Aaron de Smet, Gemma D´Auria, Liesje Meijknecht, Maitham Albaharna , Anaïs Fifer y Kim
Rubenstein en Mc Kinsey Quarterley del pasado 31 de octubre plantean que crear
equipos eficaces depende de múltiples factores, incluyendo altos niveles de
confianza y comunicación y la comprensión del contexto del equipo´. Proponen un
nuevo enfoque para ayudar a elevar el desempeño del mismo y crear valor.
En la mayor parte de las organizaciones los
equipos generan valor como una unidad primera de desempeño, siendo actualmente
más autónomos y empoderados que en modelos organizacionales tradicionales,
mientras son, también, parte de una estructura dinámica y colaborativa en un
ecosistema de equipos. Pero muchos equipos tienen dificultades para colaborar de
forma eficaz y en muchos casos como muestran distintos estudios, tres de cada cuatro
equipos multifuncionales tienen un bajo desempeño en métricas clave.
El éxito o
el fracaso del equipo con frecuencia se atribuye a sus miembros,
preferentemente al líder, el movilizador más importante del desempeño o a un aspecto
nebuloso de la “química” del equipo, pero el perfeccionar las competencias del
líder puede ser de ayuda pero no es suficiente para garantizar el desempeño del
equipo. Los mitos alrededor de la química del equipo ( el equipo sintoniza o no
en un click) y el heroico líder del equipo (encontrar un líder capacitado y el
equipo florece) con frecuencia evitan que las organizaciones aborden los
factores contextuales y estructurales más difíciles de ver que afectan a las
dinámicas de los equipos y a sus resultados.
Cuando las
organizaciones abordan la eficacia de los equipos se centran principalmente en
los equipos de líderes senior lo que es comprensible porque el desempeño de los
equipos se ha comprobado que es mejor si el equipo directivo en lo más alto de la
organización comparte la misma visión y significado. Es importante hacerlo pero
sin descuidar el resto de equipos que también necesitan ayuda.
Para que los
líderes puedan apoyar a todos los equipos para que aumenten su generación de
valor el primer paso consiste en entender que mientras crear grandes equipos
implica liderazgo experimentado e intuición, esta última puede ser errónea a
veces.
Los autores
han identificado una serie de mitos sobre el desempeño de los equipos. Entre
ellos:
MITO 1: Los equipos deben idealmente estar formados por profesionales con un
nivel de talento máximo en cualquier rol para alcanzar la máxima eficacia
REALIDAD: los equipos eficaces se
centran en las habilidades individuales y colectivas y en los comportamientos
que son más importantes y cada rol necesita que el profesional tenga el talento
que encaje, no necesariamente talento máximo.
Un equipo
formado por “superestrellas” no constituye inherentemente un gran equipo, ya
que de hecho puede conducir a un peor desempeño. Aunque el desempeño individual
importa no es suficiente que cada persona ofrezca su mejor desempeño. Las dinámicas
sobre cómo los individuos interaccionan son tan o más importantes, ya que van a
marcar la diferencia entre operar como un equipo individual u operar como un
equipo de individualidades.
Las investigaciones
de los autores han encontrado que, distintas variaciones en los comportamientos
de los equipos, influyen en el desempeño del mismo: los equipos que muestran los
comportamientos correctos son más innovadores y productivos y obtienen mejores
resultados. Asimismo han identificado 17 comportamientos específicos a los que
llaman “movilizadores de salud” que son importantes en el desempeño del equipo
y se agrupan en cuatro áreas clave: configuración, alineación, ejecución y
renovación. Estas cuatro categorías ofrecen una visión bastante completa del equipo
y reflejan si los miembros del equipo
trabajan de forma eficaz juntos:
ÁREA |
MOVILIZADOR |
GRADO EN QUE LOS MIEMBROS DEL EQUIPO….. |
CONFIGURACIÓN ¿Existe
claridad en los roles? ¿Existe la
necesaria mezcla de perspectivas internas y externas? |
Perspectivas
diversas Orientación
externa Definición
de roles |
Tienen una
mezcla de perspectivas que mueven al equipo hacia delante Están conectados
a redes fuera del grupo central y/o la
organización más amplia para aprender nuevas perspectivas Entienden las expectativas y responsabilidades de los roles individuales y tienen a las personas adecuadas en cada rol |
ALINEACIÓN ¿Existe
compromiso en el equipo? ¿Existe
claridad en relación con el propósito y las metas? |
Compromiso Metas |
Están comprometidos
con el equipo y priorizan su éxito sobre el suyo propio Tienen
metas a nivel individual o del equipo que suponen un reto y que están alineadas
con las prioridades de la organización Están alineados
en un propósito claro para el equipo y pueden articular lo que el equipo debe
conseguir |
EJECUCIÓN ¿El
trabajo cotidiano se está efectuando de forma eficaz? |
Colaboración Comunicación
|
Tienen
normas acordadas que aceleran la colaboración y mejoran la forma de trabajar Se
comunican suficientemente y eficazmente y escogen los métodos adecuados de
comunicación Definen
roles claros en el proceso de toma de decisiones, toman decisiones de alta
calidad con rapidez y aprenden de las malas decisiones Ofrecen
feedback sincero y eficaz, invitan a un feedback directo y reciben apoyo por
medio de sesiones de coaching Se centran en lo posible, implican a las personas adecuadas en el momento adecuado y plantean un seguimiento de los pasos siguientes |
RENOVACIÓN ¿Existe el
correcto entorno de trabajo y se promueven prácticas dirigidas a l aprendizaje
a largo plazo y a la mejora? |
Pertenencia Gestión
del conflicto Pensamiento
innovador Seguridad
psicológica |
Sienten
que son parte del equipo y pueden ser ellos mismos Abordan
los conflictos con eficacia y en formas que mejoran las relaciones Buscan
perspectivas opuestas, mantienen discusiones abiertas sobre el cambio y
fomentan el pensamiento “out of the box” Se sienten
cómodos cuando cometen errores y asumen riesgos sin el temor de consecuencias
negativas, muestran su desacuerdo entre ellos de forma constructiva y de forma
proactiva buscan el input de cada uno Son
reconocidos por su desempeño excelente y celebran los logros de cada uno Sienten que pueden confiar unos en los otros, tienen el espacio para hacer su trabajo y demuestran buen juicio |
Los movilizadores si
los contemplamos colectivamente explican entre el 69 y el 76% de las
diferencias entre equipos de bajo y alto rendimiento si analizamos tres
resultados clave. Eficacia ( el equipo es productivo y cumple los plazos),
resultados ( el equipo alcanza sus objetivos) e innovación ( el equipo innova
de forma importante para el valor de la organización a largo plazo). Aunque
todos contribuyen al desempeño, los equipos no tienen que destacar en todos
para ser eficaces, ya que hasta los mejores equipos tienen espacio para la
mejora. La investigación de los autores encontró que los equipos con un buen
desempeño son de media buenos en solo 11 de los 17 movilizadores, pero si que
existen cuatro que tienen un mayor impacto. Éstos son: confianza, comunicación,
pensamiento innovador y toma de decisiones.
