Kristi Hedges, en hbr.org del pasado 26 de julio, plantea la primera persona que consideramos nos puede ayudar a desarrollar nuestra carrera es nuestro jefe inmediato. Pero con frecuencia este apoyo no lo vamos a encontrar en nuestro superior directo ya que no suelen tener las habilidades adecuadas para ello o carecen de influencia dentro de la organización.
Hedges recomienda en
estos casos:
1.-
Reunir un equipo de “consejeros”. En lugar de contar sólo
con una persona buscar a los profesionales que pensamos nos pueden ayudar a
desarrollar nuestra carrera, en todos los niveles y funciones tanto dentro como
fuera de la organización. Seleccionar personas que admiremos por sus logros.
Puede resultar de utilidad el reflexionar sobre cuáles son las cualidades que
queremos potenciar y elegir a los profesionales que parece que las poseen. Una
forma de abordar a un potencial mentor es pedir consejo de forma formal o
informal con lo que normalmente conseguiremos despertar su interés en nosotros.
El carecer de un buen
jefe y vernos forzados a buscar apoyos fuera puede ser una ventaja ya que si
somos muy dependientes de una sola persona puede que no nos molestemos en
establecer una red de “resiliencia” y terminemos en el abismo corporativo si
nuestro jefe abandona la compañía o cae en desgracia.
2.-
Priorizar nuestra visibilidad. Si
el jefe no colabora deberemos buscar medios para ser conocidos procurando
participar en proyectos interdepartamentales o proponer algún proyecto que dé
respuesta a alguna necesidad detectada en la organización.
3.-
Encontrar a los profesionales “influyentes” y ofrecerles nuestra ayuda. En
toda organización existen centros de influencia que, con frecuencia, no coinciden
con los grupos de poder formal.
Rob Cross sugiere dibujar gráficos en los que se puedan apreciar las conexiones de los
profesionales en la organización para mostrar las esferas de influencia en la
misma y detectar a los que tienen mayor número de contactos. Sus
investigaciones muestran cómo los nuevos empleados pueden tener éxito sin
necesidad de contar con un mentor si desarrollan relaciones productivas con los
líderes de opinión claves.
Una vez que hemos
determinado quiénes son los más influyentes en nuestro trabajo debemos ver qué
les podemos ofrecer en lugar de pensar sólo en cómo nos pueden ser útiles.
Debemos contribuir a sus esfuerzos sin esperar nada a cambio a corto plazo,
confiando en los beneficios a largo plazo que pueden surgir de la relación.
4.-
Crear nuestra imagen positiva externa. Si conseguimos construir
nuestro estatus fuera de la organización
con frecuencia podremos ganar en visibilidad dentro de ella. Los líderes se
fijan en quién es conocido por los clientes y otros grupos de interés. Los
profesionales de cualquier nivel pueden construir una plataforma sólida que
tiene un mayor alcance que el que su posición en la organización podría
sugerir.
Lo podremos lograr
eligiendo algo que nos interese realmente como participar en una asociación
profesional y buscar ocupar dentro de ella algún puesto de responsabilidad,
colaborar en las redes sociales en grupos de expertos, escribir un blog,…
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