Jacob Morgan, en “The future leader. 9
skills and mindsets to succeed in the next decade”, plantea que los líderes del
futuro deben contar con una serie de 5 competencias. Las dos primeras:
capacidad de mirar hacia el futuro: líder “futurista” y capacidad de ser
emocionalmente inteligente. el líder “yoda”, las hemos comentado en una entrada anterior. La tercera es:
II.-
CAPACIDAD DE ESCUCHAR Y COMUNICAR: EL LÍDER “TRANSMISOR”
La escucha y la
comunicación son requisitos para el liderazgo esenciales para éste.
1.-
Escuchar
Muchos líderes confunden
escuchar con oír. Este último consiste simplemente en la acción del sonido entrando
en nuestros oídos. Escuchar, por otro lado es muy diferente ya que implica el
esfuerzo deliberado de entender a alguien o a algo. Con los muchos nuevos
canales de comunicación a los que tenemos acceso ahora, escuchar para los
líderes del futuro requiere estar atento a muchas vías de comunicación distintas.
Escuchar es fundamental
para los líderes, especialmente de grandes organizaciones globales, porque
pueden estar muy alejados de sus clientes y hasta de sus empleados, ya que
cuanto más alto en el escalafón del poder en la empresa menos cercanía existe
con ellos.
2.-
Comunicar
La acción de comunicar
es sencilla ya que consiste simplemente en transferir o compartir información de
una persona o grupo a otra. Todos lo hacemos varias veces al día.
La comunicación es una
de las mejores herramientas con la que cuentan los líderes. Les permite
inspirar, conectar con y alinear a aquellos que les rodean. La comunicación
eficaz ayuda a asegurar que las estrategias se ejecuten efectivamente.
Comunicar implica,
también, el saber qué canal utilizar y cómo utilizarlo y en mantener una
presencia que los demás puedan percibir. Es tanto verbal como no verbal y está
en continua evolución. En el pasado nos comunicábamos fundamentalmente a través
de escritos o cara a cara, luego por teléfono, correo electrónico o plataformas
sociales, por ejemplo. Cada nuevo canal implica que como líderes nuestro
mensaje debe ser recibido de forma clara, independientemente de la forma en que
esté siendo transmitido.
Si los líderes quieren
desarrollar su capacidad de escucha – comunicación deben tener en cuenta, según
Jacob, en relación con:
a).-
La escucha. Existen unas normas básicas tales como
mirar al otro a los ojos, no interrumpir, utilizar el lenguaje no verbal y
otras señales para mostrar al otro que le estamos escuchando, etc. Pero
escuchar bien va más allá según investigaciones recientes. Por ejemplo Jack
Zenger y Joseph Folkman, fruto de sus estudios sobre el tema, han creado seis
niveles de escucha. Éstos son:
Nivel 1: Crear un
entorno seguro en el que casi todo se puede discutir y comentar.
Nivel 2: Apartar las
distracciones como móviles o tabletas y establecer el contacto visual apropiado
con la otra persona.
Nivel 3: Tratar de
entender el punto principal que la otra persona nos está intentando transmitir.
Esto significa que vamos a ser capaces de identificar las ideas clave, que hacemos
preguntas para aclarar puntos y que podemos asegurar que comprendemos todo
correctamente.
Nivel 4: Prestar
atención a las señales no verbales tales como el lenguaje corporal, las
expresiones faciales, el tono o la voz. (Casi un 80% de lo que comunicamos
procede de estos signos por lo que no solo tenemos que escuchar con nuestros
oídos, también debemos hacerlo con los ojos).
Nivel cinco: Entender
las emociones y sentimientos de la otra persona y los aceptamos. Es el momento
en el que la empatía entra en juego.
Nivel seis: Hacer
buenas preguntas dirigidas a que la otra persona pueda ver una nueva
perspectiva le permita cuestionar una creencia que pueda tener. Es importante
que el que escucha no domine en este momento la conversación.
b).-
La comunicación. Como líderes nos debemos hacer las
siguientes preguntas cuando nos comunicamos con otros:
1.- ¿Cuál es el mejor
canal a utilizar para transmitir la información?
2.- ¿Cómo hace la forma
en que nos comunicamos que se sientan los que me rodean?
