Stefan Thomke, en la edición de marzo-abril de Harvard Business Review, plantea que para
innovar con éxito las organizaciones deben conseguir que la experimentación se convierta en parte integral
de su vida cotidiana, aunque sus presupuestos sean muy limitados. Esto implica
crear un entorno en el que se fomente y alimente la curiosidad de los
profesionales, los datos triunfen sobre las opiniones, cualquiera pueda dirigir
una comisión o test, todos los experimentos se realicen de forma ética y los
directivos adopten un nuevo modelo de liderazgo. El autor analiza diversas
compañías que lo han logrado, centrándose especialmente en Booking.com ya que
posee una fuerte cultura de experimentación e incide en los aspectos
mencionados anteriormente como recomendaciones a seguir:
I.- CULTIVAR LA CURIOSIDAD
Todos los miembros de una organización desde los
líderes hacia abajo deben valorar las sorpresas independientemente de las
dificultades de poder asignar un valor
económico a las mismas y la imposibilidad de predecir cuándo y con qué
frecuencia se van a presentar. Cuando las compañías adoptan este patrón mental
la curiosidad va a prevalecer y los profesionales consideraran los errores no
cómo costosos fracasos sino como oportunidades de aprendizaje.
Desgraciadamente en muchas organizaciones el riesgo
asociado a la experimentación hace que muchos directivos se muestren reacios a
dedicar recursos para este fin. Pero las ganancias disfrutadas por las que se
han atrevido deben transmitir el coraje a las demás para que les sigan.
Con frecuencia, también, las compañías se muestran
demasiado conservadoras en relación con la naturaleza y la cantidad de
experimentación. Enfatizar en exceso la importancia de las experimentaciones
exitosas puede fomentar el que los empleados se centren en soluciones
familiares o en aquellas que saben que van a funcionar evitando probar ideas
que temen puedan fallar. La realidad, en cambio, muestra que es menos arriesgado
realizar un gran número de experimentos que unos pocos. Por ejemplo en Booking.com
solo aproximadamente un 10% de los experimentos tienen un resultado positivo.
Si se realizan un gran número de experimentos un ratio bajo de éxitos se puede traducir
en un número significativo de éxitos lo que puede disminuir los costes
financieros y emocionales de los fracasos. Si una compañía realiza solo un
puñado de experimentos en un año puede tener solo un éxito o si todos son
fallos el fracaso será evidente.
En las organizaciones analizadas por Thomke el ratio de éxitos para las ideas probadas en
una etapa inicial de su desarrollo para ofrecer nuevos productos en todavía más
bajo, pero estos fracasos permiten a los desarrolladores eliminar las opciones
desfavorables y centrar sus esfuerzos en alternativas más prometedoras.
En
culturas que fomentan la experimentación los profesionales no se sienten
afectados por la posibilidad de fracasar. Lukas Vermeer, antiguo director del
equipo central de experimentación de Booking.com y actualmente responsable de
todas las pruebas. mantiene que las personas que destacan en la empresa son
aquellas que mostraban curiosidad, una mente abierta, que están deseosas de
aprender y descubrir cosas y no temen que se demuestren sus equivocaciones. En la
selección de los profesionales se valoran todos estos aspectos y una vez
incorporados a la compañía se someten a un proceso riguroso de acogida que
incluye formación en experimentación que luego les va a dar acceso a todas las
herramientas que se utilizan para los tests.
II.- INSISTIR EN QUE LOS DATOS TIENEN
MÁS VALOR QUE LAS OPINIONES
Los
resultados empíricos de la experimentación online deben prevalecer sobre las
opiniones, independientemente de su procedencia. Esta es la actitud que
mantienen en Booking.com pero es rara en la mayor parte de las organizaciones
porque por nuestra naturaleza humana tendemos a aceptar los “buenos” resultados
que confirman nuestros sesgos e ideas pero desconfiamos e investigamos
concienzudamente los “malos” resultados que van en contra de nuestras creencias.
El
remedio consiste en implementar los cambios que los experimentos validen con
pocas excepciones. Conseguir que los altos ejecutivos respeten esta norma no es
fácil, pero es vital que lo hagan ya que no hay nada que pueda frenar con más
rapidez la innovación que la opinión del más alto ejecutivo.
El
autor no quiere decir que todas las decisiones de la dirección deban basarse en
experimentos online. Muchas cosas no se pueden evaluar de esta manera como
distintos tipos de estrategia o la posible adquisición de una compañía. Pero si
todo lo que se puede valorar online se valora los experimentos se pueden
transformar en cruciales para diversas decisiones de gestión y para propiciar
sanos debates.
III.- DEMOCRATIZAR LA EXPERIMENTACIÓN
Cada
empleado en Booking.com puede lanzar un experimento a millones de clientes sin
el permiso de la dirección. Aproximadamente un 75% utiliza su plataforma de
experimentación. Unas plantillas estándar les permiten diseñar tests con el
mínimo esfuerzo y procesos como el registro del comportamiento de los visitantes
están automatizados. La organización cuenta con 4 equipos centrales de
experimentación liderados por Vermeer y “especialistas” en los equipos de
productos. Los individuos o equipos que quieran experimentar deben rellenar un
formulario electrónico accesible a todos los profesionales que incluya el
nombre del experimento, su propósito, los principales beneficiarios,
experimentos pasados relacionados y número de modificaciones para ser valoradas
en los distintos tests. Una vez está preparado el experimento el equipo lo
observa cuidadosamente durante las primeras horas por si no funciona y debe ser
suprimido. Posteriormente la plataforma realiza periódicamente controles de
calidad de los datos y manda mensajes de advertencia si detecta algo raro. La
empresa mantiene, también, un repositorio central accesible de pasados
experimentos con la descripción completa de sus éxitos y fracasos y la
información abierta y en tiempo real generada por los experimentos en curso en
cada momento.
