Julia Austin, en el
boletín Working Knowledge, de Harvard Business School, correspondiente al 22 de
agosto de 2016 plantea que las reuniones individuales entre el directivo y cada
uno de sus colaboradores son prioritarias y una herramienta de incalculable
valor para la gestión, pero que requieren tener en cuenta muchos detalles.
Son importante porque:
1.- Independientemente
del tiempo y frecuencia el hecho de reservar tiempo para dedicarlo a un profesional transmite la idea de que nos
importa como persona.
2.- Es el único foro en
el que se puede mantener una conversación honesta y privada con el colaborador
sobre lo que está pasando, tanto a nivel profesional, como personal si se
desea.
3.- Brindan una
oportunidad de aclarar los goles de la organización, nuestras expectativas
sobre el desempeño del profesional y de construir una relación de confianza al
ofrecer la posibilidad de conocerle mejor como persona, no sólo como
trabajador.
4.- Las reuniones
constructivas celebradas a lo largo del año facilitan la evaluación del
desempeño y el abordar nuevas metas para el nuevo año.
Austin ofrece las
siguientes recomendaciones para dirigir
estas reuniones:
A).-
ANTES DE LA REUNIÓN:
a).-
Definir las expectativas con claridad y transparencia. Si
no lo hacemos el profesional puede pensar que algo malo le va a pasar si
repentinamente empezamos a convocar reuniones individuales con él. Es
recomendable anunciar la celebración de las mismas en una reunión del equipo o
mandar un correo a todos los miembros para que sean conscientes de la
importancia que tienen y puedan comprobar que todos van a tener la oportunidad
de mantener estas reuniones individuales.
Es conveniente, en esta
fase previa, decidir la frecuencia, duración y formato de las mismas (nuestro
despacho o el suyo, dando un paseo, tomando café,…). El formato puede variar en
función del profesional y se puede cambiar si es necesario. No debe ser muy
informal (tomar unas copas) para que no se banalicen las reuniones y sean
tomadas en serio.
b).-
Preparar la agenda. Se deben abordar temas sobre
crecimiento y desarrollo profesional y aprovecharlas para establecer relaciones
más estrechas y dar feedback mutuo.
El día previo a su
celebración enviar la lista de temas a tratar y preguntar al colaborador si
existe alguna cuestión que no esté incluida y que desearía se considerase. Para
aumentar la eficiencia se pueden sugerir las lecturas que pensamos puede ser
necesario que realice antes de la reunión.
B).-
DURANTE LA REUNIÓN:
a).- Revisar el orden
del día. Preguntar si quiere incluir algo más antes de comenzar, dejando una
puerta abierta siempre a que pueda añadir nuevos temas que puedan surgir
durante la conversación.
b).- Si existen
cuestiones complicadas a tratar, como por ejemplo dar feedback sobre un
desempeño negativo, procurar abordar previamente y posteriormente dos temas
positivos. De esta forma no terminará la reunión con el colaborador sintiéndose
mal.
c).- No monopolizar la
conversación. Facilitar las intervenciones del otro, hacer pausas frecuentes y
dejar tiempo para discusiones y preguntas.
f).- Finalizar la
reunión siempre preguntando cómo le van las cosas en conjunto al colaborador y
si piensan que podemos hacer algo para que mejoren. No tenemos que olvidar
que si triunfan nosotros lo hacemos también.
C).-
DESPUÉS DE LA REUNIÓN:
Es importante hacer un
seguimiento de los acuerdos y decisiones tomadas.
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