Jacob Morgan en su último libro “The future leader. 9
skills and mindsets to succeed in the next decade", plantea que considera a los
líderes actuales y futuros como faros que guían a sus profesionales y
organizaciones hacia el éxito mientras les alejan de las costas rocosas que
pueden aplastarles.
Los grandes líderes
cambian el mundo y lo moldean, por lo que si queremos crear un mundo en el que
todos queramos trabajar y vivir tenemos que asegurarnos de contar con los
líderes adecuados, en el momento actual y en el futuro. Si miramos desde una perspectiva
externa nos damos cuenta rápidamente que el liderazgo en la actualidad no es lo
mismo que el de hace diez años y que el actual no será igual que el de dentro
de diez años.
Morgan, para dar
respuesta a esta pregunta entrevistó a más de 140 CEOs de distintas compañías
en todo el mundo y de diferentes sectores, como Mastercard, Unilever, Oracle,
Saint Gobain, etc, para conocer su opinión sobre el liderazgo del futuro por
medio de una serie de 12 preguntas y a 14.000 profesionales que trabajan a
tiempo completo en organizaciones para ver si las respuestas coincidían. El
resultado es el siguiente.
Los líderes actuales,
desgraciadamente, no son buenos, sus prácticas son anticuadas. Un estudio, por
ejemplo, realizado por Gallup, encuestando a más de 7000 estadounidenses
concluyó que una de cada dos personas había abandonado su trabajo en algún momento
de su carrera para alejarse de sus jefes
y mejorar su calidad de vida. Otra
investigación publicada en The Independent en el reino Unido encontró que
casi la mitad de los trabajadores en dicho país piensan que pueden hacer un trabajo
mejor que su jefe y el 13% pensaban que sus jefes eran peligrosamente
incompetentes en su trabajo.No se puede olvidar, tampoco, el famoso estudio
sobre el compromiso de Gallup que encontró que solo un 15% de los trabajadores
en el mundo se sienten comprometidos con su trabajo. En él se destaca que: ”los
empleados, en todas partes, no odian necesariamente a su organización para la
que trabajan tanto como a sus jefes. Los trabajadores, especialmente los que
sobresalen y pueden ser considerados profesionales “estrella” abandonan a su
jefe”.
DDI en su Global
Leadership Forecast encuestó a más de 25000 líderes en todo el mundo y encontró
que solo el 42% piensa que la calidad general de liderazgo en su organización
era buena y lo más preocupante era que solo un 14% tenían un fuerte “banquillo” de líderes ya
preparados dispuestos para reemplazar a los que se retiraban o se iban. En otro
estudio que exploraba el estado del desarrollo del liderazgo efectuado por The Center for Creative Leadership: “The leadership Gap”, los autores manifiestan que: “Los líderes no se encuentran
adecuadamente preparados para el futuro. La capacidad actual de liderazgo es
insuficiente para abordar los requerimientos de liderazgo futuros”.
La encuesta realizada sobre
los Millennials, por Deloitte en 2019, que recogió 10000 respuestas de
profesionales de 36 países encontró que el 71% de los millennials esperaban
dejar su trabajo en los dos años siguientes porque se sentían infelices por la
forma en que sus habilidades de liderazgo se estaban desarrollando.
Claramente algo va mal
con el liderazgo en todo el mundo ya que virtualmente cada indicador en
relación con los profesionales no está diciendo que existe un problema y que no
se está haciendo nada para solucionarlo. Por lo que es tiempo de cambiar.
La palabra liderar se remonta
al año 900 DC y significa “ir delante o mostrar el camino” Lo que distingue a
la mayoría de los líderes como por ejemplo la Madre Teresa o Hitler no es el
hecho de que guiasen a los demás sino la
dirección que tomaron. Hitler eligió la senda del mal, la guerra y la muerte,
mientras la Madre Teresa la de la amabilidad, el servicio y la gratitud.
Los líderes, como hemos
comentado, ayudan a modelar el mundo y tienen un impacto profundo sobre
nuestras vidas, especialmente si trabajamos con ellos. Si lo hacemos con un mal
líder nos sentiremos como “subalternos”, no tendremos estímulos para ir a trabajar
y cuando lo hagamos intentaremos evitarle. Los malos líderes consiguen que
dudemos de nosotros mismos y pueden llegar a arruinar nuestra vida mientras
trabajamos para ellos. Son tóxicos para las organizaciones y para los empleados
a nivel individual y como malas hierbas deben ser arrancados sin piedad o deben
cambiar y adaptarse.
