUE ESPERAR Y CUÁNDO HAY QUE IR HACIA DELANTE
Aunque Lincoln tenía
tomada la decisión supo escuchar cuando Seward planteó la pregunta de cuándo
sería el momento adecuado de aprobar la propuesta y aceptó la recomendación de
éste de esperar hasta que la Unión volviese a cosechar victorias en el campo de
batalla. Durante dos meses esperó hasta que las tropas del general Lee se
retiraron de Maryland y Pensilvania tras su derrota en la batalla de Antietam.
5 días después de la victoria volvió a reunir a su gobierno y les comunicó que
la proclamación estaba lista para efectuarse.
4.-
SER UN EJEMPLO
En sus interacciones
diarias con su equipo Lincoln no dejaba lugar para comportamientos mezquinos ni
resentimientos personales. Fomentaba los argumentos y discusiones internas pero
se preocupó de informar a sus colaboradores que se sentiría muy afectado y no
consentiría que se atacasen entre ellos en público. Los estándares de decoro
que solicitaba se basaban en el entendimiento de que todos ellos estaban
inmersos en un reto demasiado importante como para justificar conductas
maliciosas. Este sentimiento de propósito común había guiado su formación del
gabinete y debería ser el soporte de su
supervivencia.
5.-
CONOCER Y COMPRENDER LAS NECESIDADES EMOCIONALES DEL EQUIPO
El liderazgo de Lincoln
se apoyaba en la atención especial que prestaba a las múltiples necesidades de
los complejos individuos que formaban su gobierno. Por ejemplo reconocía que
Seward estaba dolido por haber perdido la nominación como candidato republicano
a la presidencia de la nación y por tanto, dedicó muchas horas a visitarle en
su casa para charlar y reír con él, desarrollando, finalmente, una gran camaradería
entre ellos.
Para evitar que surgiesen
comentarios y envidias sobre posibles favoritismos procuraba dedicar tiempo
para estar con cada miembro de su equipo, reconociendo el trabajo de cada uno y
expresando su gratitud por sus acciones.
6.-
EVITAR LA INFLUENCIA DE RESENTIMIENTOS PASADOS
Lincoln nunca seleccionó
a los miembros de su equipo en función de que le gustasen o disgustasen.
Insistía en que no le importaba el que alguien hubiese actuado mal en el
pasado, si no volvía a hacer algo incorrecto en el futuro.
7.-
CONTROLAR LOS IMPULSOS VIOLENTOS
Cuando se sentía muy
enfadado con un colaborador Lincoln escribía lo que él llamaba una “carta
caliente” en la que liberaba toda su ira. Luego la guardaba hasta que se había
tranquilizado y podía contemplar los hechos con una mirada más clara. Cuando
sus escritos fueron estudiados al principio del siglo XX los historiadores
descubrieron varias de esas cartas con una anotación de Lincoln debajo de ellas
“nunca firmadas y nunca enviadas”.
No sólo era capaz de
controlarse hasta que el enfado pasaba y aconsejaba a su equipo a hacer lo
mismo sino que, estaba dispuesto a perdonar los ataques públicos sobre su
persona.
8.-
PROTEGER A LOS COLABORADORES DE SUS FALTAS
Abraham Lincoln declaraba
una y otra vez que él y no los miembros de su gobierno eran responsables de los
errores cometidos.
Al final fue su carácter:
su sensibilidad, su paciencia, su prudencia y su empatía, lo que transformó a
cada uno de los miembros de su equipo, pero debajo de su amabilidad y ternura
era un líder ambiciosos e implacable: sus colaboradores podían tener ambiciones
personales, criticarle y burlarse de él, irritarle, exasperarle y presionarle
en exceso. Todo esto estaba dispuesto a tolerar siempre que trabajasen con
pasión y competencia en el camino que les había marcado.
9.-
MANTENER SU PALABRA
Al acercarse el 1 de
enero de 1863 la opinión pública dudaba de que la proclamación comenzase a
tener efecto a partir de esa fecha ya que la perspectiva de la emancipación
amenazaba con fracturar la frágil coalición que mantenía unidos a los republicanos
y demócratas en la Unión, pero Lincoln
se mantuvo dispuesto a mantener su palabra.
10.-
CALIBRAR LOS SENTIMIENTOS
El 31 de diciembre de
1862 Lincoln reunió a su gabinete para una última lectura de la proclamación. La
versión que presentó difería en un aspecto clave con la publicada en septiembre
ya que permitía el reclutamiento de hombres de color para formar parte del
ejército de la Unión.
Loe efectos del liderazgo
transformador de Lincoln se vieron claramente en el cambio del punto de vista
de los soldados en relación con la emancipación. En los primeros 18 meses de la
guerra sólo 3 de cada 10 soldados reconocían estar dispuestos a arriesgar sus
vidas por la emancipación, la mayoría luchaban exclusivamente por preservar la
Unión. Este ratio se modificó tras la proclamación de la emancipación ya que
una aplastante mayoría de soldados empezó a considerar que la restauración de
la Unión y la emancipación estaban unidas inseparablemente.
11.-
GENERAR CONFIANZA
La respuesta de las
tropas se apoyaba en la profunda confianza y lealtad que Lincoln había generado
entre los soldados de todos los rangos desde el comienzo de la guerra. Éstos le
consideraban como uno de los suyos y llevaban su imagen al campo de batalla.
Tenía un nivel tan alto de credibilidad que manifestaban que no sólo luchaban
por la Unión sino que si Lincoln decía que algo era bueno tenía que serlo y por
tanto la abolición de la esclavitud era algo por lo que se tenía que luchar.
El alistamiento de
soldados de color fue un éxito, añadieron 200.000 efectivos a las fuerzas de la
Unión y lucharon con gran valor venciendo la oposición de los mandos opuestos a
la proclamación.
Lincoln, en definitiva,
se movía buscando las circunstancias más propicias, no esperando a ser obligado
por la fuerza de los hechos o perdiendo el tiempo y las posibilidades por
actuar prematuramente, defendiendo la idea que siempre recalcaba: “ con el
apoyo del sentimiento y opinión pública nada puede fallar, sin él nada puede triunfar”.
ESTUPENDO ISRRAEL
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