Patrick Lencioni, en “The 6
types of working genius. A better way to
understand your gifts, your frustrations, and your team”, que estamos comentando, plantea que cualquier esfuerzo colectivo implica y require la
presencia de los seis “genios”. Si uno de ellos falta es mucho más fácil que se
produzca el fracaso y la frustración. Cada tipo de “genio” ofrece algo que los
demás “genios” necesitan y, a su vez, recibe algo de los otros “genios”.
Analizando el flujo de cualquier tipo de esfuerzo laboral vemos cómo encajan:
1).- CUESTIONAMIENTO
La primera
fase del trabajo necesita que alguien se plantee una pregunta clave, baraje la
posibilidad de obtener mayor potencial, levante un bandera roja o simplemente
especule sobre el estado de las cosas. Por ejemplo, a través de las siguientes
preguntas: ¿Existe un modo mejor?, ¿Es ésta la mejor compañía que podemos
llegar a ser?, ¿Está alguien pensando que existe algo incorrecto en la forma
que nos relacionamos con nuestros clientes? o ¿Necesitamos un descanso?
2.- INVENCIÓN
El
siguiente paso implica responder a la pregunta planteada en el cuestionamiento,
creando una solución, proponiendo un plan o una nueva idea o un nuevo enfoque.
Las preguntas que podemos hacer y los comentarios son, por ejemplo: “¡Tengo una
idea’”, ¿Qué os parece este plan? o¿ Podemos ayudar a los clientes de esta
forma?
3.- DISCERNIMIENTO
La tercera
etapa se ocupa de responder y evaluar las ideas surgidas durante la invención.
Implica la valoración de la propuesta, facilitar feedback sobre la solución o
afinar el enfoque. Comentarios que pueden expresarse en esta fase son del tipo:
“Mi instinto me dice que eso sería una gran idea”, “Tengo la sensación de que
algo no funciona con esos valores” o “Creo que tenemos que perfilar la idea sobre
el producto mejor antes de que esté preparada”.
4.- MOVILIZACIÓN
Una vez que
el plan o solución se ha revisado y aprobado y se juzga que merece la pena, el
siguiente paso consiste en que alguien movilice a las personas necesarias para
implementarlo o inspire a los demás para que lo hagan suyo. Se pueden utilizar
comentarios como, por ejemplo: “ ¡ Tenemos que escuchar esta idea¡” ,
“Trabajemos sobre estos valores” o “¿Quién está dispuesto a ayudarnos a que
funcione el programa de atención al cliente?”
5.- FACILITACIÓN
Posteriormente,
alguien tiene que responder a esa llamada a la acción, ponerse a disposición,
acordar lo que tienen que hacerse para asentar la idea y avanzar, utilizando
comentarios como: “Estoy a bordo para ayudar con esa idea”, “Incluirme para
trabajar en esos valores” o “Me encantaría ayudar con los clientes, avisarme
cuando me necesitéis”.
6.- TENACIDAD
Finalmente,
alguien debe completar el proyecto, terminar el programa o superar los
obstáculos para asegurar que le trabajo se realiza de acuerdo con las
especificaciones establecidas, empleando comentarios como” Sigamos trabajando
porque esta nueva idea no es una realidad todavía” o “De acuerdo,
preparemos el proyecto y cerremos los
valores para poder mandarlo al comité directivo para su aprobación dentro del
plazo fijado” .
Por tanto
tenemos que por medio del cuestionamiento identificamos la necesidad de cambio, a través de la
invención creamos una solución, que se evalúa, refina y se propone una acción
por el discernimiento, reuniendo personas para la acción por la movilización,
ofreciendo ayuda a través de la facilitación y finalizando el proyecto con la
ayuda de la tenacidad.
Existen algunas
formas en las que un equipo puede ir llenando los vacíos que pueda tener en
relación con los seis tipos de “genios”. Como, por ejemplo:
A).-
Contratar a personas que posean el “genio” que falta. No siempre es posible o
práctico.
b).- “Pedir
prestado” a alguien dentro de la organización, invitando a un profesional ajeno
al equipo que posea el “genio” ausente a que esté presente en reuniones
importantes, por ejemplo.
Lencioni ha
observado que siempre que nos juntamos con otras personas para hacer un trabajo
debemos entender y estar de acuerdo con el contexto de ese trabajo y con la
naturaleza de las conversaciones que estamos manteniendo si queremos ser
productivos y evitar confusiones innecesarias. Identifica cuatro tipos de conversaciones de trabajo que se corresponden con
diferentes clusters de “genios”:
1.- Brainstrorming
La menos
frecuente implica hacer preguntas, ponderar oportunidades, sugerir ideas y
evaluar si esas ideas pueden funcionar o no. En ella intervienen los tres
primeros “genios”: los del cuestionamiento, la invención y el discernimiento.
