Marlene Chism en SmartBrief on Leadership del pasado 4 de abril plantea que tus colaboradores
pueden tener buenas ideas pero que puede que no se atrevan a comentártelas y proponen
4 estrategias para promover que te las cuenten.
No solo son los líderes
los que evitan las conversaciones difíciles. Los colaboradores y miembros de
los equipos también evitan decir la verdad a sus líderes. Una encuesta
realizada en 2023 por SHRM (Society for Human Resource Management) encontró que
el 58% de los empleados evitan ofrecer feedback sincero a sus jefes porque no
creen que sirva para algo, temen represalias, desconfían de las dinámicas de
poder o no quieren “hundir el barco”.
La autora comenta que
si nos metiésemos en la mente de los empleados encontraríamos 4 cosas que éstos
no van a decir a sus jefes. Éstas son:
1.-
ME ESTÁS CONFUNDIENDO
Los líderes,
especialmente de start-ups en rápido crecimiento, cambian sus prioridades semanalmente
o mensualmente. Cuando los profesionales trabajan duramente en iniciativas que
luego ven que se abandonan sin ninguna explicación pierden su motivación y el
caos puede surgir.
Los cambios son
inevitables, pero si los empleados no ven la lógica tras ellos se
descomprometen. No necesitan conocer todos los detalles pero si comprender la
razón por la que se están produciendo.
Chism propone
reflexionar, mediante pausas, antes de hacer cambios significativos. Cuando
sintamos la necesidad de acometer un cambio rápido debemos “consultarlo con la
almohada” y luego escribirlo. Podemos pensar que no tenemos tiempo, pero es
solo la dopamina suplicando emociones. Al escribir nuestra idea estamos
intentando vendérnosla y solo después de hacerlo podemos anunciar los cambios a
nuestros colaboradores.
2.-
NO MANTIENES TUS PROMESAS
Si los líderes no lo
hacen los empleados, con el tiempo, dejan de confiar en ellos, se destruye su
credibilidad y el desempeño se desploma por la pérdida de compromiso.
La autora recomienda
que las promesas y la palabra se mantenga y, para ello, debemos escribirlas
para no olvidarlas. Si las circunstancias cambian tenemos que explicar las
razones y reconocer que a lo mejor no se pueden mantener,
3.-
ESTÁS SIENDO MANIPULADO
Con frecuencia el
equipo directivo está formado por ejecutivos de alto nivel que siempre parecen
estar de acuerdo con el CEO, pero cuando éstos carecen del valor de cuestionar
decisiones poco acertadas el fracaso puede surgir. A los profesionales de
primera línea rara vez se les pide su opinión y pueden ver cómo los errores se
van a producir pero la cultura de la organización impide que compartan sus
conocimientos.
Los líderes que se
rodean de personas que siempre están de acuerdo con ellos pierden perspectivas
críticas y los empleados pierden el respeto por los líderes que están movidos
por sus egos.
Chism sugiere fomentar
el desacuerdo respetuoso. Debemos recordar que los desacuerdos no arruinan las
relaciones, la falta de respeto si lo hace. Los líderes pueden establecer un
sistema de notificación anónimo para conocer las opiniones de sus empleados o
informar a todo el equipo de las decisiones para generar mayor transparencia y
confianza.
4.-
QUIERO QUE ME VEAS
Los empleados desean
contribuir más allá de sus tareas esenciales ligadas a su puesto de trabajo. Estas
aportaciones pueden servir para generar ahorro de costes e innovación. Los
empleados con frecuencia tienen las mejores ideas pero no vana ofrecerlas con
frecuencia por el temor al rechazo.
Todo líder tiene puntos
ciegos que pueden ser minimizados si se inician abiertamente conversaciones
estratégicas a todos los niveles de la organización. Si queremos cambiar la
cultura tendremos que cambiar las conversaciones.
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