3.- ¿Estoy comunicando
de una manera clara, abierta, apasionada y humilde? ¿Estoy siendo humano?
4.- ¿Qué impacto
tendría sobre mí si alguien se
comunicase conmigo de la misma forma en la que yo lo estoy haciendo con los
demás?
IV.-
CAPACIDAD DE MOTIVAR, INSPIRAR, COMPROMETER Y DESARROLLAR NUEVOS LÍDERES: EL
LÍDER COACH
Los líderes del futuro
deben ser grandes coaches , lo que implica que saben cómo motivar, inspirar,
fomentar el compromiso, crear nuevos líderes, trabajar con distintas
generaciones y culturas y reunir equipos efectivos.
Los líderes excelentes no
solo deben decir a los empleados lo que tienen que hacer, sino, también, conseguir que lo quieran hacer. Para ello deben:
1.-
Motivar. No podemos hacerlo sin entender qué es lo que los
demás valoran más. Cada persona es diferente, por ejemplo algunas pueden estar
motivadas simplemente por el dinero, otros profesionales por el reconocimiento
y otros por el estrés, el miedo o la presión por resultados en fechas muy ajustadas
porque necesitan un cierto nivel de adrenalina para lograr un desempeño a un
nivel óptimo.
Existen muchas cosas
que motivan a las personas y como líderes, parte del trabajo consiste en saber
cuáles son, evitando caer en la trampa de asumir que lo que motiva a los demás
es lo que les motiva a ellos.
2.-
Inspirar. Es el factor que separa a los mejores líderes de
los demás y lo que genera los mayores niveles de compromiso. Las investigaciones
de Zenger/Folkman recogidas de estudios y entrevistas a miles de líderes en todo
el mundo han encontrado que los líderes inspiradores destacan en una serie de
aspectos:
a).- Tangibles: fomentar
y participar en conductas muy colaborativas con los demás, promover el
pensamiento lateral y dedicar tiempo al desarrollo de sus profesionales.
b).- Intangibles:
conectar emocionalmente con sus equipos, estimular los cambios y ser grandes comunicadores.
Otra investigación de
Bain &Company encontró que el factor más importante es el hecho de estar
centrado o en un estado de atención plena que permite estar completamente
presente y ayuda a empatizar con los demás, a gestionar el estrés y a mantener
el equilibrio y el autocontrol.
3.-
Comprometer. Según las investigaciones más recientes
de Gallup el 85% de la fuerza laboral mundial no se siente comprometida con su
organización o se siente totalmente descomprometida.
La fuente para obtener
una fuerza laboral comprometida está en la experiencia del empleado. Ésta es la
combinación de tres entornos que los líderes pueden controlar:
a):- Tecnología,
implica un 30% de la experiencia e incluye a las herramientas, software,
dispositivos, hardware y apps que los empleados utilizan para realizar su
trabajo.
b).- Espacio físico
referido a los ambientes y espacios en los que se realiza el trabajo y supone
otro 30%.
c).- Cultura (40% de la
experiencia) y se refiere a la forma en la que los empleados se sienten al
trabajar para el líder y para la organización.
No hay que olvidar que,
también según las encuestas Gallup; los directivos y jefes son responsables de
hasta un 70% en el compromiso de los
empleados.
Otro aspecto a
considerar en el líder coach es su papel en la creación y desarrollo de futuros líderes. Muchas personas asumen
que los líderes simplemente crean más seguidores pero una de las cosas más
importantes que un líder puede hacer es ayudar a la creación de nuevos líderes
para lograr tener las personas adecuadas preparadas en el futuro.
Trabajar
con otras culturas y generaciones es otra labor
fundamental del líder en el futuro y para ello deben sentirse cómodos
interactuando con personas que son distintas a ellos. La mayor parte de las
organizaciones en la actualidad reúnen a empleados de hasta seis generaciones
distintas.
Como buen coach el
líder debe ser capaz de entender las similitudes y cosas en común que tiene con
el equipo y hacer que los miembros del equipo comprendan las que tienen entre
sí independientemente de la edad, raza, religión, etc. No hay que temer a las
diferencias hay que respetarlas. Kent Thiry, por ejemplo, dice que: “Para ser un
buen líder es importante conocer a los compañeros de equipo, sus esperanzas,
miedos y preferencias, independientemente de su edad, etnicidad o procedencia.
