David Hassell, Director General de “15 five” , empresa de software
enfocada a facilitar la transparencia y alineación en las organizaciones a
través de prácticas de comunicación estructuradas y eficientes, en el boletín
Leader´s Edge de la American Management Association del pasado 6 de marzo,
plantea que la comunicación abierta es vital para el éxito de una organización.
En el artículo Hassell señala que la clave para obtener un entorno de
comunicación abierta se encuentra en la confianza. Ésta crece con el tiempo y
se basa en que los miembros de un equipo, a nivel individual adquieran y
mantengan compromisos y se muestren vulnerables ante los demás. De esta forma
se van creando lazos más estrechos entre los miembros y se fomenta la
comunicación abierta y honesta entre ellos.
Conseguir un alto nivel de compromiso significa que el
profesional se preocupa profundamente por su trabajo, que siente que es parte
de un equipo, que cree en la visión y que aporta todas sus fortalezas para
alcanzarla. Para lograrlo los directivos
deben promover un ambiente y una cultura en la que sus profesionales sientan
que la organización en la que prestan sus servicios se preocupa por ellos,
valora su trabajo, tiene sus intereses en mente y les acepta como parte de un
equipo integral.
La comunicación es clave para obtener este nivel de
compromiso. Una cultura que fomente una comunicación abierta en la que sus
profesionales son animados a compartir sus ideas y preocupaciones, tanto
positivas como negativas, les transmite a éstos que son valorados. Este
sentimiento de valoración, a su vez, conduce a un mayor sentimiento de
pertenencia y de participación en el éxito de la organización.
Un profesional comprometido, confiado y con una
actitud abierta tendrá un alto nivel de
desempeño e incrementará la productividad, no sólo a nivel individual
sino de los que le rodean, pero para ello necesita tener un objetivo común que
le una al resto del equipo. Los directivos deben ser claros al fijar las metas,
tanto a nivel general como de los distintos departamentos si quieren ser
capaces de alinear las distintas disciplinas y áreas que componen la
organización. Una actitud abierta por parte de los directivos para compartir su
visión, que incluya sus metas, estrategias y valores, facilitará el que los
profesionales entiendan su rol y se comprometan, como parte de un equipo, para
conseguir el éxito.
En ausencia de una cultura de comunicación abierta un
efecto “bola de nieve” de acciones negativas se puede producir y mermar la
energía de la organización. Si la comunicación es limitada, hermética,
opaca y se ocultan hechos , la confianza,
si es que existe se va erosionando. Cuando es escasa o desaparece el profesional pierde el sentido de compromiso y
a no comunicar abiertamente por el temor a posibles represalias. Puede empezar
a sentir que la dirección no tiene sus intereses en mente y decidir no ofrecer
nada más que la contribución mínima y estricta para mantener su trabajo. Los
directivos por su parte comienzan a pensar que el trabajador no tiene los
intereses de la organización en su mente y que éste no está aportando de acuerdo
con sus posibilidades.
Otro efecto negativo que va a surgir ante el deterioro
de la confianza es la falta de voluntad para compartir ideas. Las buenas ideas
que parten de los profesionales que son los que conocen más íntimamente la
organización son vitales para el crecimiento de la misma. Perderlas supone
frenar la creatividad y la innovación con las consecuencias negativas para su
supervivencia.
David Hassell propone las siguientes recomendaciones a los directivos para fomentar la comunicación
abierta:
1.- Hacer que la comunicación abierta sea parte de la
cultura de la organización. Si los profesionales tienen claro desde su
incorporación a la organización que la comunicación abierta es bienvenida la
incorporarán en su quehacer cotidiano. El directivo debe liderar con el ejemplo
si quiere que sus profesionales actúen de la misma forma.
2.- Respetar, reconocer y recompensar la comunicación
abierta. Nunca reprochar si las aportaciones
son críticas.
3.- Desarrollar un método eficiente y eficaz que
facilite la colaboración y el compartir las ideas. Puede consistir en una herramienta informática, reuniones
estructuradas o en un protocolo para comunicación electrónica, lo importante es
que sea conocido y que todos asuman que la participación es bienvenida y esperada.
4.- Recordar que la vulnerabilidad tiene sus
recompensas. La buena comunicación requiere vulnerabilidad en ambos
interlocutores, lo que puede resultar atemorizante para la mayor parte de las
personas. Hassell sugiere que apartemos nuestros miedos y recordemos que los
beneficios sobrepasan la potencial sensación de riesgo.
5.- Predicar con el ejemplo. Confiar en los
profesionales de la misma forma que esperamos que ellos confíen en ti. Hacer
honor a los compromisos.
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