La segunda elección que
plantean A.G.Lafley y Roger L. Martin en
“Playing to win. How strategy really works”, que venimos comentando,
para desarrollar una estrategia eficaz es:
II.-
¿DÓNDE JUGAR?
Para que una estrategia
resulte atractiva debe tener sus raíces en el deseo de dar respuesta a las
necesidades de los consumidores de una forma que cree valor tanto para estos
como para la organización. Es fundamental preguntarse quién es nuestro
consumidor. La elección de dónde jugar define el campo de juego y es crucial
porque va a ser el lugar en el que vamos a tener que encontrar formas de ganar.
Incluye diversos dominios:
1.-
Geografía: ¿En qué países o regiones vamos a trabajar y
competir, cuando sea necesario? ¿Ámbito local o global?
2.-
Tipo de producto: ¿Qué tipo de productos o servicios
vamos a ofrecer?
3.-
Población diana: ¿A qué grupo de consumidores nos vamos
a dirigir? ¿En qué escala de precios? ¿Qué tipo de necesidades vamos a
satisfacer?
4.-
Canales de distribución: ¿Cómo vamos a llegar a nuestros consumidores?
¿Qué canales vamos a utilizar?
5.-
Etapa de producción: ¿En qué fases de un servicio o producto
nos vamos a involucrar? ¿En qué lugar de la cadena de valor?
La importancia de cada
dimensión varía según el contexto y tendrá un peso diferente en situaciones
distintas.
La elección de dónde
jugar implica también la de dónde no jugar. Una consideración importante es
tener la competencia siempre en mente. Si esta es fuerte tenemos que ofrecer un
valor distintivo.
Los autores recomiendan
EVITAR TRES TENTACIONES en el
momento de seleccionar el lugar de juego:
a).-
No elegir y pretender jugar en todos los campos al mismo tiempo. Centrarse
es un atributo crucial para ganar. Intentar ofrecer todo todos los consumidores
tiende a ocasionar un servicio deficitario a todos. Hasta las compañías o
marcas más potentes están posicionadas
para dar una mejor prestación a un segmento determinado de consumidores. Un
ejemplo es Apple que en 2009 sólo obtenía un 2% de sus ingresos del mercado
chino.
b).-
Intentar pasar de un juego poco
atractivo a uno más atrayente a través de adquisiciones. Rara
vez funciona. Una organización que es incapaz de diseñar una estrategia para
abandonar un juego retador difícilmente
destacará en uno nuevo. Con frecuencia una adquisición lo que va a hacer
es añadir complejidad a una estrategia dispersa y fragmentada, haciendo que sea
más complicado ganar.
En lugar de intentar
introducirnos en una posición más atractiva a través de adquisiciones es más
adecuado marcar una meta más sugerente para la organización, que debe consistir
en crear una disciplina interna de pensamiento estratégico que permita un
enfoque más reflexionado a la situación actual y que conecte con distintos
futuros y oportunidades posibles.
c).-
Aceptar una elección existente como inmutable. Puede
ser tentador considerar que la opción viene dada, pero siempre existe la
posibilidad de elegir dónde jugar. Si caemos en esta tentación podemos intentar
justificar un desempeño mediocre. No es fácil cambiar de campo de juego, pero
es posible y puede marcar una gran diferencia. En ocasiones la clave de
encontrar un nuevo campo donde jugar se encuentra simplemente en creer que es
posible y buscar.
Lafley y Martin
proponen las siguientes sugerencias sobre dónde jugar y dónde no hacerlo:
1.- Reflexionar de
forma exhaustiva antes de descartar un sector como poco atractivo. Buscar
segmentos atrayentes en los que podamos competir y ganar.
2.- No embarcarnos en
una estrategia sin tomar la decisión de dónde vamos a jugar. Si todo es una
prioridad, nada lo es. No tiene sentido intentar capturar todos los segmentos.
No podemos por lo que no debemos intentarlo.
3.- Buscar lugares
donde jugar que nos permitan atacar desde direcciones inesperadas, a través de
las líneas de menor resistencia. No enfrentarnos a “ciudades amuralladas” o a los competidores
más fuertes directamente si podemos evitarlo.
4.- No comenzar
“guerras” en múltiples frentes a la vez. Planificar cuáles pueden ser las
respuestas de nuestros competidores ante nuestras elecciones iniciales y tener
preparados los pasos que vamos a dar. Una elección no tiene que servir
indefinidamente, pero debe mantenerse el tiempo suficiente para que nos conceda
la ventaja que buscamos.
5.- No deslumbrarnos
por los posibles “espacios en blanco”. Es tentador ser los primeros que nos
movemos en un espacio que parece que no está ocupado, pero con frecuencia lo
que ocurre es que ya está ocupado por un competidor fuerte al que no hemos sido
capaces de ver o entender.
III.-
¿CÓMO GANAR?
Es la tercera elección.