Queremos que nuestros compañeros piensen de su entorno laboral como “el sitio
al que pertenezco”. Por ello los líderes deben demostrar que cultivan un
entorno de pertenencia reconociendo que somos más iguales que diferentes y
celebrando y respetando que cada individuo es cómo es realmente”.
El último aspecto importante en el que se tiene que centrar un líder para ser un buen coach es el de la creación de equipos efectivos. Las investigaciones de J. Richard Hackman y más recientemente de Martine Haas y de Mark Mortensen muestran que existen 6 factores para lograr un equipo que tenga éxito:
a).- Ser realmente un
equipo con límites claros, interdependencia entre sus miembros y al menos una
moderada estabilidad en el tiempo.
b).- Una dirección
convincente, estimulante y atractiva
para lo que se necesita tener un propósito claro y retador que se centre en las
metas a conseguir y no solo en los medios para alcanzarla.
c).- Una estructura
facilitadora del trabajo en equipo, en lugar de entorpecerlo.
d).- Un contexto de
apoyo con recursos tales como formación, reconocimientos y acceso a la
información que necesiten,
e).- Coaching
competente. Contar con alguien que pueda ayudarles actuando como mentor,
consejero y ayuda para superar obstáculos y retos y responder a dudas, etc.
f).- U patrón mental
compartido, para crear una identidad y entendimiento común, por ejemplo
centrado en las similitudes y no en las diferencias.
Como líderes debemos
ser conscientes de lo que hacemos pero también de las condiciones que creamos
para que nuestros equipos triunfen. En el núcleo de llegar a ser un gran coach
se encuentra la creencia de que nuestro trabajo y nuestro privilegio está en
ayudar a los demás a tener más éxito que nosotros.
Otro aspecto crucial de
ser un gran coach consiste en la capacidad de conectar con las personas con las que trabajamos y
entenderlas bien como seres humanos no solo como empleados. Para comprobar si
lo estamos logrando podemos hacernos las siguientes preguntas:
a).- ¿Qué es lo que más
les emociona?
b).- ¿Qué es lo que más
les estresa o les roba la energía?
c).- ¿Con qué se
muestran más apasionados?
d).- ¿Cuáles son sus
fortalezas y debilidades?
e).- ¿Cuáles son sus
hobbies e intereses fuera del trabajo?
f).- ¿Tienen una
familia? ¿Conozco algo sobre su situación personal?
g).- ¿Cuáles son sus
metas personales y profesionales?
h).- ¿Qué piensan de mí
como líder?
La lista de preguntas
puede ser interminable pero se trata de pensar sobre ello y de crear una
encuesta que contesten los empleados y dedicar tiempo a conocerlos como
humanos.
V.-
CAPACIDAD DE UTILIZAR LA TECNOLOGÍA: EL LÍDER “TECNÓLOGO ADOLESCENTE”
Los líderes del futuro
deben ser capaces de entender la tecnología pero no tienen que ser expertos en
dicho campo. Necesitan comprender el impacto que una determinada tecnología
puede tener en su organización y poder dar respuestas a preguntas del tipo:
a).- ¿Cuál es el marco
general tecnológico?, ¿Cuáles son algunas de las tecnologías emergentes?
b).- ¿Qué tecnologías van
a tener impacto sobre mi organización?
c).- ¿Cómo puede mi organización
utilizar diversas tecnologías para mejorar áreas como la satisfacción del
cliente, la experiencia del empleado o la productividad?
d).- ¿Qué puede ocurrir
si mi organización no invierte en tecnología?
e).- ¿Cómo están
utilizando los clientes y empleados las distintas tecnologías?
El líder si tiene una
comprensión amplia del entorno tecnológico podrá determinar qué herramientas
pueden tener el mayor impacto en su organización y cuáles pueden esperar.
Otra técnica útil para
practicar ser un “teenager tecnológico” consiste en rodearse de personas más
expertas en ese campo, como la mentoría que pueden ofrecer profesionales
jóvenes a sus líderes más seniors sobre el tema.
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