Navi Radjou y Prasad Kaipa
en MIT Sloan Management Review del pasado 24 de abril exponen que durante los últimos
30 años han analizado las conductas de casi 100 altos ejecutivos de
organizaciones europeas, asiáticas y norteamericanas que han tenido que
enfrentarse graves crisis y basándose en la respuesta que han mostrado a
distintas emergencias han identificado tres formas que tienen los líderes de pensar durante estas situaciones:
1.- Líderes que se apoyan en sus instintos de supervivencia y se centran en
hacer lo que sea necesario para mantener sus compañías a flote.
2.- Líderes oportunistas que encuentran maneras inteligentes para mantenerse
durante las crisis y capturar las oportunidades que brinde la situación tras la
crisis.
Los autores calculan que el 90% de los líderes observados respondían a
estas conductas.
3.- Líderes que afrontan las crisis apoyándose en medios para beneficiar a
la sociedad. Utilizan conscientemente su intuición, lógica y emociones para
seleccionar las respuestas apropiadas. En lugar de pedir a unos profesionales
bajo un estado de ansiedad a que sigan haciendo sus trabajos les ayudan a ampliar
sus perspectivas y les inspiran a que contribuyan con sus esfuerzos a mejorar
la sociedad y a cocrear un propósito más elevado para su organización. Éstos serían los líderes sabios y Radjou y
Kaipa consideran son los mejores modelos
para los líderes para enfrentarse a las crisis como la actual.
Para que los líderes puedan transformar sus organizaciones en “organizaciones sabias” los autores
proponen:
A).- MODIFICAR LA VISIÓN
PARA QUE TENGA EXPLÍCITAMENTE UN PROPÓSITO MÁS AMPLIO. La crisis del COVID –
19 nos ha mostrado lo interdependiente y frágil que es la civilización humana.
Una disrupción en una parte del mundo puede ocasionar efectos devastadores en
todo el planeta. Los líderes deben ampliar la perspectiva de sus profesionales
explicándoles que su organización forma parte de un todo interdependiente y,
por tanto, se puede ver afectada por
distintos hechos que ocurran en el mundo y que cualquiera de sus acciones puede
afectar a la sociedad. Los líderes pueden invitar a sus trabajadores a servir a
la sociedad en lugar de centrarse exclusivamente en sus clientes. Por ejemplo,
el pasado mes de marzo, James Dyson fundador de la empresa de aspiradoras pidió
a sus profesionales que diseñasen y construyesen un respirador para los
pacientes de COVID – 19 en solo 10 días, con el objetivo de hacer frente a un
encargo del gobierno británico y para donar 5.000 unidades a los esfuerzos internacionales
de lucha contra los efectos del virus. Otro ejemplo es el de SIEMENS que está
centrándose en equilibrar todos su recursos, talentos y asociaciones para tener
impacto social positivo en los más de 200 países en los que opera, lo que ha supuesto promover el crecimiento
económico local y la creación de empleo, la reducción de contaminantes y la inclusión de más mujeres y miembros de minorías
en su fuerza laboral.
El mensaje que los líderes deben transmitir a sus grupos de interés es
simple, pero también complejo: “ De acuerdo a nuestros intereses debemos
mantener la integridad y la unidad de nuestro mundo, lo que implica el abordaje
de forma creativa de asuntos globales tales como los desequilibrios sociales,
el cambio climático y las emergencias sanitarias”.
B).- PLANTEAR
INNOVACIONES “FRUGALES” QUE UTILICEN CON INTELIGENCIA LOS RECURSOS YA
EXISTENTES. Es fácil olvidar nuestra abundancia de recursos durante las crisis cuando
se apodera de nosotros un patrón mental que se centra en nuestras carencias. Pero
líderes como James Dyson son conscientes de que cuando se pide a los
trabajadores que recurran a sus recursos internos, tales como ingenio y
compasión, son capaces de reinventar radicalmente los productos y servicios. Específicamente
los líderes deben pedir a sus profesionales que practiquen la “innovación
frugal” que consiste en el arte de simplificar
y rediseñar productos existentes de forma ingeniosa para servir a un propósito
más elevado. Recientemente tenemos los ejemplos de empresas de automóviles como
Ford, Tesla o Toyota fabricando respiradores o textiles como Zara y Gap fabricando
mascarillas y ropa protectora para los sanitarios.
C).- REFORMULAR LA SOSTENIBILIDAD COMO RESILIENCIA
CREATIVA. La sostenibilidad y la responsabilidad corporativa deben rediseñar sus
prioridades. Las organizaciones más sostenibles son aquellas que se adaptan
continuamente aun entorno cambiante mientras se mantienen fieles a sus valores
principales. Diversos estudios muestran que las organizaciones que priorizan la
sostenibilidad social y medioambiental sobre las ganancias a corto plazo tienen
a largo plazo unos resultados mucho mejores ( hasta en un 40%).
D).- CANALIZAR ACTITUDES
ABIERTAS PARA FOMENTAR LAS CONEXIONES
ENTRE LOS PROFESIONALES JUNTO A UNA CULTURA CORPORATIVA QUE SE PREOCUPE
POR EL BIENESTAR DE LA SOCIEDAD. Muchos trabajadores se sienten
desmoralizados y temen por sus vidas y su estabilidad económica en la presente
crisis. En esta situación, en lugar de centrarnos en las tasas de mortalidad
del virus podemos hacerlo en prestar atención y admirar a los millones de
sanitarios que están atendiendo en todo el mundo a los pacientes de COVID – 19.
Su valentía y devoción nos puede llenar del asombro que nos hace sentirnos
bien. Investigadores del “Greater Good Science Center” de la Universidad de Berkeley
han encontrado que estás experiencias inspiradoras tienen un gran impacto positivo en nuestras vidas que incluye
el ayudarnos a trascender nuestro limitado sentido de nosotros mismos para
conectar con una realidad más amplia, con lo que nos sentimos más conectados
con los demás. Los líderes crean una visión de sus organizaciones enfocada a
construir un mundo mejor y facilitan que sus profesionales innoven sin miedo
para alcanzar esta visión.
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