Ganar significa ofrecer al cliente y al consumidor una mayor valor que la
competencia de forma sostenida. Como Michael Porter propuso hace más de tres
décadas, sólo existen dos formas generales para lograrlo:
a).-
Liderando en costes. Implica que tenemos una estructura de
costes inferior a la de los competidores. Esto no significa que los precios
sean siempre los más bajos, sino que aprovechan el ahorro en estrategias que
los convierten en ganadores. Los autores ponen como ejemplo el caso de las
barras de chocolate y caramelo Mars en Estados Unidos. Su producción es más
barata porque utilizan peores ingredientes que sus competidores más directos y
su sistema de producción es más sencillo, pero en lugar de bajar precios lo que
hacen es comprar los mejores espacios dedicados a este tipo de dulces en las
grandes cadenas de supermercados norteamericanos, con lo que dada su mejor
accesibilidad se venden mejor que las demás marcas, aunque éstas sean de mejor
calidad.
b).-
Liderando en diferenciación. Es la alternativa a la
estrategia anterior. Si contamos con una estrategia diferenciadora de éxito la
organización estará ofreciendo productos o servicios que pueden ser
considerados por los consumidores como claramente más valiosos que los de los
competidores y será capaz de hacerlo con una estructura de costes bastante
similar a la de éstos. Por ejemplo: las compañías A, B y C producen un servicio
que les cuesta a todas 60 dólares. Pero mientras los consumidores están
dispuestos a pagar 100 dólares si el servicio lo prestan las compañías A o B,
por el que ofrece la compañía C pueden pagar 115 dólares porque perciben que es
de mayor calidad o tiene unas características más atractivas.
Este tipo de estrategia
las distintas ofertas tienen diferentes valor para los consumidores y distintos
precios asociados a ellas. Cada marca o producto ofrece una proposición de
valor específica que atrae a un grupo determinado de consumidores. La lealtad
surge cuando existe armonía entre lo que la marca propone y el consumidor
individualmente valora. Cuanto más diferenciado es un producto en una dimensión
que los consumidores valoran más alto es el precio que puede llegar a demandar.
El ejemplo lo tenemos en los objetos de lujo.
Se pueden utilizar
estos dos tipos de estrategias simultáneamente pero resulta complicado ya que cada
una requiere un enfoque distinto hacia el mercado.
Los directivos inmersos
en la primera estrategia deben estar enfocados permanentemente a comprender los
factores que intervienen en los costes y modificando sus operaciones de acuerdo
a éstos. Mientras que en el ámbito de la diferenciación los directivos deben
estar constantemente profundizando en el conocimiento holístico de los
consumidores para poder servirlos de forma más distintiva.
El trato que se da a
los clientes o consumidores también es distinto. En el primer caso los que
buscan algo distinto y no se conforman con lo que les ofrecen son sacrificados
para garantizar la estandarización del producto o servicio. En el segundo este tipo
de clientes o consumidores son celosamente protegidos. Si sugieren su deseo de
algo distinto la organización tratará de diseñar un nuevo producto o servicio
que éstos puedan adorar. Si el cliente abandona se vive como un fracaso de la
estrategia con respecto a ese consumidor.
Ambas estrategias
requieren algún factor distintivo. No se consigue llegar a ser un líder en
costes o en diferenciación ofreciendo el mismo producto o servicio que los
competidores. Para tener éxito a largo plazo se deben tomar decisiones
reflexionadas y creativas sobre cómo ganar al facilitar un mayor valor a los
consumidores que los competidores mientras creamos una ventaja competitiva.
Esta última es la única protección que
puede tener una organización ya que va a permitir que exista un mayor margen
entre ingresos y gastos que los competidores. Ese margen extra lo puede
utilizar para luchar contra los contrincantes que no van a contar,
posiblemente, con los recursos
necesarios para defenderse.
No existe una
estrategia perfecta que vaya a ser la mejor siempre. Hay muchas formas de ganar
en cada sector, por lo que es fundamental generar y fomentar competencias de
pensamiento estratégico en los profesionales de la organización. Cada línea de
producto o servicio debe tener una estrategia que esté alineada con la global
de la institución o compañía.
Dónde jugar y cómo
ganar son dos elecciones que no pueden funcionar independientemente. La
elección de dónde jugar para que sea consistente se tiene que apoyar en una
elección de cómo jugar factible y sólida. Las dos elecciones deben reforzarse
mutuamente para crear una combinación distintiva.
Las recomendaciones de
los autores en este apartado sobre lo que hay que hacer y lo que no hay que
hacer son las siguientes:
1.- Trabajar para crear
elecciones de cómo ganar en aspectos en los que no existen en la actualidad en
la organización. Se puede adaptar la estructura de la misma para hacerlo
posible, si consideramos que el premio lo merece.
2.- Aceptar que si,
después de intentarlo, vemos que no
podemos crear una elección de cómo ganar que sea creíble y posible debemos
buscar un nuevo terreno de juego o abandonar el juego.
3.- No asumir que las
dinámicas de una organización son fijas e inmutables. La elección de los
jugadores dentro de la misma puede estar determinando esa dinámica. Se puede
cambiar.
4.- No limitar las
preguntas de dónde jugar y cómo ganar para funciones dirigidas directamente a
los consumidores. Las internas y de apoyo deben contar con esas elecciones también.
5.- Marcar las reglas
del juego y procurar jugar mejor si
estamos ganado. Cambiar las reglas del mismo si no lo estamos haciendo.
necesito me explique el tema de manager de lo que importa
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