MITO:
Los equipos ya saben lo que tienen que hacer
REALIDAD:
Los equipos con frecuencia no son conscientes de sus debilidades más
importantes y pueden tener puntos ciegos compartidos, lo que les lleva a
priorizar cosas erróneas
Los equipos pueden
pensar que un comportamiento determinado es una fortaleza, cuando realmente es
una debilidad o pueden elegir trabajar en algo que ya hacen bastante bien. Los equipos
deben centrarse en los 4 comportamientos clave mencionados (confianza,
comunicación, pensamiento innovador y toma de decisiones) así como en aquellos que
piensen que son importantes.
MITO:
Existe una guía de buenas prácticas para la eficacia de un equipo, que todo
equipo debe adoptar
REALIDAD:
No existe una solución que encaje para todos
Evidentemente equipos
diferentes operan de manera diferente, pero muchos equipos no
están alineados con el tipo de equipo que son. Los autores, miden dos
características clave para clasificar a los equipos basándose en cómo operan:
la interdependencia en los resultados y la interdependencia entre las tareas.
Interdependencia entre los resultados refleja
el grado en que el éxito y los resultados individuales de cada miembro del equipo
dependen del de otros miembros del equipo y en el equipo como un todo. Cuando
es elevado la contribución de cada miembro afecta al éxito colectivo de todo el
equipo: fracasan o triunfan juntos. Si es baja, el éxito de cada miembro es
independiente del desempeño de los demás o del equipo en su conjunto.
Interdependencia en las
tareas es el grado en que cada miembro interactúa para alcanzar las metas.
Cuando es elevada los miembros del equipo deben trabajar muy coordinados, ya
que el trabajo de cada miembro depende del input y de la cooperación de los
demás. Si es baja el trabajo de cada miembro es independiente y no requiere la
interacción con los otros miembros del equipo.
Los líderes pueden
ayudar a crear equipos que son mejores que la suma de sus partes si adoptan una
visión holística de los comportamientos del equipo, mientras prestan más
atención a los movilizadores más potentes: confianza, comunicación, innovación
y toma de decisiones.
Los autores recomiendan
a los líderes, para ayudar a que sus equipos triunfen, que :
1.-
Hagan un diagnóstico en profundidad de la situación de sus equipos
Es una forma excelente
de conseguir tener una base de comportamientos clave que van a conducir a
formas más sanas de trabajar al poner al descubierto las áreas en las que el
equipo funciona bien y al identificar aquellas que necesitan mayor grado de
mejora.
2.-
Se aseguren de que los cambios se mantienen
Una vez que los equipos
comprenden qué comportamientos deben enfatizar y dónde tienen problemas deben adoptar
un fuerte compromiso para cambiar lo que sea necesario, con acciones
específicas e intervenciones tácticas sobre lo que deben hacer de forma
diferente. Es importante, también, establecer normas, procesos y otros
mecanismos que aseguren el seguimiento de los compromisos adquiridos y
reevaluar continuamente lo que están haciendo para evitar regresiones a los
hábitos antiguos. Incorporar nuevos hábitos no es un proceso lineal ya que el
camino puede ser largo y complicado, por lo que mantener reuniones de
seguimiento regulares para discutir lo que está yendo bien y lo que necesita
mejora es crítico.
3.-
No entorpezcan los cambios
Los equipos pueden
tener las mejores intenciones pero si el líder no está abierto a los cambios es
difícil que las mejoras fracasen, como puede ser el caso de líderes que no
pueden abandonar sus patrones mentales de control y mando, para pasar a un
enfoque colaborativo. Las sesiones de coaching son un método eficaz para ayudar
al líder a que se convierta en una fuerza de cambio positiva.
Es importante, también,
que los líderes tengan en cuenta las perspectivas del resto de miembros del
equipo sobre cómo está operando éste y no solo confiar en las suyas.
4.-
Incorporen la eficacia del equipo en el ADN de la organización
El camino hacia una
mejor eficacia en los equipos es un viaje continuo, tanto para éstos como para
la organización. Para que este enfoque tengan un impacto escalable debe estar
integrado de forma sistemática en los procesos estructurales de la organización,
para que tenga impacto en todos los equipos dentro de la misma.
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