Eric J, Mc Nulty en
strategy+business del pasado 31 de marzo plantea que mantener las
organizaciones funcionando durante una crisis como la del coronavirus, que
persiste durante meses, requiere planificación, comunicación clara y empatía.
La crisis del coronavirus es
distinta de cualquier otra en los últimos años. Su impacto en nuestra salud
física, mental y económica colectiva tiene elementos en común con los de la
pandemia de 1918 de influenza, la ola de terror generada por los atentados de comienzos
del siglo XXI y el colapso económico de 2008. Supone un punto de inflexión y
nuestras vidas personales y profesionales se van a ver cambiadas de forma que
todavía no conocemos.
A pesar de todo debemos
perseverar. Nuestras organizaciones tienen que sobre vivir tanto como
componentes vitales de la maquinaria económica global como formando parte del
tejido integral que produce la coherencia social. Muchas personas obtienen no
solo las recompensas económicas sino el significado de sus vidas por el trabajo
que realizan y consideran a sus compañeros de trabajo como parte de sus
familias. Construir una nueva normalidad va a recaer sobre todo en los hombros
de los que lideran. Independientemente de la posición de liderazgo que tengamos
las decisiones que tomemos y nuestras acciones tendrán un impacto en la
respuesta de nuestra organización ante la crisis y en la recuperación posterior.
Mc Nulty ofrece una serie de
recomendaciones interesantes para liderar adecuadamente en medio de una crisis
mientras permeamos a nuestras organizaciones de humanidad. Éstas son:
1.- EMPLEAR SUS ARMAS SABIAMENTE
Peter Neffenger mantiene que
las dos herramientas que los líderes tienen ante una crisis son la información
y la empatía. La primera debe ser firme, transparente y veraz. Las personas
quieren conocer lo mal que están las cosas, cómo pueden reducir sus riesgos y
cómo pueden ayudar a los demás.
En la situación actual los
líderes deben mostrar una preocupación real por aquellos que están afectados
por la situación y tomar medidas para aliviar el sufrimiento en lo que puedan.
No tienen que preocuparse solo por ellos mismos, deben asegurarse que los demás
están bien atendidos en sus necesidades.
2.- RESISTIR LA TENTACIÓN DE ACTUAR COMO UN
“SUPERHÉROE”
Particularmente ante crisis
de larga duración el líder debe controlar su inclinación a ser un “superhéroe”.
Para superar la adversidad del momento actual es necesario contar con la
colaboración de muchas personas trabajando juntas no con unos pocos individuos
sobrellevando todo el peso de la crisis. Los líderes más eficaces son los que
son capaces de crear el entorno y el clima donde la colaboración, la compasión
y el espíritu de servicio son reconocidos y continuamente se preocupan de
conocer qué está ocurriendo y lo que implica y lo comparten.
Una larga crisis require que
el líder y sus equipos mantengan su fortaleza durante todo el tiempo. La “fatiga
de las decisiones” es una de las consecuencias negativas que sufren los líderes
que ignoran sus limitaciones físicas y mentales y si éstos no son ejemplo del
autocuidado nadie se preocupará de cuidarse a sí mismos. Por ejemplo Winston
Churchill, uno de los líderes más reconocidos por su manejo de las crisis,
reservaba diariamente tiempo para pequeñas “siestas” para asegurar el
mantenimiento de su agilidad mental y física. Todos necesitamos descansar y
refrescarnos para mantener un excelente desempeño.
3.- NAVEGAR CON UN COMPÁS MORAL
La mayor parte de las
organizaciones poseen una declaración de valores y un código ético, pero los
líderes rara vez se refieren a ellos de forma explícita. Ahora es el momento de
cambiar esta situación, ya que es más importante que nunca que hagamos lo
correcto y analicemos las relaciones con nuestros clientes o consumidores, el
compromiso de los profesionales y la imagen de marca. El líder tiene un gran
impacto en la ética de toda la organización por lo que debe asegurarse de que
sus decisiones y acciones sean un reflejo de los principios éticos de su
organización.
4.- PREPARAR LOS PILARES PARA LA RECUPERACIÓN
Aunque no lo parezca en este
momento, los fundamentos para la recuperación de esta crisis se están
preparando. Cualquier crisis evoluciona a lo largo del tiempo a través de las etapas:
a).- Lo pasado.
b).- Lo actual.
c).- Lo futuro.
El presente es el que genera
más atención porque es inmediato y urgente. En el caso del coronavirus si se ha
efectuado una planificación y preparación seria antes de que afectase nuestra
área deberíamos tener personas que están gestionando las necesidades presentes
correctamente.
El líder debe dedicar tiempo
para reflexionar en los factores culturales y personales de lo que ha ocurrido
que queremos preservar y cómo cada paso que tome en el momento actual va a
definir el futuro.
Como cualquier crisis la
actual ha tenido un comienzo y tendrá un final. Existen muchos modelos que
describen esta epidemia pero nadie sabe exactamente cómo va a evolucionar. Las personas
miran hacia sus líderes buscando dirección, apoyo y esperanza. Éstos para poder
facilitar estas demandas necesitan lidiar con decisiones complicadas y para
poder tomar las adecuadas deben ser diestros en equilibrar la experiencia y
conocimientos técnicos con los recursos.
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