Felix Obelhozer – Gee en la edición de
mayo – junio de Harvard Business Review plantea que al responder las compañías
a presione y retos competitivos cada vez mayores están pidiendo que sus
profesionales realicen más y más esfuerzos.
En las pasadas décadas la estrategia se
ha vuelto extraordinariamente sofisticada y complicada. Si la organización es
de un tamaño grande normalmente contará con una estrategia de marketing para
detectar y responder a los gustos de los
consumidores, con una estrategia corporativa para beneficiarse de las
sinergias, con una estrategia global para capturar las oportunidades de negocio
a nivel mundial, con una estrategia de innovación para adelantar a los
competidores, con una estrategia digital para aprovechar las ventajas de
internet y con una estrategia social para interactuar con comunidades online. En
cada uno de dichos dominios personas con talento trabajan para sacar adelante
una larga lista de iniciativas urgentes.
Las compañías actúan correctamente al
considerar todos estos desafíos, pero al hacerlo tienen cada vez unas mayores
expectativas del trabajo de sus profesionales y
con frecuencia todas estas iniciativas bien intencionadas no incrementan
el éxito.
El autor propone simplificar la
estrategia seleccionando menos iniciativas pero que tengan un alto impacto por
medio de una estrategia basada en el valor. El principio básico de este enfoque
es que las compañías que consiguen un éxito financiero mantenido crean un valor
sustancial para sus clientes, sus empleados y sus proveedores. Por tanto una iniciativa
estratégica es válida solo si:
I.- CREA VALOR PARA LOS CLIENTES INCREMENTANDO SU DESEO DE PAGAR MÁS (WTP).
Si
las empresas encuentran formas de innovar o de mejorar productos o servicios
existentes las personas pueden estar dispuestas a pagar más. Por ejemplo Gucci
incrementa la disposición a pagar más por sus productos porque confieren un
estatus social. Con frecuencia en
conversaciones informales confundimos el precio con el WTP, pero es conveniente
distinguirlos ya que el WTP representa el máximo que un cliente estará
dispuesto a pagar.
Con frecuencia los directivos se centran
en el crecimiento sin pensar en incrementar el deseo del cliente a pagar por
sus productos y se preguntan qué es lo que les puede ayudar a vender más,
mientras que el directivo centrado en el valor busca incrementar el WTP en cada
etapa de la experiencia del consumidor, ganando así la confianza y lealtad de
éste. Una organización centrada en el valor convence a sus clientes en cada
interacción de que tiene en cuenta sus mejores intereses.
II.- CREA VALOR PARA SUS PROFESIONALES LOGRANDO QUE SU TRABAJO SEA MÁS
ATRACTIVO
Cuando las compañías consiguen que el
trabajo sea más interesante, motivador y flexible son capaces de atraer talento
aunque sus compensaciones no sean las más elevadas del sector. Pagar bien a los
empleados es lo correcto pero hay que
tener en mente que compensaciones más generosas no crean valor por sí solas. Por
el contrario ofrecer mejores trabajos no solo crea valor sino que baja la
compensación mínima que hay que ofrecer para atraer talento o lo que el autor
llama la cantidad que el profesional está dispuesto a aceptar (WTS). Si s ele
ofrece a un posible empleado menos de esa cifra no aceptará la oferta.
Las organizaciones centradas en el valor
consideran de forma holística las necesidades de sus empleados y por tanto los
factores que movilizan su WTS. Por ejemplo puede ser el establecimiento de turnos
estables o la posibilidad de cambiarlos libremente.
III.- CREA VALOR PARA LOS PROVEEDORES REDUCIENDO SUS COSTES OPERATIVOS
Como los empleados los proveedores
esperan un nivel mínimo de compensación por sus productos. Una compañía crea
valor para sus proveedores si les ayuda a aumentar su productividad. Si los
costes de los proveedores bajan el
precio más bajo que están dispuestos a aceptar por sus bienes (WTS) decrece.
