Manfred Kets de Vries
en INSEAD Knowledge del pasado 11 de noviembre plantea que cambiar la forma de
pensar de alguien es complicado. Con frecuencia nos encontramos ante
situaciones en las que se requiere que influyamos en los demás para animarles a
cambiar. Pero, alterar el comportamiento o la forma de pensar de otras personas
puede ser extremadamente difícil, por lo
que de Vries sugiere emplear el método que llama de Scherezade, en recuerdo a
la protagonista de “Las mil y una noches” y su estrategia para evitar morir
decapitada por orden del rey, para ayudar a las personas a identificar las
barreras y obstáculos que les impiden vivir vidas satisfactorias.
Este método consta de
siete pasos:
1.-
No imponer nuestra forma de pensar
Debemos resistir la
tentación de directamente decir a la persona el camino que debe tomar. Los
consejos directos pueden producir efectos indeseados como la retirada o
resistencia del receptor de los mismos.
2.-
Mostrar empatía y ayudar a analizar los sentimientos ambivalentes
Tenemos que procurar
escuchar cuidadosamente lo que la persona dice e intentar contemplar las cosas
desde su punto de vista. Al entender la fuente de sus preocupaciones e
inseguridades podemos ayudar a la persona a enfrentarse a ellas y superarlas.
3.-
Plantar la semilla de una duda
Buscar, encontrar y mostrar ejemplos relevantes que
ayuden a que la persona dude y reconsidere sus valore su comportamiento.
4.-
Comunicar cuáles pueden ser las consecuencias
Observar el
comportamiento de la persona con la que estamos tratando y demostrarle que
existe una relación clara entre sus acciones y las consecuencias.
5.-
Aprovechar el poder del “judo psicológico”
Éste consiste en
moverse con y no contra cualquier cosa que tenga que hacerse para romper las
defensas de la otra persona e influir en el resultado. Cuando un judoca desestabiliza
a su oponente tiene la oportunidad de influir en el movimiento siguiente.
Por tanto, hay que
evitar mostrarnos argumentativos y procurar trata a la persona de forma suave y
aparentemente discreta.
El “judo psicológico”
puede ser una manera efectiva de suavemente alentar a las personas, sea para
que compartan su opinión, ver una nueva perspectiva o seguir un camino
diferente.
6.-
Dar autonomía y apoyar su transformación
Animar a la persona a
explorar sus propias ideas y ayudarle a identificar comportamientos y
perspectivas alternativas. Una vez ha seleccionado la forma en que quiere
cambiar apoyarle para crear un plan de acción.
7.-
Guiar pero no forzar el cambio
De forma muy respetuosa
ayudar a la persona a que baraje las distintas opciones y confiar en su
habilidad para gestionar cualquier cambio por sí misma.
Aunque no pretendamos
cambiar a alguien, podemos animarle a qe examine de forma profunda sus valores,
prioridades, intereses, sentimientos, estados de ánimo, deseos, sueños, miedos
y recelos.
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