miércoles, 6 de noviembre de 2019

¿QUÉ ES SER UN BUEN PROFESIONAL?


Laura Hills, en American Association forPhysician Leadership News del pasado 30 de octubre, plantea que sabemos reconocer y apreciar un comportamiento profesional cuando lo vemos pero lo difícil es definirlo. La verdadera profesionalidad en el caso del personal médico no vendría descrita por el número de diplomas o certificados académicos ni por los ingresos sino por un comportamiento y actitud determinada. La formación y la experiencia facilitan una buena base pero sin la conducta y patrón mental apropiados no logramos tener buenos profesionales.
Para medir el grado de profesionalidad Hills recomienda fijarnos en los siguientes rasgos de personalidad que muestran que mantiene:
1,.  Una orientación hacia el interés público y de la comunidad. El profesional hace lo que sea necesario para servir y proteger al paciente y a su familia.
2.- Un alto nivel de autocontrol y estándares éticos. El profesional rara vez pierde la calma.
3.- Un fuerte énfasis hacia la excelencia y el trabajo bien hecho. Se esfuerza por  hacer lo mejor que puede siempre.
4.- Un compromiso profundo con la honestidad e integridad. Hace lo correcto aunque le suponga un gran desafío o suponga un alto coste personal.
5.- Una honda satisfacción interna por el trabajo bien hecho. El profesional no está motivado primero por la retribución económica.
6.- Un compromiso permanente con la mejora de sus capacidades y con la actualización de las mismas. El profesional busca el aprendizaje continuo y se muestra siempre curiosos y dispuesto a encontrar formas para hacer mejor su trabajo.
7.- Un papel activo en el desarrollo de estándares de trabajo para su equipo. El profesional actúa como un líder entre sus compañeros para promover el bienestar de éstos y la organización.
8.- Una habilidad excelente para comunicarse eficazmente. El profesional se preocupa de formarse para adquirir la competencia en caso de no tenerla.
9.- Un rechazo evidente hacia los rumores y las críticas indiscriminadas y no informadas. El profesional nunca propaga un rumor o ataca a sus compañeros.
10.- Un papel como modelo y ejemplo. Las personas que entran en contacto con el facultativo tienen un buen concepto de la profesión médica por su comportamiento.
11.- Un cuidado especial para proyectar una imagen profesional tanto en la apariencia como en el comportamiento. El profesional utiliza el tono apropiado al hablar, evita el lenguaje malsonante y presta atención a su vestimenta y apariencia personal.
12.- Una profunda  dedicación a su trabajo. El profesional no abusa de las bajas o se ausenta de su trabajo con frecuencia. Es puntual y si es necesario, en ocasiones, excede su horario laboral para asegurarse de que el trabajo se realiza bien.
13.- La disposición a aceptar la responsabilidad por su trabajo y a aceptar críticas. El profesional no busca a otros para atribuirles sus errores.
14.- Un profundo respeto por la privacidad y confidencialidad. El profesional no rompe la confidencialidad nunca.
15.- Una actitud proactiva. El profesional evita la parálisis por el análisis o la visión tipo túnel al abordar la toma de decisiones. Valora las opciones, toma una decisión y sigue adelante.
Si el líder enfatiza la importancia de la profesionalidad el nivel de atención y cuidado que reciben los pacientes mejorará.

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