Por ejemplo, cuando Nike creó un centro de formación en Sri Lanka para enseñar
a sus proveedores asiáticos las técnicas lean de gestión y producción, los
proveedores pudieron obtener mejores
beneficios que compartieron con Nike.
Los directivos centrados en el valor evalúan
cada movimiento estratégico, cada idea que les llega a la mesa, a través de la
lente de creación de valor y solo las iniciativas que creen valor para los clientes, empleados y
proveedores van a abordarse.
Las organizaciones que utilizan una
estrategia basada en el valor comparten una serie de patrones clave:
1.- Se centran en el valor y no en el beneficio
Quizás, sorprendentemente, los
directivos centrados en el valor no están excesivamente preocupados por las
consecuencias financieras de sus decisiones. Tienen la seguridad de que una
mayor creación de valor traerá consigo un mejor desempeño financiero en el
futuro.
Por el contrario las compañías
obsesionadas con los resultados a corto plazo con frecuencia minan la creación
de valor. Por ejemplo, en 1997 Excite, uno de los portales originales de
internet, decidió no comprar la tecnología de búsqueda que posteriormente se
convirtió en Google por 1,6 millones de dólares porque era demasiado buena. El negocio
de Excite dependía de los anunciantes y cuanto más tiempo estuviesen los usuarios
conectados con ellos más dinero ganaban, por lo que no les interesaba tener un
buscador muy bueno. Si sus ejecutivos hubiesen pensado en el valor para sus
clientes más que en sus beneficios a corto habrían tomada una decisión mucho
más beneficiosa a largo plazo.
2.- Atraen a los empleados y clientes al responder a sus expectativas
Al añadir valor a los empleados y
clientes las compañías se vuelven más atractivas para ambos. Por ejemplo Uber
cuenta con el doble de conductoras mujeres que las compañías de taxi porque ha
tomado medidas para que su trabajo sea más seguro, por lo que aumenta la satisfacción
de este colectivo. Dinámicas similares surgen en la competencia por los
clientes. Por ejemplo la compañía de seguros sudafricana Discovery crea valor
ofreciendo un paquete de servicios para mejorar la salud, que incluye desde el
acceso a clubs de fitness hasta incentivos para comprar comida sana. Previsiblemente
las personas que sean especialmente conscientes de su salud encontrarán estos
servicios de Discovery muy atrayentes.
3.- Crean valor para los clientes, empleados o proveedores de forma
simultánea
El pensamiento tradicional defiende la
idea de que para crear un mejor producto se necesitan unos inputs más costosos.
Pero la gestión centrada en el valor encuentra formas de desafiar a esta
lógica. Por ejemplo cuando Quest Diagnostics creo unas mejores condiciones de
trabajo para sus empleados en los call- centers el burnout de los mismos
decreció, las ausencias no planificadas disminuyeron y aumentó el número de
llamadas atendidas en 60 segundos. Los costes relacionados con los empleados
disminuyeron, aunque aumentaron las oportunidades de ganar éstos más dinero por
su mejor desempeño, y el valor creado aumentó.
4.- Ofrecen productos o servicios complementarios como fuente de creación
de valor
Las organizaciones basadas en el valor
detectan bien los complementos o productos y servicios que incrementan el valor
de sus productos centrales. Los complementos son un elemento importante en el
marco de una estrategia, como es el caso de impresoras y cartuchos o máquinas
de café y cápsulas, pero en ocasiones pueden ser difíciles de identificar y
para ello puede ser necesario pensar creativamente en toda la experiencia del
cliente.
5.- Sirven a los clientes que prefieren sus productos y atraen talento que
valora la estrategia y cultura de la organización
Los complementos suelen incrementar la
disposición de los consumidores de pagar por el producto central pero los
sustitutos tienen el efecto adverso, pero a veces es difícil diferenciarlos. Por
ejemplo los ordenadores personales se pensaba que iban a ser los sustitutos del
papel pero se han convertido en un complemento: al estar en todas partes la
demanda de papel se incrementó mucho. Las organizaciones centradas en el valor
son más eficaces a la hora de detectar la verdadera relación entre las nuevas
tecnologías y los productos anteriores porque conocen bien cómo los clientes se
pueden beneficiar de los cambios tecnológicos. Por el contrario las que se
centran en el crecimiento en las ventas ven la mayor parte de los avances como
amenazas a sus modelos de negocio y emplean una estrategia defensiva perdiendo
numerosas oportunidades de crear valor de nuevas formas.
