Manfred F. R.Kets de Vries, en Insead Knowledge del pasado 8 de junio plantea que
vivimos en tiempos llenos de contradicciones y que las organizaciones
reaccionan de formas muy diferentes ante situaciones como la pandemia actual.
El autor
propone que para tener una posición de fuerza cuando las condiciones económicas
mejoren los líderes de las organizaciones deben seguir una serie de pasos. Son los
siguientes:
1.-
Construir escenarios. Con tantos factores desconocidos en juego los líderes de las compañías deben plantearse distintos
escenarios. Al menos deben definir tres
casos, del peor al mejor. Valorando los efectos de dichos escenarios en su
organización y en las rivales les servirá para identificar las vulnerabilidades
y las áreas que requieren una acción inmediata. Además les puede resultar de
utilidad para comunicar a todos sus profesionales la justificación y motivación
que están detrás de las medidas que se tienen que tomar como respuesta a la
crisis.
2.-
Considerar venta de activos y adquisiciones. Liberarse de líneas de negocio que no son fundamentales puede
permitir que la organización se centre en aquello que hace mejor. Las adquisiciones
durante una recesión también pueden generar gran valor al ser los costes mucho
más bajos. No hacer nada y esperar puede comprometer la capacidad de una
compañía de capitalizar oportunidades cuando la situación económica mejore.
3.-
Enfatizar el significado y propósito de la organización. En tiempos difíciles
los líderes deben ofrecer a sus profesionales un sentido de lo que hacen. Parte
del proceso consiste en recordarles cuál es la visión y lo que quiere obtener a
través de ella. A través de sus acciones deben demostrar que se preocupan y que todos tienen que unirse
en estas situaciones.
Las épocas
de reveses económicos son periodos críticos para que se revise y refuerce la
cultura de una compañía, por lo que se deben resaltar los valores centrales y
los comportamientos que los profesionales deben incorporar cuando toman
decisiones claves, especialmente al contratar, desarrollar, promocionar y
despedir.
Una
estrategia recomendable para incrementar la moral de los profesionales consiste
en pedir su colaboración para cambiar aquello que pueda ser necesario, ya que
les resulta motivador el sentir que tienen el poder de marcar una diferencia,
al tener la posibilidad de sugerir sus ideas para que la organización esté
mejor preparada para el futuro.
4.- Adoptar
una actitud cauta en relación con los reajustes de plantilla. Hasta en
situaciones complicadas no es aconsejable prescindir de los profesionales. Si
es posible es mejor buscar métodos ingeniosos para evitarlo y si es inevitable
la reducción de personal debe hacerse de una forma que respeta la dignidad de
las personas. Si no se hace así puede surgir el “síndrome del superviviente” en
los profesionales que permanecen. Éste se caracteriza por el miedo, la ira y la
falta de lealtad y compromiso ante las injusticias percibidas y a la más mínima
oportunidad los profesionales con un potencial más alto abandonarán la empresa.
5.- No
descuidar la formación y el desarrollo. Las organizaciones resilientes no
abandonan la formación y el desarrollo en épocas de crisis. Se enfrentan a la
situación considerándola como una oportunidad para incrementar las competencias
y preservar la moral. Con la formación y
el entrenamiento adecuado los profesionales podrán entender los cambios que se
tienen que producir y qué nuevas tecnologías
van a ser necesarias para incrementar la eficiencia, reducir costes y hacer que
la empresa sea más competitiva. Los programas de desarrollo con frecuencia
ayudan a que emerjan las mejores ideas y los proyectos más innovadores.
6.-
Comunicar, comunicar, comunicar. Es una práctica necesaria en todas las épocas,
pero durante las crisis gestionar los rumores es la clave, teniendo siempre
cuidado los líderes en transmitir aquello que se puede decir, pero en caso de
duda siempre es mejor pecar por el lado de la transparencia.
En una
crisis el líder no puede encerrarse en su despacho, debe optar por una
comunicación abierta, consistente y honesta si quiere generar confianza. Debe,
también, considerar las emociones y sentimientos de sus profesionales y mostrar
empatía y apreciación hacia los profesionales que desean asumir nuevas
responsabilidades en los tiempos difíciles.
7.- Evitar adoptar
una visión de túnel. Esta es una respuesta natural en tiempos de crisis pero es
especialmente ante estas situaciones cuando los líderes deben cuestionarse sus
hábitos y mostrarse curiosos ante las nuevas oportunidades que pueden surgir.
Las organizaciones que son capaces de responder proactivamente mientras otras
se limitan a reaccionar son las que podrán capear el temporal.
Los buenos
líderes se aseguran de que sus organizaciones salgan de las crisis con nuevas
energías y preparadas para el futuro. Encuentran el coraje y la convicción para
abordar los cambios fundamentales necesarios para sobrevivir en situaciones
dramáticas y son conscientes de que la cultura y la gestión del talento son más
necesarias que nunca.
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