miércoles, 13 de febrero de 2019

¿QUIÉNES SON LOS PROFESIONALES CLAVE PARA UNA ORGANIZACIÓN?


Eric J. Mc Nulty en strategy+business blogs del pasado 30 de enero plantea que es esencial conocer quiénes son las personas más valiosas para la organización. Normalmente se considera que son:

a).- Los altos directivos ya que son los que reciben las compensaciones más elevadas. El problema de utilizar este criterio como guía es que con frecuencia está mediatizado por medidas competitivas ya que ninguna compañía quiere ofrecer a sus ejecutivos más senior retribuciones por debajo de la media del mercado para no correr el riesgo de atraer o retener talento. Al final lo que ocurre es que las compensaciones suben cada vez más sin tener un efecto claro sobre el valor que aportan los directivos.

b).- Los profesionales considerados de alto potencial que se considera que son el futuro de la organización y que se reclutan y tratan cuidadosamente para que respondan a esa expectativa. Si juzgamos por la inversión que se realiza en ellos podemos creer que son los más valiosos, pero este enfoque tiene sus defectos ya que en ocasiones se les ha identificado en función de criterios superficiales como el de la universidad o escuela de negocios en que han estudiado o si tienen una personalidad extrovertida. Salvo que la objetividad a la hora del reclutamiento se efectúe de forma rigurosa el potencial percibido puede que nunca se plasme en el desempeño adecuado y el prejuicio de confirmación va a hacer que los líderes no quieran reconocer su error de estimación al escoger a los profesionales de posible alto potencial.

El autor propone para detectar a los trabajadores verdaderamente importantes aplicar un concepto de la naturaleza que se basa en lo que ocurre en la misma: los científicos que estudian los entornos naturales han identificado ciertas especies cuyo comportamiento sirve para satisfacer las necesidades de otras especies y por lo tanto aportan un gran valor al bienestar de toda la comunidad. Las llaman especies clave ya que sin los vínculos que mantienen con otras especies la salud del sistema se puede degradar e incluso colapsar. Por ejemplo tenemos el caso de los elefantes en determinadas zonas de África ya que derriban árboles cuando buscan alimentos, perpetuando la sabana en la que viven muchos animales, sus patas dejan huellas en la tierra que capturan agua imprescindible para apoyar a otras formas de vida y las sendas que establecen actúan como cortafuegos.

De forma similar a como un ecosistema natural se apoya en una compleja red de interrelaciones para sobrevivir y florecer así lo hacen los ecosistemas corporativos.   Los clientes, los trabajadores, los proveedores, los competidores, las comunidades, los inversores y muchos otros juegan un papel en el que determinadas relaciones tienen un mayor impacto que otras. Para encontrar las personas clave en nuestra organización tenemos que ir más allá de la jerarquía  y retribuciones y considerar cuáles de las relaciones entre los grupos de interés son más significativas. Aquellos que promueven y fortalecen dichas relaciones son los más valiosos.

Con frecuencia estos profesionales clave son líderes aunque no tengan un rol formal de liderazgo. Se identifican plenamente con la misión de la organización y saben que no pueden actuar en solitario por lo que trabajan para inspirar a sus compañeros para alcanzar la misión. Detectan las contribuciones potenciales que los demás pueden ofrecer y les animan a hacerlo y como resultado éstos les siguen voluntariamente por lo que se convierten en líderes.

Algunos de estos empleados clave transmiten la esencia de la marca o del servicio a los clientes. Estos trabajadores de primera línea son capaces de asumir y expresar los valores de la marca o servicio de formas que trascienden la estrategia y los competidores tienen muchas dificultades para imitarles.

Otros hacen viva la misión ayudando a sus compañeros a que vean la conexión que existe entre lo que hacen y las razones para hacerlo identificando el propósito y el significado de su trabajo.

Mc Nulty se pregunta como conclusión cuales pueden ser las razones por las que en las organizaciones no se reconoce e identifica a estos profesionales clave que son esenciales para las mismas. Cree que en parte esto ocurre porque tras décadas de pensamiento lineal en el que las personas se encuadran en un organigrama en cajas sin pensar en las cualidades humanas dinámicas de éstas. Propone para evitarlo el abandonar las cajas y contemplar el ecosistema para detectar, escuchar y desarrollar a estos profesionales valiosos si queremos que nuestra organización prospere.


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