6.- Varían de fuentes de beneficios
para capturar valor en el tiempo
Tradicionalmente
los estrategas han diferenciado entre la creación de valor y la captura de
valor o cómo obtener beneficios económicos del valor que se ha creado. Las empresas
centradas crear valor se centran en esto pero tienden a ser flexibles en lo
segundo y como tienen una visión más amplia de las necesidades de los clientes
con frecuencia ofrecen servicios que van más allá de sus productos centrales. Éstos y los paquetes de
servicios incrementan las oportunidades de capturar valor porque permiten a las
compañías cambiar sus fuentes de beneficios de una oferta a otra al tiempo que
va cambiando el ciclo del producto o el mercado en general. Apple con su iPhone
es un buen ejemplo: al principio de su historia el iPhone se diferenciaba
claramente de sus competidores y ofrecía un valor sustancial a sus clientes.
Más tarde Apple creó servicios como iTunes pero obtuvo escasos beneficios
porque mantuvo el precio bajo por el servicio. Pero al mantener precios
asequibles de sus complementos la empresa entendió que incrementaba el
atractivo del hardware de Apple. Recientemente Apple ha respondido al
incremento de la competencia trasladando su fuente de beneficios del hardware a
otros servicios como las apps.
En la Escuela de Negocios de Harvard utilizan con frecuencia una herramienta de visualización llamada el mapa del valor para ayudar a los ejecutivos a identificar oportunidades estratégicas. Se comienza por identificar un grupo de clientes, por ejemplo el segmento que más beneficios genera. Luego se recopila un listado de criterios que son importantes para esos clientes cuando realizan una compra. Estos criterios son llamados los motores o movilizadores de valor (podemos pensar en lelos como los productos o servicios que determinan el WTP). Posteriormente los clasificamos desde el más al menos importante desde el punto de vista de los clientes. En un último paso determinamos para cada uno de ellos si nuestra compañía tiene la capacidad de satisfacer las expectativas de los clientes y si nuestros mayores competidores también la tienen.
Es
importante no hacer presunciones sobre lo que nuestros clientes valoran más, ni
sobre lo bien que estamos ofreciendo esos servicios. Si vamos a reformular
nuestra estrategia basándonos en el mapa del valor necesitamos contar con datos
fiables para construirlo.
Una
vez que hemos creado el mapa es el tiempo de identificar los motores que
ofrecen más potencial para una futura creación de valor y de pensar en
iniciativas estratégicas que lo apoyen. El autor recomienda tener siempre en
mente los siguientes principios:
a).-
Invertir en un pequeño número de motores relacionados con la creación de valor
b).-
Resistir la tentación de concentrarse en iniciativas que nos permitan alcanzar
a la competencia relacionadas con aspectos deficitarios en nuestra compañía. Es un error. La habilidad de capturar valor depende de diferencias
en la creación de valor. Cuando un cliente está escogiendo entre dos empresas
con mapas de valor casi idénticos su atención se centrará en el precio. Cuanto
mayor sea la similitud entre los mapas de valor de dos compañías mayor será la
presión para competir por precio. El objetivo es incrementar la diferenciación.
c).-
Aceptar que no se puede ser bueno en todo por lo que hay que elegir dónde
centrar la energía y los recursos.
es muy bueno saber que para poder crear un buen proyecto se tiene que tener un buen liderazgo, es la mejor manera para saber como manejar y orientar el uso de los servicios de hosting y dominio que se puedan usar, lo leí en este blog dinerea.com/como-comprar-hosting-web-wordpress
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