La
democratización evidentemente tiene sus riesgos. Por ejemplo en Booking.com
puede ser el que los equipos o individuos puedan ocasionar un fallo en su web o
que cada equipo debe marcar su propia dirección y decidir qué problemas de los
clientes quiere resolver lo que requiere múltiples discusiones.
Este
enfoque facilita a los equipos la
autonomía que necesitan para probar nuevos enfoques y a los profesionales en
toda la organización monitorizar los experimentos y ofrecer feedback en tiempo
real.
IV.- ADOPTAR UN ENFOQUE ÉTICO
Al
contemplar nuevos experimentos las organizaciones deben reflexionar con cuidado
para valorar si los clientes pueden considerar que los tests no son éticos.
Las
investigaciones sugieren que las compañías que prueban sus nuevas ideas primero
se enfrentan a un escrutinio por parte de los consumidores mayor que las que
implementan las nuevas prácticas sin experimentos previos. Evidentemente una
formación sobre los aspectos éticos y
una supervisión son necesarias. Booking, por ejemplo, no impone reglas desde la
alta dirección sobre qué experimentos se pueden realizar. Lo que hace es animar
a sus profesionales a que se pregunten si un experimento o práctica propuesta
puede ayudar o dañar al consumidor y en su proceso de acogida incluye la
formación en ética.
LinkedIn,
otra compañía con un amplio programa de experimentación online adopta un
enfoque ligeramente diferente: ha establecido reglas internas por las que en la
organización no se permiten experimentos que puedan conducir a experiencias
negativas para sus miembros o que tengan el objetivo de alterar las emociones o
estados de ánimo de los mismos.
V.- INCORPORAR UN MODELO DE
LIDERAZGO DIFERENTE
Al
democratizar la experimentación y el seguimiento de los resultados las
organizaciones permiten que sus profesionales tomen buenas decisiones por sí
mismos y aceleren la innovación y las mejoras, pero ante esta decisión el rol
de los líderes debe cambiar y centrarse también en:
1.-
Definir un gran reto que pueda ser dividido en hipótesis evaluables y métricas
de desempeño claves. Los profesionales deben ver cómo sus experimentos apoyan un
objetivo estratégico global.
2.-
Establecer sistemas y asignar recursos y diseños organizacionales que permitan
la experimentación a gran escala. El testar cada idea de forma científica requiere contar con el personal y la
infraestructura adecuada y decidir si se va a llevar a cabo de forma
centralizada o más descentralizada con equipos de especialistas en las
distintas unidades de negocio. Por ejemplo en Booking.com inicialmente
utilizaron equipos satélites para difundir y facilitar la experimentación en toda la compañía pero recientemente
han adoptado un modelo de centro de excelencia que apoya a las unidades de
negocios, estandariza el enfoque de la empresa en relación con la
experimentación y se asegura que las mejores prácticas se incorporan.
3.-
Actuar como modelos de comportamiento. Los líderes deben respetar las mismas
reglas que el resto de los trabajadores y someter sus propias ideas a pruebas.
No deben dejar que sus egos les hagan creer que siempre saben lo que hay que
hacer mejor que los demás. Deben mostrar humildad intelectual y ser capaces de
admitir que no saben algo. Tienen que seguir el consejo de Francis Bacon, el
padre del pensamiento científico 1que decía que: “Si un hombre comienza con
certezas terminará con dudas pero si está dispuesto a comenzar con dudas
finalizará con certezas”.
4.-
Reconocer que con solo palabras no se cambian los comportamientos. Ser un líder
en una organización que experimenta implica delegar y facilitar el que los
profesionales puedan desarrollar sus propios tests lo que requiere un esfuerzo
conjunto.
Como
conclusión el autor plantea que la realización de tests a gran escala no se
limita a los aspectos técnicos sino que supone un cambio cultural que debemos,
como líderes, estar dispuestos a abrazar y para ello tenemos que hacernos dos preguntas:
a).-
¿Estoy dispuesto diariamente a enfrentarme a todas mis posibles equivocaciones?
b).-
¿Cuánta autonomía estoy dispuesto a conceder a las personas que trabajan
conmigo?
Si
la respuesta es que no nos gusta que se demuestre que podemos estar equivocados
y que no queremos que nuestros colaboradores decidan sobre el futuro de los
productos y servicios que ofrece la organización no podremos obtener los
beneficios de la experimentación.
La
lección que debemos aprender es que no es tan importante el hecho de que un
experimento tenga éxito o fracase lo que importa es cómo se toman y se
adjudican las decisiones en condiciones de incertidumbre en cualquier organización. No
deben basarse en la fe o en la opinión personal exclusivamente si pueden ser
sometidas a un test y se pueden probar mejor.
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