Cuando todos los participantes entienden que éstos son los que se tienen que
ver implicados, se mantendrán dentro de ellos y evitarán recurrir a otros que
todavía no son relevantes. Cuando las personas acuden a sesiones de
brainstorming e intentan que intervengan los “genios “ de la movilización, la
facilitación y la tenacidad, con frecuencia se sienten frustrados y frustran a
los demás al tratar de llevar las discusiones hacia la acción antes de que sea
apropiado. Los profesionales cuyos “genios” están en estos tres últimos con
frecuencia se sienten impacientes durante estas discusiones y se preguntan por
qué los que poseen los tres primeros “genios” no toman una decisión de una vez
y siguen adelante. En estas situaciones deben, de forma intencional, evitar
llevar la conversación hacia sus áreas de confort y, si esto no funciona,
evitar tomar parte en este tipo de conversaciones.
2.- Toma de decisiones
Otro tipo
de conversaciones en el trabajo son las que tienen que ver con tomar una
decisión relativa a una idea o propuesta. Estas discusiones se centran
alrededor del discernimiento, pero también implican algún grado de invención (“vamos
a finar la idea un poco”) y movilización (“Pensemos cómo podemos lograr que las
personas se incorporen”). Durante estas sesiones es una buena idea evitar el
cuestionamiento ya que el tiempo para ese tipo de conversación ya ha
finalizado. Asimismo, es importante no caer en la tentación de comenzar la
implementación, que implica la participación delos “genios “ de la facilitación y la tenacidad ya que dichos “genios”
pueden tentar a las personas a que opten por una decisión subóptima,
simplemente para acelerar el cierre.
3.- Lanzamiento
El
siguiente tipo de conversaciones de trabajo son las que intentan que las
personas se emocionen con una decisión y se alisten a sus acciones iniciales.
Se centra alrededor de los "genio“" de la movilización y
facilitación, pero implica, también, al discernimiento ya que van a surgir
preguntas por parte de las personas que están intentando comprender qué se
están comprometiendo a hacer. Los “genios” del cuestionamiento y de la
invención deben evitar su participación en estas discusiones, ya que le tiempo
para sus intervenciones ya ha pasado. La tenacidad no está todavía totalmente
implicada , pero debe estar presente porque organizar un nuevo proyecto sin la
perspectiva de lo que será necesario terminar es garantía de confusión
innecesaria en el camino.
4.- Seguimiento y solución de problemas
El tipo
final de conversación que ocurre en el trabajo es la que se produce
frecuentemente durante las reuniones de personal. Implica, por ejemplo, discusiones
regulares sobre los progresos de una iniciativa, así como la identificación y
resolución de cualquier obstáculo o problema que interfieran en el camino hacia su término. Se centran alrededor de la
movilización y la facilitación y, finalmente la tenacidad. Cuando los miembros
del equipo tratan de ejercitar el cuestionamiento o la invención en esta parte
del trabajo, generalmente van a crear caos y frustración. Hasta el discernimiento
debe ser limitado al proceso de superar los obstáculos táctico, en lugar de a
reevaluar la idea o propuesta original.
La clave
radica en estar comprobando continuamente con los miembros del equipo el
propósito de una discusión o reunión determinada y asegurar que los “genios”
necesarios están presentes o representados en cada una de las sesiones. Por
ejemplo, si todos tienen claro y están alineados con lo que se supone que deben
estar haciendo , serán capaces de utilizar los “genios” apropiados y evitar que
surjan “genios” que no son relevantes o útiles.
Los seis
tipos de “genios” son, también, fundamentales para la salud de la organización por muchas razones:
a).- Un
equipo de liderazgo no puede ser cohesivo si sus miembros no entienden y
aprovechan los “genios” de cada uno de ellos. La diferencia entre un equipo de
líderes que ajusta sus roles y trabajo basándose en los ¡genios” de sus
miembros y uno que se apoya solo en el título del puesto y en expectativas
genéricas es indescriptible.
b).- Cuando
las personas en una organización conocen y son transparentes en relación con
sus “genios” y áreas de frustraciones los líderes pueden hacer ajustes que
faciliten las contribuciones de los empleados y al final del día éstos han
incrementado su desempeño, en menos tiempo y con menos fricciones.
c).- Si las
personas en una organización saben que sus “genios” están siendo utilizados
correctamente y apreciados por sus líderes trabajarán con más pasión y
entusiasmo y tenderán con mucha menos frecuencia a abandonar la misma en
tiempos difíciles. También, van a comentar a otros de forma positiva su
experiencia en la compañía, atrayendo nuevos profesionales y clientes.
d).-
Finalmente, las actividades más importantes en cualquier organización, las
reuniones, se van a transformar cuando las personas que participan en ellas
conocen y entienden sus “genios” y frustraciones. Al identificar el tipo de
conversación que están manteniendo saben cuándo y cómo intervenir para tomar
mejores decisiones.
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