Manchester University
Business School realizó un estudio con 1200 participantes para analizar el impacto
de los líderes. Entre los hallazgos vieron que los empleados que trabajaban
para un jefe tóxico manifestaban niveles más bajos de satisfacción en el
trabajo y aquellos que tenían un jefe que presentaba una psicopatía narcisista
experimentaban con más frecuencia síntomas de depresión y que además tendían a
ser más agresivos con sus compañeros, a ser más críticos con ellos y a robarles
el trabajo y los méritos. Otro estudio realizado por Korn Ferry en 2018 mostró
que el jefe era el factor más estresante en el trabajo.
Los grandes líderes
tienen el efecto contrario. Consiguen que las personas quieran ir a trabajar ya
que sienten que están constantemente aprendiendo y creciendo porque tienen un
coach y mentor que guarda sus espaldas. Los profesionales se muestran confiados
con sus habilidades y están dispuestos a dar lo mejor de sí mismos.
Jacob plantea que
existen una serie de TENDENCIAS Y
DESAFÍOS que van a influir EN EL
LIDERAZGO DEL FUTURO. Éstas son:
A).-
INTELIGENCIA ARTIFICIAL ( IA) Y TECNOLOGÍA
La IA en el momento
actual ya permite tomar , en algunos campos, mejores y más exactas decisiones
que los humanos, al tiempo que analiza y considera más datos e información, por
lo que puede ser una buena ayuda en el proceso de toma de decisiones y ayudar a
los líderes a pensar en y a entender diversas posibilidades. Pero si eres un
mal líder que solo se centra en ordenar y controlar y en tomar decisiones puede
ser que ya no tenga sentido su existencia. Su valor se convierte en marginal o
en inexistente. En cambio si eres un gran líder su valor se va a incrementar
mucho porque tendrá más tiempo para motivar, inspirar, lograr el compromiso y ejercer
de coach y mentor. Estas cualidades humanas serán unas de las características
más importantes de los líderes del futuro.
La IA, también, va a
tener unos impactos específicos en el futuro del liderazgo:
a).- Poner en evidencia
quienes son buenos líderes y quienes son malos.
b).- Forzar a los
líderes a crear unas organizaciones más humanas que se centren a lo que se
conoce como competencias “soft”.
Junto a la IA otro tipo
de tecnologías están incorporándose a nuestras vidas y a las organizaciones
como por ejemplo la realidad virtual, la robótica, blockchain o la realidad
virtual, entre otras. Todas ellas van a cambiar nuestra forma de trabajar, como
la realidad virtual que nos puede ayudar a practicar la empatía y la resolución
de conflictos al poner a los empleados y a los líderes en situaciones virtuales
inmersivas (Walmart lo está haciendo regularmente) o la posibilidad que tienen
los líderes en la actualidad de dirigir equipos situados en cualquier lugar del
mundo.
En relación con la tecnología
Jacob recomienda a los líderes:
1.- Centrarse en el
lado humano del liderazgo.
2.- Ayudar a que los
demás entiendan e impacto que la AI y las nuevas tecnologías pueden tener en su trabajo y en
sus carreras.
3.- Buscar áreas donde
la tecnología pueda ofrecer valor a los empleados en lugar de reemplazarlos.
4.- Experimentar con
las diferentes tecnologías para familiarizarse con lo que son, lo que hacen y
como pueden ser útiles a un alto nivel.
5.- Explorar áreas en
las que la tecnología pueda usarse para mejorar la experiencia de los
empleados.
6.- Considerar la IA y
las nuevas tecnologías como aliados para nuestra organización.
B).-
RITMO DE CAMBIO
Su importancia radica
no en el cambio en sí, sino en la velocidad en que este ocurre y en cómo ésta
se está incrementando diariamente. Este cambio se ve alimentado por múltiples
variables tales como el progreso tecnológico, las variaciones en los gustos de
los consumidores y de las demandas de
los profesionales y la expectativas,
competencia y globalización.
Dell, junto al
Instituto para el Futuro, predicen que el 855 de los trabajos que existirán en
2030 todavía no se han inventado.
En relación con la tecnología
Jacob recomienda a los líderes:
1.- Experimentar y
probar ideas con frecuencia.
2.- Sentirse cómodo con
los desafíos y no aferrarse al estatus quo.
3.- Abrazar la
incertidumbre y no dejar que el miedo domine la toma de decisiones.
4.-Rodearse de personas más competentes que ellos.
5.- Facilitar el que todos los empleados en todos los niveles y
roles puedan expresar sus ideas, solucionar problemas e identificar
oportunidades.
6.- Crear alianzas con personas y organizaciones.
7.- Revisar
regularmente las políticas laborales,
procedimientos y reglas para evitar que
queden anticuadas.
8.- Centrarse en
mejorar la comunicación y la colaboración entre equipos, independientemente de su
localización geográfica.
9.- Prestar atención a
las tendencias que puedan impactar en su sector, organización y en su carrera.
10.- Comprender que en el cambio se encuentra la nueva normalidad.
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